Hunosa se querella al fin contra el grupo Alonso por la desaparición de carbón

La empresa pública minera Hunosa, dependiente de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (Sepi) ha presentado una demanda civil y una querella contra el empresario minero Victorino Alonso y sus empresas, Uminsa y Coto Minero Cantábrico por la desaparición de 500.000 toneladas de carbón valoradas en 45 millones de euros del Almacén Estratégico Temporal de Carbón (AETC).

Fuentes de Hunosa y de la Sepi confirmaron el inicio de las acciones legales contra el principal grupo minero privado del país. La batalla tiene lugar en plenas negociaciones de los sindicatos con el Ministerio de Industria por las subvenciones al sector del carbón. Además, tanto el grupo Alonso, como el otro gran grupo minero privado, la Hullera Vasco Leonesa, se han declarado en preconcurso de acreedores.

Tras las querellas y las demandas está la sospecha de que el mineral pudo ser vendido dos veces, algo que el grupo Alonso niega rotundamente.

La pugna promete ser intensa. El Grupo Alonso  tiene previsto explicar públicamente su posición y también ha denunciado a Hunosa.  En concreto, la denuncia contra la empresa pública la interpusieron las empresas del grupo Coto Minero Cantábrico (CMC) y Unión Minera del Norte (Uminsa).

Miles de empleos

Las dos suponen el 59% del sector privado del carbón y emplean a 1.991 trabajadores. Acusan a Hunosa de incumplir los contratos suscritos por las dos compañías con la empresa pública (el 4 de septiembre y el 10 de noviembre de 2009) para el “Almacenamiento Estratégico Temporal de Carbón (AETC)”.

La polémica de la desaparición paralizó la aprobación de las ayudas al carbón de 2012. El AETC, creado por acuerdo de Consejo de Ministros en agosto de 2009, tiene como objetivo facilitar y permitir el funcionamiento normal en la cadena de abastecimiento (de la mina a la central eléctrica) de carbón autóctono.

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Ese almacén lo gestiona Hunosa y se nutre de los tonelajes contemplados en el Plan del Carbón 2006-2012 y que no se entregan a las centrales térmicas correspondientes. No es un lugar físico único.

Lo curioso del asunto es cómo describe el grupo Alonso el funcionamiento del sistema de almacenamiento de carbón. Lo hace en la demanda. En un rápido resumen, el sistema podría describirse así: todo estaba junto, revuelto y expuesto a las inclemencias del tiempo.

Frente a las acusaciones, las empresas de Alonso manejan un nuevo informe de un perito del Colegio Oficial de Ingenieros de Minas del Noroeste de España que da la razón al grupo. Pero Hunosa mantiene la acusación: el carbón no está y el que Alonso dice que está no es carbón término (para las centrales), sino mineral de otra procedencia que debería ser procesado para ser suministrado  a las centrales.