Más paro y más trabajadoras desanimadas con la crisis

La crisis no ha dejado indemne el trabajo femenino. Tras protagonizar el mayor aumento de tasa de actividad de Europa, casi siete puntos, las mujeres españolas también baten récords de paro, 13 puntos, de 2005 a 2012. Aunque en los primeros años de la crisis económica el desempleo afectó más a los hombres, UGT destaca que la tendencia se invirtió a partir de 2010. Entonces la destrucción de puestos de trabajo pasó de afectar a sectores masculinizados como la construcción y la industria a arrasar el sector servicios, copado por mujeres.

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Pero no es el único fenómeno destacable. La consultora de Recursos Humanos y ETT Adecco asegura que desde 2009 se han incorporado al mercado laboral más de medio millón de amas de casa. Es lo que la catedrática Lina Gálvez llama “trabajador añadido”: busca empleo en épocas de crisis para compensar la merma de ingresos causada por la pérdida de trabajo del cónyuge.

Así, en 2010 fueron 170.000 las mujeres mayores de 40 años y con cargas familiares que volvieron al trabajo y otras 195.500 en 2011. Sin embargo, el año pasado la cifra se hundió hasta las 60.000. Gálvez lo explica en el hecho de que buena parte de esas mujeres, con una cierta edad y poca formación, se hayan visto abocadas a la economía sumergida –el servicio doméstico, sin ir más lejos–.

También a que el “trabajador añadido” ha terminado convirtiéndose en un “trabajador desanimado”, si no ha encontrado empleo por culpa de la crisis. Y, finalmente, a que en 2012 se incorporaron ya al mercado de trabajo casi todas las mujeres con ese perfil que podían haberlo hecho en un mercado laboral anémico.