Mohamed Morsi

Los islamistas llaman a los egipcios a echarse a las calles para rechazar el golpe militar y las detenciones practicadas por el Ejército.

Detesto los regímenes militares. Por eso, un golpe de Estado militar despierta en mí de inmediato toda suerte de rechazos.

El general Al Sisi, nombrado hace tan solo diez meses para sustituir al sempiterno Tantawi –que había sido 30 años ministro de Defensa con Mubarak–, ha despuesto a Morsi y llevado la revuelta egipcia al kilómetro cero. Un retorno a los días del alzamiento contra el presidente Mubarak que desde una perspectiva optimista puede entenderse como un regreso al futuro.

Los enfrentamientos en varias ciudades del país dejan un saldo de 14 muertos y varias decenas de heridos. El Ejército toma el control de las televisiónes y corta la emisión de algunas de ellas, mientras la comunidad internacional expresa su preocupación ante la situación, aunque no una condena taxativa.

El jefe Ejército de Egipto, Abdelfatá al Sisi, ha anunciado este miércoles el derrocamiento del hasta ahora presidente, Mohamed Morsi, y la suspensión de la Constitución.

Después del discurso que el presidente egipcio, Mohamed Mursi, pronunció a última hora del martes, el Ejército del país ha ocupado la televisión estatal, a dos horas de que se cumpla el ultimátum dado por las fuerzas armadas del país con el que pedían que el Gobierno atendiera las demandas del pueblo.

Tras el rechazo del mandatario al ultimátum de los militares, éstos prevén apartarlo de la presidencia y establecer un Gobierno provisional que redacte una nueva Constitución y convoque elecciones. La mayor parte de los partidos ya ha expresado su rechazo a la vuelta del Ejército al poder.

Egipto puede estar ante la segunda transición en apenas dos años y medio. Tras la caída de Hosni Mubarak, los egipcios no han dejado de mostrar su malestar con el Gobierno presidido por Mohamed Mursi.

El presidente acusa al Ejército de "crear confusión" en un momento tan delicado como el presente y asegura que "Egipto no aceptará volver atrás". La ONU pide al mandatario que escuche las demandas populares y al Ejército que no intervenga.

Los asaltantes han tomado la sede después de que cinco personas hayan fallecido en los enfrentamientos entre detractores y partidarios de Mursi. En esta situación, el grupo Tamarod (Rebelión) da un ultimátum al presidente para que dimita.

El Ministerio de Sanidad confirma que 613 personas resultaron heridas en todo el territorio egipcio a causa de los enfrentamientos durante la jornada de movilización nacional. 

La multitudinaria manifestación convocada este domingo llega tras una campaña de recogida de firmas contra el presidente islamista.