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Moby Dick: la metáfora de América

Juan José Torres Núñez

El transcendentalismo americano decía que Dios está dentro de cada uno de nosotros. Emerson, con su doctrina de la autosuficiencia, predicó la confianza en uno mismo y el inconformismo como una fuerza capaz de dar a los seres humanos nuevos poderes para ejercer influencia en el desarrollo espiritual de la sociedad. Muchos escritores norteamericanos fueron muy optimistas. El poeta Whitman, por ejemplo, habla del desarrollo y de la expansión de América como parte de un diseño divino.

Sin embargo, otros escritores, como Herman Melville, se mostraron más pesimistas al intuir que la doctrina de Emerson podía convertirse en una pesadilla. Melville se dio cuenta de que un hombre como Ahab, el capitán del ballenero Pequod -un valiente, un héroe que decide dedicar todo su esfuerzo en capturar la ballena blanca Moby Dick para vengarse de ella por la pierna que en otro viaje le había arrebatado-, olvida que su misión era la de cazar ballenas para obtener aceite en esa fábrica que era el barco: el símbolo de América. Ahab se convierte, pues, en un dictador y lleva al barco y a toda la tripulación a la muerte, excepto Ismael que se salva y nos cuenta la historia. Lo que Melville intuyó fue que la doctrina de Emerson se podía convertir en un estado totalitario, capitaneado por un loco o un grupo de locos que buscan el poder y el dinero.

En 1968, el escritor norteamericano Norman Mailer terminó su libro The Armies Of The Night diciendo que América, “antes una belleza de magnificencia inigualable, ahora una belleza con piel leprosa […] está embarazada y probablemente dará a luz […] un bebé de un nuevo mundo, [pero puede dar] el totalitarismo más espantoso que el mundo jamás ha conocido”. Pues bien, la metáfora se ha cumplido y América ha dado a luz un totalitarismo espantoso –democrático claro- que va a hundir no solo a América, sino al mundo entero. El “pobre gigante”, como le llama Mailer, no se dedica a ayudar a los países a que sean libres y democráticos, sino a perseguir y amenazar a todos los que no quieren vivir bajo su yugo y su sistema, basado en la codicia y la esclavitud de un capitalismo primitivo, con una economía de casino.

Los EEUU, al querer ejercer como policía del mundo, necesitan un enemigo invisible. Ahora tienen un enemigo visible: Putin. Con su política de cambio de régimen, se pueden aliar con las fuerzas más represivas de un país, incluso con el fascismo o con el terrorismo, si eso les ayuda a conseguir su propósito. El dramaturgo inglés Pinter, al recibir el Premio Nobel de Literatura, señaló en su discurso que “los EEUU apoyaron y en muchos casos engendraron todas las dictaduras militares de derechas, después de la Segunda Guerra Mundial […]. El horror que los EEUU causaron en Chile en 1973 nunca podrá olvidarse […] Les importa un bledo las Naciones Unidas y la ley internacional […]. Los EEUU también llevan a su corderito con una traílla balando detrás de ellos: la patética y abúlica Gran Bretaña”.

Cuando se disolvió el Pacto de Varsovia en 1991, ¿por qué la OTAN no hizo lo mismo? Fue una gran oportunidad para firmar un tratado de seguridad en Europa y lograr la distensión y una paz duradera. Sin embargo, los EEUU se aprovecharon de esta situación para aumentar el número de estados miembros y seguir una política de confrontación. ¿Qué hace la OTAN con sus maniobras militares en la frontera de Rusia? ¿Qué harían los EEUU si Rusia hiciera lo mismo en Cuba? Recordemos los acontecimientos de la crisis de los misiles de 1962.

Daniel Abu ha observado que “la OTAN se creó para disuadir a la Unión Soviética, pero hace 26 años que ya no existe […] Si la OTAN se creó para proteger Europa, ¿qué estaba haciendo en Libia?”. Concluye señalando que “la OTAN debe disolverse”, pues en realidad su política “de provocación” se basa en “expandirse hasta las fronteras de Rusia para rodearla”. Esto contradice las garantías de respetar una zona de seguridad que los EEUU dieron a Gorvachov en 1989 (sin ponerlo por escrito).

Recientemente, el senador norteamericano Richard Black ha manifestado que “la OTAN debe disolverse porque esta estructura militarista y agresiva, si bien fue efectiva en la década de los 80, su existencia ya no tiene ningún sentido. Sólo puede conducirnos a una confrontación nuclear […] Con la disolución de la Unión Soviética, la OTAN es un anacronismo”. Afirma que “supuestamente se creó para evitar una Tercera Guerra Mundial y es la OTAN la que puede provocar esa guerra”.

España pertenece a la OTAN y en nuestro suelo existe un despliegue del sistema de defensa antimisiles Aegis. Estos están equipados con lanzadores (VLS) MK-41, pero también se pueden utilizar para ataques con armas nucleares. Digamos todos “No a la OTAN”, pues en el mundo de hoy, amenazado por la guerra nuclear, parece más sabio acabar con los recortes y las sanciones que seguir con el juego de la guerra. Hablemos de una paz verdadera y de un respeto mutuo. Trabajemos por la cooperación y no por la confrontación porque el totalitarismo de los EEUU no puede ser un diseño divino. ________________

Juan José Torres Núñez es socio de infoLibre

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