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El ataque de Irán a Israel, una puesta en escena espectacular que esconde la debilidad militar de Teherán

El ayatolá Ali Jamenei dirigiendo la oración de Eid al-Fitr en Teherán, Irán, el 10 de abril de 2024.

Jean-Pierre Perrin (Mediapart)

Teherán se ha vengado con la operación Promesa Verdadera. Así lo ha reconocido abiertamente el propio Líder Supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei. En los minutos que siguieron al inicio del ataque de Irán contra Israel el sábado por la noche, repitió en su cuenta de X la amenaza que había lanzado unos días antes: "El régimen del mal será castigado". Pero se trata de una venganza cuidadosamente calibrada, estratégicamente calculada para evitar cualquier escalada regional real, y no destinada a infligir daños graves al Estado judío

Para Teherán, el objetivo era mostrar a Israel que ya no aceptaría ver a sus altos oficiales eliminados uno tras otro en Siria y Líbano. E igualmente mostrar a sus aliados regionales, cansados de recibir duros golpes sin respuesta iraní, que tenía la capacidad de responder a su enemigo y de hacerlo con una operación a gran escala. También ha sido un mensaje al pueblo iraní. 

El hecho es que se ha alcanzado un hito. Por primera vez en su historia, la República Islámica de Irán, mediante el lanzamiento de varios centenares de drones y misiles, ha llevado a cabo un ataque directo, masivo y de Estado a Estado contra Israel. 

Así pues, la guerra ha cambiado de aspecto, aunque para Teherán se trate simplemente de una operación de represalia en respuesta al asesinato, el 1 de abril, en el consulado iraní en Damasco, de dos generales y de una decena de personas, entre ellas siete oficiales de la fuerza Al-Quds (nombre árabe de Jerusalén), rama de los Guardianes de la Revolución encargada de las operaciones exteriores de la República Islámica. 

Atemorizar, mientras se mide el riesgo de escalada

Hasta ahora, la guerra se ha librado entre bastidores, con el apoyo de Teherán, esencialmente por sus apoderados (los hutíes yemeníes, ciertas milicias chiíes iraquíes...) y sus aliados regionales: el Hezbolá libanés y, en menor medida, el régimen sirio. El conflicto sale ahora a la luz abriendo un nuevo ciclo de posible guerra abierta, sobre todo si Israel toma represalias. Un alto funcionario israelí ya ha declarado que habrá una "respuesta significativa", según Reuters citando a un canal israelí.  

Tras el ataque al consulado de Damasco, perpetrado en pleno día por cazas israelíes, Teherán argumentó inmediatamente que había sido alcanzado territorio iraní, ya que el edificio del consulado goza de protección e inviolabilidad diplomática y su personal de inmunidad. Al día siguiente, el ministro de Asuntos Exteriores iraní, Hossein Amir-Abdollahian, calificó el ataque israelí de "violación de todas las obligaciones y convenciones internacionales". 

Al atacar territorio israelí, los dirigentes iraníes creen estar en su derecho a hacerlo. El presidente iraní, Ebrahim Raissi, expresó su satisfacción en un comunicado publicado el domingo 14 de abril: "El agresor ha sido castigado". 

Según diversos expertos, el ataque israelí, combinado con los de meses anteriores, había afectado gravemente a la cadena de mando de la fuerza Al-Quds, sobre todo en lo que se refiere al abastecimiento de los grupos pro-iraníes de la región. 

Según una fuente interna del régimen, revelada a Mediapart por un experto francés, las fuerzas armadas iraníes sólo tendrían capacidad militar para resistir a Israel durante unos sesenta días

Pero aunque Irán haya abandonado su concepto de "paciencia estratégica", que le permitió justificar su falta de respuesta a anteriores ataques israelíes, no parece querer entrar en una guerra declarada con Tel Aviv. "El caso puede considerarse cerrado", ha declarado en X la Misión Permanente de la República Islámica de Irán ante las Naciones Unidas. 

"Sin embargo, si el régimen israelí comete otro error, la respuesta de Irán será considerablemente más dura. Este es un conflicto entre Irán y el régimen canalla israelí, y Estados Unidos debe mantenerse al margen", añadió el comunicado. El presidente iraní lanzó la misma amenaza: "Si el régimen sionista o sus partidarios se comportan de forma imprudente, recibirán una respuesta decisiva y mucho más contundente". 

Esas advertencias apenas ocultan el temor de Teherán a verse arrastrado a un conflicto en el que tiene todas las de perder a medida que se acerca a la capacidad nuclear. Según una fuente interna del régimen, revelada a Mediapart por un experto francés, las fuerzas armadas iraníes sólo tienen capacidad militar suficiente para unos sesenta días contra Israel. Y carecen de recursos financieros, los nervios de la guerra. 

El comunicado emitido por la misión permanente de la República Islámica de Irán se publicó a pesar de que los drones y los misiles aún no habían llegado a Israel, lo que da testimonio de su preocupación por ver incendiarse la región y, por tanto, de su debilidad estratégica. Del mismo modo, en el mismo texto se hace aún más patente el temor de Irán a un enfrentamiento con Estados Unidos, en caso de que éste se uniera a Israel en las represalias. 

Ambos países comparten además esa misma preocupación de tener que enfrentarse a una situación incontrolable: un alto funcionario americano declaró a la web Axios que el presidente Joe Biden había advertido a Benyamin Netanyahu de que su gobierno se opondría a cualquier represalia del Estado judío contra Irán. En Mascate (Omán) están teniendo lugar negociaciones entre Washington y Teherán, que ya se prolongan desde hace varios meses, sobre la retirada de las últimas fuerzas americanas desplegadas en Irak.  

Por último, los aliados y apoderados habituales de Irán, conocidos como los proxies, han mostrado muy poca actividad. Hezbolá se ha contentado con unas cuantas salvas de cohetes lanzadas contra los Altos del Golán, como ha hecho todos los días desde el 8 de octubre, a pesar de que su potencial en misiles y cohetes –más de 100.000 según las estimaciones de algunos especialistas– constituye la amenaza más grave a la que se enfrenta el Estado judío. Y los cohetes lanzados por los hutíes contra el sur de Israel, "en coordinación" con Irán, fueron más ataques simbólicos que efectivos. 

Lo cierto es que el ataque iraní, si bien en un principio ha permitido a Teherán salvar la cara, ha sido también una puesta en escena espectacular, con drones sobrevolando la mezquita de Al-Aqsa de Jerusalén, el tercer lugar más sagrado del Islam, que le valdrá una vez más la reputación en el mundo árabe de ser la única potencia regional capaz de enfrentarse a Israel y único defensor de la causa palestina. 

Para el régimen, los beneficios de la operación Promesa Verdadera han sido también internos. Llegan pocos días después del inicio de una campaña de represión contra las mujeres sin velo y con la vuelta a la actividad de las milicias de "represión del vicio" en las grandes ciudades, lo que demuestra que las autoridades aún no han aceptado que han perdido esa batalla y quieren recuperar las calles. En redes pueden verse imágenes de mujeres jóvenes agredidas violentamente y detenidas, algo que se ha vuelto mucho más raro en los últimos meses.

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Traducción de Miguel López

 

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