Librepensadores

Democracia solidaria

Ghenadi Avricenco

En nuestra democracia representativa, lejos de ser cuasi perfecta siquiera, 350 cargos son electos para determinar cuatro años de futuro en nuestro país.

Desde la Transición, nuestra nación ha estado sumida en un escenario bipartidista en donde para conseguir el poder tenías únicamente tres alternativas: tener una mayoría absoluta y hacer en el Parlamento lo que te viniese en gana, o bien pactar con fuerzas regionalistas y hacer lo que te viniese en gana mimando a dichas regiones. La última alternativa era un gran pacto donde PP y PSOE acordaban el gobierno de turno.

Hoy, las fuerzas políticas principales dentro de las fronteras de España son cuatro, no dos. Cuatro fuerzas, de las cuales tres dicen tener un enemigo común; algo que sin duda Ciudadanos se ha dado mucha prisa en negar y venderse, otra vez, por dos sillones.

Este martes 19 de julio, destacaba un titular en el que el señor Rajoy manifestaba sus ganas y su derecho a gobernar, como un niño al que no le dejaran jugar con los demás. ¿Pero hay acaso algún derecho en exigir algo que no te pertenece? ¿Es justo dejar, y sí digo dejar, gobernar a alguien que concentra un tercio de la soberanía nacional? ¿O por el contrario debemos dejar gobernar a quien al menos consiga una mayoría aceptable?

Muy pocas cosas se regalan en la sociedad en la que vivimos y, si no se regala una barra de pan, no veo razón alguna de regalar el futuro del país de toda la ciudadanía a cualquiera por el mero hecho de exigirlo.

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Ghenadi Avricenco es socio de infoLibre

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