Rajoy remite a declaraciones suyas de hace cinco meses para defender que da explicaciones

Pese a los giros que ha dado en los últimos meses el caso de los papeles de Bárcenas (la contabilidad B del PP), sobre todo en los últimos 30 días, Mariano Rajoy sigue considerando que es válido lo que dijo al respecto tanto ante el Comité Ejecutivo Nacional del 2 de febrero, dos días después de la publicación de esta documentación por El PaísEl País, como en el debate sobre el estado de la nación de los días 20 y 21 del mismo mes. Así lo afirmó este lunes el presidente del Gobierno en la rueda de prensa posterior a la cumbre hispano polaca que tuvo lugar en la Moncloa. 

Rajoy, consciente de que le llueven las críticas por no rendir cuentas de asuntos como este de los papeles de Bárcenas, mantuvo ante la prensa que desde el 3 de febrero –se equivocó, en realidad fue el día 2– ha venido dando explicaciones y que en ellas se reafirma. "Sobre todo de lo que afirmé en el debate sobre el estado de la nación", añadió. Una cita, en la que, según mantuvo, debatió "largo y tendido" con el resto de grupos.

Este último argumento es al que se agarra tanto el Gobierno como el partido para justificar que Mariano Rajoy no comparezca en el Congreso de los Diputados, tal y como exigen de nuevo el resto de partidos después que el pasado jueves el PP hiciera uso de su mayoría parlamentaria para frenar esta petición en la Diputación Permanente. Un día después, el viernes, Soraya Sáenz de Santamaría mantuvo en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros que en los meses de enero, febrero, marzo y abril, Rajoy ya explicó en la Cámara aspectos relacionados con la financiación del partido y los presuntos sobresueldos. 

Esta estrategia del presidente de Gobierno, secundada por su partido, hace agua. Por dos motivos fundamentales. El primero se debe a una cuestión temporal. Es imposible que todas las explicaciones fueran dadas en el mes de febrero, principalmente porque gran parte de las acusaciones más graves que ha vertido el extesorero del PP, Luis Bárcenas, publicadas por El Mundo, se concentran en las últimas dos semanas. Es el caso de la contabilidad del partido, cuya autoría reconoce el exresponsable de las finanzas del PP, el de los SMS que intercambió con Rajoy incluso después de conocerse que tenía cuentas en Suiza o el del supuesto trato que le ofrecieron dos abogados que actuaron en nombre del partido para salir de prisión.

Aquel 2 de febrero, Rajoy sostuvo que las informaciones reveladas por el diario de Prisa no tenían base. “Es falso. Nunca he recibido, ni he repartido dinero negro ni en este partido ni en ninguna parte”, dijo. "Si alguien piensa que, mediante el acoso, yo me voy a encoger o que puedo abandonar la tarea que los españoles me han encomendado, tengo que decirle que se equivoca", advirtió además.

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El segundo de los motivos tiene que ver con el contenido en sí mismo de lo que Rajoy trasladó los días 20 y 21 a los grupos parlamentarios. En estas fechas, el Congreso de los Diputados acogió el debate sobre el estado de la nación. Durante, el primer día, el dedicado a la intervención del presidente del Gobierno, Rajoy habló de corrupción principalmente para concluir que su Gobierno iba a tomar medidas al respecto. Como acostumbra, no mencionó a Bárcenas. Tampoco dio mayores explicaciones.

"Yo, como todos ustedes, estoy dispuesto a perseguir la corrupción donde aparezca; pero no podemos permitir que se escriba otra vez de España una leyenda negra y tampoco quiero que España se convierta en un país inhabitable porque se aplaudan las acusaciones sin pruebas, porque causan daños que ni la rectificación podrá reparar, porque ya son irreparables. Señorías, es necesario acabar con este clima, que empieza a ser irrespirable. Y desde luego no se trata de ocultar ni de trivializar ni de olvidar. Esto es muy serio y todos los españoles tenemos derecho a poder confiar en nuestros representantes y en nuestras instituciones. Por eso, señorías, les propongo hoy un amplio acuerdo en esta materia desde la lealtad institucional, desde la autoexigencia y la responsabilidad colectiva con nuestros conciudadanos", dijo en su intervención inicial.

En las réplicas, un día después, el nombre de Bárcenas se escuchó en 15 ocasiones. Ninguna en boca de Rajoy, que no entró al fondo de la cuestión como demuestra estas palabras que dedicó al líder de los socialistas, Alfredo Pérez Rubalcaba: "No voy a entrar en debate sobre este asunto porque a veces diera la impresión de que algunos llevan una contabilidad moral separada para sus amigos y otra para los demás. Por tanto, no creo que deba entrar yo en eso. A veces tiene uno la sensación de que la memoria es la primera prófuga de la política. Solo voy a decir una cosa, porque usted se ha referido a un asunto de mi partido. Mi partido de momento no ha sido condenado por financiación irregular, el suyo sí. A partir de ahí y como ya he dicho esta mañana, creo que estamos ante un tema en el que debemos hacer un esfuerzo entre todos, en el que todos debemos actuar con lealtad, en el que debemos aprobar un paquete de leyes, las que yo he presentado, las que ha presentado usted y cualesquiera otras después de hablarlas y sin hacer demagogia, porque este sin duda alguna —y en eso estoy de acuerdo con usted— es un tema que genera muchas dudas al conjunto de los ciudadanos españoles, afecta a nuestra autoestima y nos perjudica como españoles".