Muy fan de...

Pablo Iglesias

Los caminos del señor son infinitos y los de los partidos políticos para ganar unas elecciones, ni te cuento. Pero lo de tu careto en la etiqueta de una botella de vino me parece lo más de lo más. Ya te imagino en el brindis: “Por mí y por todos mis compañeros y POR MÍ EL PRIMERO”. Muy fan.

Mira que no acababa yo de pillarte el punto, pero ha sido ver tu barba, tu melena y esa mirada intensa de actor de culto empapelando el vidrio, cual etiqueta de Anís del Mono, y me he entusiasmado tanto que me han dado ganas de darme a la bebida.

En los malos tiempos hacen falta buenos líderes, ya se sabe. Seres humanos con madera, como las barricas, será por eso que has decidido embotellarte para delirio de tus seguidores, olé tú, pero te has quedado corto en la promoción, se nota que eres modesto. En la etiqueta, justo al lado de donde pone “Europeas 2014”, debería aparecer un texto que te describa con el lenguaje propio de un crítico de vinos: “joven, fresco, vigoroso, con cuerpo y un poco ácidoen los debates con Marhuenda”. ¿Cómo lo ves?

Si es que has pecado de exceso de humildad hasta en el nombre del partido: Podemos. ¿Cómo que podemos? Pablo, aquí la estrella eres tú, lo llamas Puedo y andandopodemos. O “Yes I can” (para tener más proyección internacional) o, mejor, “Porque yo lo valgo”. Este último tiene la ventaja de que podrías poner tu foto en los botes de champú, lanzando el mensaje a los ciudadanos de que no los abandonarás ni cuando vayan al baño. ¿No te parece una idea eficaz?

Yo es que creo que estás poco presente en nuestras vidas porque, claro, hay algún momento en el día en que no podemos estar viendo la tele y en ese ratito, ¿qué hacemos sin ti? Nos sumergimos en un vacío existencial enorme…

Está claro que hace falta un merchandising más ambicioso. Te paso unas cuantas ideas a ver qué te parecen:

Que tu cara aparezca en la mortadela como Micky Mouse y en las baldosas de alicatar las cocinas como las caras de Bélmez y en los salvapantallas de los ordenadores y en los emoticonos del móvil y en las gorras de publicidad de los jubilados y plantada en las carreteras españolas como el toro de Osborne y tallada en la roca del monte Rushmore junto a las de otros ilustres como Roosevelt, Washington, Jefferson y Lincoln…

¿Podemos o Pablemos?

Ay, Pablo, ya sabes que estamos cabreados, apáticos, desanimados y sin ganas de ná. Se acercan las europeas y lo de votar un domingo nos hace la misma ilusión que dar vueltas con la familia política por un centro comercial. Necesitamos un aliciente y ahí estás tú para animar nuestras tristes vidas con tu omnipresencia. Es más, no sé por qué no aparece tu cara en esa escena de El señor de los anillos que habéis elegido y subtitulado para la campaña del partido. Ponme ahora mismo con Peter Jackson y que empiece ya mismo a rodar una versión en la que seas tú quien diga el texto mítico con alguna ligera adaptación:

“Soy Pablorn, politólogorn, heredero de los indignadur, Señor de los debatein de la tele, heredero del Trono de Moncloor”.

Pues eso, ya lo sabes, que te admiro y soy tu fan. Ah, antes de despedirme quería hacerte una preguntilla, tú que eres culto y leído, ¿sabes si lo de “Pienso, luego existo” se escribe en latín “Cogito ergo sum” o “Cogito EGO sum”? Es que a veces al observarte me asalta la duda…

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