FCC venderá dos filiales y despedirá a 1.000 trabajadores

FCC pondrá a la venta Globalvía y Realia, las filiales de concesiones e inmobiliaria que comparte con Bankia, además de su negocio de energías renovables, en el programa de desinversiones que abordará los próximos años para recortar en un 34% (2.700 millones) su deuda y situarla en unos 5.200 millones de euros en 2015.

Así consta en el nuevo plan estratégico del grupo controlado por Esther Koplowitz que, además de reducir el pasivo, busca centrar a la empresa en sus negocios básicos (infraestructuras, servicios y agua), en su internacionalización, en generar caja y en prepararse para aprovechar futuras oportunidades de crecimiento.

Despidos

Además, FCC ejecutará un "ajuste" de personal y de capacidad de producción en su división de construcción en España este año, con el fin de "adecuarla a la realidad del mercado", marcado por el parón de la obra pública.

La "reestructuración" del negocio tradicional de construcción en España de la compañía controlada por Esther Koplowitz incluye "desvinculaciones", es decir, despidos, para adaptar los gastos de personal de esta división a la situación del sector. El consejero del grupo, Juan Béjar, ha adelantado que ese "ajuste" afectará a "más" de 1.000 trabajadores, alrededor del 15% de la plantilla de este área.

A los despidos en construcción se sumará un ajuste en el personal de la estructura administrativa del grupo, actualmente integrada por unos 6.000 empleados, y otro más en la filial Cementos Portland, que ya el pasado año redujo un 40% su plantilla. Ambos recortes están aún por cuantificar.

Negociando ya con los sindicatos

En cuanto al expediente de regulación de empleo (ERE) en construcción, FCC ha iniciado ya su tramitación y negociación con los sindicatos, en las que espera que se puedan incluir medidas no traumáticas como prejubilaciones. La compañía ha provisionado 60 millones de euros para costearlo.

La presentación del plan este miércoles se enmarca en la nueva etapa que FCC emprendió el pasado mes de enero con el nombramiento de Juan Béjar como nuevo consejero delegado y de Esther Alcocer Koplowitz como presidenta.

Para lograr el principal objetivo del plan, la reducción de deuda, FCC realizará desinversiones por unos 2.200 millones de euros en unos tres años, pero también "ajustará medios y capacidad de producción" en sus actividades de construcción y cemento en España. Además, recortará costes de estructura.

Construcción, la más afectada

De la desinversión total prevista, 550 millones provendrán del área de construcción, otros 270 millones de servicios y los 1.380 millones restantes de otros negocios como las renovables o las filiales Globalvía y Realia.

También venderá filiales de su constructora europea Alpine, varios activos inmobiliarios, y negocios de servicios no medioambientales como el de mobiliario urbano y soportes publicitarios.

Por el contrario, va a impulsar el negocio de servicios medioambientales, fundamentalmente el de agua, potenciar su internacionalización en aquellos países que generen caja y diversificar sus fuentes de financiación.

Inversión de 1.100 millones en medio ambiente

En este sentido, Béjar avanzó en rueda de prensa que el grupo prevé lanzar emisiones de bonos a través de empresas filiales para reducir el peso de financiación bancaria. Además, la rama británica de servicios WRG negocia con un fondo para que éste sustituya parte de la financiación de bancos.

La apuesta de FCC por la división medioambiental se refleja en que esta rama prevé una inversión de 1.100 millones de euros para el trienio del plan y que tras este periodo será la primera fuente de Ebitda y primera de ingresos del grupo en España por delante de la construcción.

En rueda de prensa, el primer ejecutivo de FCC explicó que toda esta nueva estrategia de negocio del grupo está orientada a la consecución de dos grandes objetivos: la reducción de la deuda y el fomento de la generación de caja.

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El fin último de FCC es colocarse en una "posición óptima" para "hacer frente a la mejora del ciclo económico en los mercados donde opera y preparar el grupo para que, sin prisas, emprenda en el futuro una nueva etapa de crecimiento", detalló Béjar.

En concreto, en el horizonte de 2015 esta estrategia debe permitir al grupo generar caja por 850 millones, facturar 9.700 millones, lograr un beneficio bruto de explotación (Ebitda) de unos 1.200 millones y volver a beneficios (de unos 170 millones) y, por tanto, retomar los dividendos. FCC cerró 2012, tras realizar un fuerte saneamiento, con la primera pérdida de su historia 1.028 millones de euros.

El consejero delegado indicó que el plan se ha diseñado a partir de un contexto en el que "no se contempla recuperación alguna de los mercados", por lo que apuntó la posibilidad de lograr los objetivos antes del ejercicio 2015 tomado como horizonte de referencia.