Poesía

Palabra de Jaime Gil de Biedma

Palabra de Jaime Gil de Biedma

Recuerda Inés García-Albi Gil de Biedma que uno de los grandes consejos que le dio su tío Jaime al poeta granadino Luis García Montero fue “grábate con un magnetofón” y escucha la música que sale de los versos. Sobre esta premisa –la importancia de la voz, el ritmo, la cadencia, el sonido de su poesía- García-Albi ha comisariado la exposición En palabras de Jaime Gil de Biedma, que acaba de inaugurarse en la Biblioteca Nacional (Madrid). De esta manera, en la pequeña muestra se pueden escuchar las canciones que marcaron la vida del poeta catalán (La bien pagá o Tan alto como la luna); los versos de Coplas a la muerte de mi padre, de Jorge Manrique, recitadas por el propio Gil de Biedma; y a su voz, grave y recia, recuperando un fragmento de Colección particular (1969): “Nací en Barcelona en 1929 y aquí he residido casi siempre. Pasé los tres años de la Guerra Civil en Nava de la Asunción, un pueblo de la provincia de Segovia en donde mi familia posee una casa a la que siempre acabo por volver. (...) La alternancia entre la vida burguesa y la vie de château ha sido un factor importante en mi mitología personal”. Por eso, la comisaria hace hincapié en que es una exposición que no se ve, sino que se escucha.

Burgués que ejercía como poeta revolucionario; homosexual que quiso entrar en el Partido Comunista (que rechazó su ingreso precisamente por su condición sexual); Jaime Gil de Biedma (Barcelona, 1929-1990) fue un poeta excepcional, un literato que desarrolló la “doctrina de la experiencia” que marcaría a poetas de generaciones posteriores, como García Montero, Luis Alberto de Cuenca, Benjamín Prado o Joan Margarit. “Nuestra intención era hacer una poesía de la experiencia social”, decía el poeta. Y así propondría una teoría poética que convirtiese al yo biográfico en un personaje literario. “Su poesía puede considerarse popular”, cuenta su sobrina Inés, “ya que él decía que había logrado que a la gente que no le gustaba la poesía a priori, se acercase a ella”. Eso sí, Gil de Biedma advierte al lector: “Quien/ por placer/ no lea,/ que/ no me lea”.

Esta exposición (que ya había estado expuesta en el centro Arts Sant Mònica de Barcelona en septiembre del año pasado) completa una serie de homenajes al poeta que se llevan haciendo desde que se cumplieran dos décadas de su muerte. La primera en rendirle tributo fue su sobrina Inés con un documental para RTVE en el que recupera la figura del poeta a través de los testimonios de su propia familia, de sus amigos y compañeros de profesión. Como Yvonne Hortet, mujer del también poeta y editor Carlos Barral; o Carmen Balcells, agente literaria de Gil de Biedma. Ésta última fue nombrada su albacea tras la muerte del poeta, enfermo de sida, en enero de 1990. “El archivo lo gestiona ahora la agencia de Carmen Balcells. Nosotros tenemos lo que llamo archivo familiar: fragmentos de películas, fotos, etc.”, explica García-Albi.

Jaime Gil de Biedma: adiós a la literatura

Jaime Gil de Biedma: adiós a la literatura

Su sobrina recuerda en ese mismo documental que se enteró de la enfermedad de su tío cuando anunciaron la noticia de su muerte por la radio. Gil de Biedma había dicho a muchos conocidos que lo que tenía era una “enfermedad tropical”. Fue diagnosticado en el verano de 1985 y se trasladó a París para recibir un precario y experimental tratamiento médico. El segundo homenaje a Gil de Biedma ha sido la publicación de su correspondencia en 2010 y de Diarios 1956-1985, el pasado noviembre, por la editorial Lumen. Estos últimos, inéditos hasta la fecha, abarcan el periodo comprendido entre la publicación de Moralidades (1966) hasta el abandono de la escritura en la década de los ochenta. Su último poema T'introduire dans mon histoire está fechado en 1981.

Esta muestra sonora sería, pues, el último de esta serie de homenajes que abarcan desde el Gil de Biedma como personaje histórico y literario (en el documental); al poeta intimista y su adiós a la escritura (en sus diarios); y, por último, su voz literaria, en su sentido más prosaico (en la exposición). “Se puede escuchar la profundidad y la lucidez que tenía Jaime, que hablaba sobre el país y la política y sus ideas siguen hoy vigentes”, subraya García-Albi. El gusto del poeta por la conversación ya quedó plasmado en Gil de Biedma. Conversaciones (Austral), donde se recogían varios de los coloquios en los que había participado.

La exposición -que ha sido inaugurada por miembros de la familia del poeta, entre ellos, Marta, la única hermana que queda con vida; y por la vicepresidenta del Gobierno en funciones Soraya Saénz de Santamaría; y el ministro de Educación, Cultura y Deporte, Íñigo Méndez de Vigo, también en funciones- se completa con un breve documental de 20 minutos, Apuntes para una autobiografía. En él se puede ver todo ese material familiar del que habla García-Albi, fotografías (sobre todo de aquella casa segoviana a la que estuvo fuertemente unida) e imágenes del poeta grabadas con cámara Super 8. Sobre ellas, resuena la voz de un poeta singular que decía de sí mismo: “[…]Me quedé calvo en 1962; la pérdida me fastidia pero no me obsesiona ―dicen que tengo una línea de cabeza muy buena. Gano bastante dinero. No ahorro. He sido de izquierdas y es muy probable que siga siéndolo, pero hace ya algún tiempo que no ejerzo'. 'Bien. Supongamos ahora que han pasado doce años desde que escribí lo anterior. Y aun vayamos más lejos, supongamos lo más terrible: que nuestra suposición―tuya y mía, lector, acuérdate― sea la verdad absoluta. ¿Qué diré entonces que ha sido de mí durante este espacio interlinear? Lo primero y lo instintivo, es decir que nada. Luego, tras algún pensar, ciertos hechos se imponen'”.

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