Marisa Soleto: “La propuesta de C's no favorece los derechos de las mujeres”

La propuesta de Ciudadanos de retirar el agravante de género en los casos de violencia machista, reflejada en su programa electoral y defendida por la número tres de C's por Madrid, Marta Rivera de la Cruz, en el debate a nueve del pasado miércoles, ha puesto al partido presidido por Albert Rivera en el centro de la diana durante toda la semana. Así, la formación naranja ha visto como las críticas a su proyecto iban en aumento: el secretario de Organización del PSOE, César Luena, afirmó que C's era un "partido machista", mientras que el ministro de Sanidad, Alfonso Alonso, tildó la propuesta electoral de "disparate".

Marisa Soleto, directora de la Fundación Mujeres, la califica, en conversación con infoLibre, como "desinformada" y "que no es favorable al desarrollo de los derechos de las mujeres". Al contrario de lo que aseguran desde la formación naranja, no cree que la Ley de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género sea ineficaz, aunque asegura a este diario que hay algunos puntos débiles que es necesario reforzar.

PREGUNTA: ¿Considera que la Ley de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género es ineficaz, tal y como se asegura en el programa electoral de Ciudadanos?

RESPUESTA: La ley, que se aprobó en 2005 y, por lo tanto, lleva aplicándose diez años, ha pasado por diferentes fases. Gracias a ella, muchas mujeres han podido salir de la violencia de género, también gracias a ella hemos podido conocer mucho mejor lo que es el tema de la violencia de género y gracias a que llevamos diez años de aplicación hemos descubierto que la ley tiene algunos puntos débiles que es necesario reforzar. 

La opinión mayoritaria de las organizaciones sociales que estamos trabajando en este campo es que esos refuerzos que necesita no son un problema de la propia norma, sino básicamente de dos cosas: de los recursos que se han dedicado al desarrollo de la ley, que necesita inmediatamente muchos más para su adecuada puesta en vigor, y de la existencia de un problema de aplicación judicial.

Por lo tanto, hacen falta algunos ajustes jurídicos, hace falta facilitar mucho más los procesos de denuncia y de resolución por parte de la justicia para que sean más ágiles, para que las mujeres estén más informadas y para que se las trate mejor. Una década después de su aplicación, la ley ha sido muy eficaz en algunas cuestiones y deberían evaluarse sosegadamente esas otras en las que se puede mejorar su eficacia. En todo caso, está cumpliendo la misión para la que fue destinada.

P.: ¿Cree que existe, según se recoge en el programa electoral de la formación encabezada por Albert Rivera, una "asimetría penal por cuestión de género"?

R.: No, no existe la asimetría penal por cuestión de sexo en el derecho penal español. La Ley de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género lo que hizo fue proponer una tutela penal reforzada para aquellos delitos leves que se produjeran en las circunstancias procesales que se definen como de violencia de género. Y lo hizo no por establecer una asimetría entre hombres y mujeres, sino porque en muchos casos la violencia contra las mujeres se manifiesta en forma de delitos puntuales que, aunque juzgados en abstracto y fuera de contexto puedan no parecer muy graves, como una amenaza, una lesión leve o una coacción, dificultaban mucho poder imponer las penas adecuadas y las medidas de protección adecuadas a las víctimas.

Por eso, la Ley contra la Violencia de Género, consciente además de las dificultades que muchas mujeres encontraban para denunciar este tipo de casos y que se reconociera como un auténtico atentado a su seguridad y a su vida, decide que quizá sea más eficaz para cada tutela penal establecer una agravación de las penas, una tutela penal reforzada, en los casos de los delitos leves que se cometen en circunstancias de violencia de género. 

P.: Entonces, en el caso de las lesiones leves, amenazas o coacciones, ¿se aplica el agravante de género?

R.: Sí, se aplica en los casos de lesiones muy leves, coacciones o amenazas. La estrategia que adopta el Código Penal es, por ejemplo, si la pena está entre tres meses y un año, en el caso de que se produzca la circunstancia de violencia de género la pena mínima sería de seis meses.

Es una fórmula que tiene como objetivo proteger mejor a las víctimas especialmente vulnerables, que se aplicó en el caso de violencia de género y que no podemos olvidar que está aprobada por el Tribunal Constitucional en una sentencia del año 2008.

P.: ¿Y si hablamos de un asesinato?

R.: No existe ninguna asimetría penal en los delitos contra la seguridad, la vida o contra la libertad sexual de las personas en sus formas más graves. Un hombre que mata a una mujer, o una mujer que mata a un hombre, van a ser juzgados con las mismas reglas penales sin que exista ninguna diferenciación en la imposición de las penas, más allá de las circunstancias del homicidio que se produzca.

Parte de las críticas que se han hecho a la Ley de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género dan a entender que quedan impunes los casos de hombres que son lesionados, asesinados o gravemente maltratados. Pero eso no es cierto. No hay una tutela penal reforzada para los casos de lesiones tan graves o delitos contra la vida de las personas.

P.: ¿"La violencia de género afecta tanto a hombres como a mujeres", tal y como apunta Ciudadanos en su programa electoral?

R.: En absoluto. A nivel internacional, y desde hace muchos años, la violencia de género ha sido definida como un tipo de violencia que sufren las mujeres por el hecho de serlo y que está fundamentada en el sexismo y el machismo social, en esa creencia de que las mujeres deben responder a la autoridad masculina. Es una de las mayores lacras sociales que se producen en el mundo. 

En los Estados democráticos se ha reconocido la igualdad de derechos, pero todavía queda un sustrato social muy ideologizado que sigue pensando que las mujeres deben ocupar un determinado rol social. En el marco de la violencia de género dentro de la pareja, son muchas las mujeres que la sufren cuando se saltan esos mandatos de género. 

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Es una violencia específicamente identificada. Esto no quiere decir que no existan otros tipos de violencias intrafamiliares o domésticas. Claro que existen. Pero nos confundimos si pensamos que toda la violencia es igual. Y conviene, en un Estado de derecho, que tengamos bien hechos los diagnósticos.

P.: ¿Calificaría como machista el programa electoral con el que la formación de Albert Rivera se presenta a las elecciones generales?

R.: Es una propuesta que niega el hecho de que utilicemos un instrumento específico para abordar la violencia que se produce contra las mujeres. Creo que las cosas se califican por sí mismas. Una propuesta que, desde mi punto de vista, muestra con bastante rotundidad una crítica contra la asimetría penal es, en primer lugar, una propuesta desinformada. Y en segundo lugar, es una propuesta que no es favorable al desarrollo de los derechos de las mujeres y de la línea de lucha contra la erradicación de la violencia de género que se está imponiendo ya en todo el mundo. Que cada uno juzgue por sí mismo. Feminista, desde luego, no es.