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Reconoce la brecha existente entre los compromisos actuales de las partes y lo que es necesario para mantener el cambio climático en los límites de lo manejable.
Los señalados son tres: Australia, Brasil y Estados Unidos, que presionan para llegar a un texto que convertiría en agua de borrajas lo conseguido en París hace cuatro años. La presidencia chilena ha propuesto un texto de consenso "inaceptable" para los observadores.
Prometen inversión en renovables y "finanzas sostenibles", mientras las organizaciones señalan que otorgaron 1.753 millones de dólares a empresas sucias entre los años 2017 y 2019.
Las caceroladas han durado en torno a 15 minutos hasta que los servicios de seguridad de la ONU y de la Cumbre han desalojado a los manifestantes, mediante un cordón de seguridad que ha logrado sacarlos del pabellón 10.
La joven activista pasa de un discurso emocional a otro más técnico y racional, pero sin dejar de señalar a los responsables de la crisis, a su juicio: los políticos de los países ricos y las grandes empresas.
¿Cómo atraer a las mayorías, una vez ha prendido la llama? ¿Cómo establecer vínculos con ecologistas clásicos, partidos y sindicatos? Son preguntas que ya rondan por las cabezas de los activistas de la contracumbre.
A primera hora de este martes, la joven sueca ha participado en un acto con cinco científicos, un debate que ha organizado junto a la activista alemana Luisa Neubauer.
Patricia Espinosa ha asegurado que "todavía queda mucho por hacer" para aplicar el Acuerdo de París de 2015, sobre todo el artículo 6, que regula los mercados de carbono.
Otras de sus preocupaciones principales son la corrupción (36%), la inestabilidad económica (26%), la contaminación (26%) y la violencia contra las mujeres (21%).
Las autoridades canadienses acusan a la empresas de importar entre los años 2008 y 2015 cerca de 128.000 vehículos que no cumplían con los estándares de emisiones.
España se nutre del carbón de países como Colombia, Rusia, Indonesia y Sudáfrica, donde un informe de Greenpeace ha documentado episodios reiterados de represión, persecución y violencia.
Organizaciones climáticas protagonizan una jornada ajetreada en la entrada del recinto mientras, puertas para adentro, los países llegan a la segunda semana estancados en las negociaciones.