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Política

Susana Díaz intenta blindar su fortín andaluz ante el ascenso del 'sanchismo'

La presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, comparece en Ferraz tras conocer los resultados de las primarias del PSOE.

Sin darse tiempo para terminar la digestión de su amarga derrota del domingo, Susana Díaz ha activado los resortes del PSOE andaluz, llamado a ser su fortín una vez frustrado su ascenso a la secretaría general. Su objetivo es revalidar cuanto antes el liderazgo de la mayor federación socialista –45.848 de los 187.949 afiliados totales, un 24,39%–, donde la primarias han evidenciado la existencia de un sector crítico o, al menos, no alineado con Díaz en su batalla contra Pedro Sánchez. La lectura oficial es que un 63,1% de los votantes andaluces en las primarias apoyaron a Díaz, lo cual demostraría un apoyo mayoritario entre sus bases no sólo a su figura, sino a su trabajo como presidenta de la Junta. No obstante, mirando el vaso medio vacío casi un 37% –31,7% Sánchez y 5,2% Patxi López– votaron opciones distintas a la secretaria general autonómica y presidenta del Ejecutivo regional. Si estas sensibilidades quieren plantear batalla en el congreso regional, deberán darse prisa, porque Díaz ha pisado el acelerador y el cónclave andaluz se celebrará el último fin de semana de julio. Díaz no pierde el tiempo: este mismo lunes ya se reunió en Sevilla con los ocho secretarios provinciales, todos ellos afines, para abordar la convocatoria de dicho congreso.

Siempre que hay un congreso federal, se deben celebrar automáticamente los congresos regionales en los 60 días posteriores. El 39º congreso federal, que encumbrará a Pedro Sánchez, tendrá lugar del 16 al 18 de junio. Al ser agosto inhábil, las distintas federaciones tendrían hasta mediados de septiembre para celebrar sus congresos regionales. El PSOE andaluz ha acortado los plazos. Este mismo martes celebrará una reunión de la dirección andaluza, que a su vez convocará al comité director, máximo órgano entre congresos. En ambos órganos Díaz ha venido gozando hasta la fecha de un apoyo absoluto, por lo que no se prevén sobresaltos para que salga adelante el calendario propuesto, que fijará el congreso andaluz los días 29 y 30 de julio, según adelantó este lunes Juan Cornejo, secretario de Organización del PSOE andaluz.

Cornejo no considera que esto suponga un adelanto del congreso, ya que entra dentro de las posibilidades según los márgenes que establece el reglamento de congresos del partido. A juicio del número dos de Díaz, sería "una barbaridad" hacer "un parón de un mes en agosto y tener que retomarlo todo luego". Del modo previsto –explica– los congresos provinciales serían en septiembre y las asambleas locales en diciembre, con lo que antes de final de año estaría renovado todo el partido en Andalucía. La consigna es tener al partido listo lo antes posible por lo que pueda pasar, sin descartar un adelanto electora por parte de Mariano Rajoy. Afines a Pedro Sánchez en Andalucía creen que detrás de las prisas de Díaz está su deseo de que los focos de descontento evidenciados en las primarias del domingo no tengan tiempo de tomar forma y articularse, si bien admiten que es práctica común en el PSOE no demorar mucho la "cascada" de congresos. "Siguen jugando con los tiempos. No cambian", señala un dirigente local afín a Sánchez.

Está sin determinar una fecha que sería clave: la de las posibles primarias andaluzas, en caso de que haya primarias antes del congreso autonómico, como las ha habido antes del congreso federal. Porque para que las haya tendría que haber al menos un candidato que se enfrente a Susana Díaz, secretaria general del PSOE andaluz y presidenta de la Junta de Andalucía, que intentará revalidar su mandato y partiría como favorita. Antes del congreso andaluz extraordinario de 2013 el alcalde tuitero de Jun y el ex consejero Luis Planas intentaron presentarse a las primarias, pero no reunieron los avales necesarios. Entonces Díaz acababa de acceder a la presidencia de la Junta de Andalucía, aupada por José Antonio Griñán, y convocó un congreso extraordinario que se celebró en noviembre y que ganó sin primarias: fue elegida secretaria general con el apoyo de 722 delegados. Sólo hubo diez votos en blanco y ninguno en contra. Desde entonces ha manejado el partido sin excesivos sobresaltos. Sólo los desgarros internos tras la dimisión de Sánchez y la eclosión del sanchismo han ido propiciando la aparición de focos de evidente descontento. No son mayoritarios en ninguna provincia, aunque tampoco irrelevantes, ni mucho menos. El voto a Pedro Sánchez ha superado el 30% en Cádiz (38,97), Almería (36,56), Granada (35,48) –cuyas capitales tienen secretarios locales afines a Sánchez– y Málaga (34,6). En ninguna de esas provincias llegó Díaz al 60%. El oficialismo aguanta mejor en la Andalucía interior –Sevilla, Jaén, Córdoba– y en Huelva, por encima del 60%

Entendimiento previo o primarias

¿Habrá un candidato del sanchismo en las primarias previas al congreso andaluz de julio? Afines a Sánchez consultados por infoLibre lo dudan y no descartan un intento de negociación que garantice puestos en en la futura ejecutiva regional, hoy unánimemente alineada con Susana Díaz, evitando así otro choque de trenes en Andalucía con las heridas del proceso federal aún frescas. "Hay que esperar a ver si [Susana Díaz] está por incluir o por excluir", señala uno de ellos. El alcalde de Dos Hermanas (Sevilla), Francisco Toscano, uno de los apoyos más destacados de Sánchez en Andalucía junto al Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, lo dijo públicamente en declaraciones a Europa Press: no descarta un candidato alternativo "si no es posible un entendimiento" para la formación de la ejecutiva andaluza. ¿Qué tipo de entendimiento? Pues uno basado en un reparto de la dirección en base a porcentajes, por ejemplo.

Si alguien se enfrentara a la presidenta, es muy probable que saliera derrotado, según las previsiones de la dirección andaluza, que considera que el proceso estatal no es extrapolable al autonómico, en el que se votaría en una clave andaluza que aconsejaría apoyar aún más masivamente a la presidenta autonómica en ejercicio, más aún cuando toda la oposición está deseosa de retratarla como una líder debilitada y caída en desgracia en su propio partido. Sería "un error" por parte de Sánchez –opina un dirigente susanista– enfrentar un candidato alineado con él y sin opciones de victoria a la dirigente con mayor poder institucional en el partido, lo que además daría argumentos a la oposición para presentar al PSOE como un partido dividido y a Díaz como a una líder cuestionada. Más probable ven todos los consultados que pueda haber candidaturas alternativas a las oficialistas en los congresos provinciales, sobre todo en provincias como Cádiz y Málaga, con ruido interno. En Málaga los sanchistas ya piden públicamente a Miguel Ángel Heredia, líder provincial afín a Díaz, que deje su cargo de secretario general del PSOE en el Congreso. La difusión de una grabación en la que, dirigiéndose a un grupo de militantes jóvenes, cargaba contra Sánchez y varios de sus apoyos ha dejado a Heredia en entredicho.

255 delegados andaluces de 1090

La activación del PSOE andaluz es total. Al margen del calendario de su propio congreso regional, las terminales del partido a nivel provincial deben ahora celebrar sus congresillos, en los que se elegirá a los 255 delegados andaluces, un 23% del total de 1.090 que acudirán al congreso federal (la cifra exacta total aún no ha sido confirmada por Ferraz), donde se formará la ejecutiva que dirigirá el partido con Pedro Sánchez como secretario general. Cornejo evitó referirse a los congresillos como una reproducción a pequeña escala de la batalla entre susanistas –mayoría en Andalucía– y sanchistas por la elección de delegados afines, pero obviamente el objetivo de la dirección andaluza es hacer valer el peso del PSOE regional en el cónclave federal.

Pese a la rivalidad, tanto Cornejo en rueda de prensa como la propia Díaz en una breve atención a los medios a su llegada a Sevilla utilizaron un lenguaje conciliador al referirse a Sánchez. "Lo que hay que hacer ahora es apoyar a Pedro Sánchez", dijo Díaz, que el domingo no lo nombró en su intervención tras el jarro de agua fría de los resultados y dijo ponerse "a disposición del partido", no del secretario general. Este martes Cornejo especificó que el PSOE andaluz y su "espíritu ganador" están a disposición del "secretario general electo", el "compañero Pedro Sánchez". La dirección andaluza considera que ahora le toca a Sánchez, con toda la legitimidad, encabezar las negociaciones para la conformación de la nueva ejecutiva que saldrá del congreso, por lo que están a la espera de sus movimientos. No se oculta la contrariedad por el resultado, pero la consigna es no caer en la nostalgia, pasar página.

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Todo esto en el frente orgánico, que no es el único que tiene abierto Susana Díaz en Andalucía, donde ahora debe replegarse. Este martes se celebrará el primer Consejo de Gobierno tras su derrota ante Sánchez. Es un gobierno bajo escrutinio, liderado por una presidenta en el punto de mira. "La única alternativa de Díaz es marcharse y poner a un sustituto hasta las próximas autonómicas", afirmó el dirigente andaluz del PP Toni Martín.

El presidente andaluz del PP, Juan Manuel Moreno Bonilla, también hizo lo posible por hurgar en la herida interna del PSOE. Antonio Maíllo (IU) expresó la idea con la que la oposición martilleará a Díaz en las próximas semanas, para empezar el jueves en el pleno del Parlamento: "No la quieren ni en su partido". Más relevante, por ser el socio de legislatura del PSOE, es la posición de Ciudadanos. Juan Marín, líder del partido naranja en Andalucía, afirmó que se "replanteará su apoyo" si el PSOE no mete la "sexta marcha" al cumplimiento de los acuerdos entre ambos partidos. No obstante, las advertencias de este tenor son ya un clásico de Ciudadanos en Andalucía, sin concreción hasta la fecha.

Desde la formación de Gobierno tras las elecciones de marzo de 2015, Díaz no ha hecho ningún cambio en el Ejecutivo regional.

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