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El futuro del PSOE

El PSOE andaluz sostiene que la hipótesis de que Díaz quiere pactar con el PP sólo busca dañarla

El PSOE andaluz afirma que la hipótesis de que quiere pactar con el PP busca dañar a Susana Díaz

Ibon Uría

El PSOE andaluz niega que Susana Díaz presione a favor de un acuerdo con el PP. Esa idea, difundida desde ámbitos socialistas próximos a Ferraz, ha cobrado fuerza en los últimos días y son varios los medios que se han hecho eco de los supuestos planes de Díaz para apostar por una legislatura corta de pacto con los conservadores, un Gobierno de gran coalición que abordaría reformas pendientes y caducaría en unos dos años. Según esa hipótesis, la jugada permitiría a la líder andaluza hacerse con la Secretaría General del PSOE sin renunciar a la Junta de Andalucía, que sí tendría que abandonar para ser cabeza de cartel en unas generales.

Pero las fuentes consultadas en el PSOE-A son tajantes a este respecto: "En absoluto hay nada de eso", afirman. Creen, en cambio, que esos "rumores" responden únicamente a la lucha interna por el poder y que buscan debilitar las opciones de una hipotética candidatura de Susana Díaz que disputase el mando del PSOE a Pedro Sánchez, quien menos de 24 horas después del 20-D ya proclamó que optará a revalidar su cargo. En palabras de un destacado dirigente próximo a la presidenta andaluza, "hay quien quiere presentar a Pedro Sánchez como el preferido por las bases del partido y a Susana Díaz como alguien vinculada al poder de los barones".

Esta misma fuente considera que presentar a Díaz como partidaria de una gran coalición empeoraría su imagen: "Parecería la candidata del Ibex 35 frente a un Pedro Sánchez que se quiere vender como un genuino socialista", resume. Sin embargo, descarta cualquier posibilidad de que Díaz favorezca el entendimiento con el PP, incluso si el candidato a investir no es Rajoy. "Estamos muy cómodos con la resolución del Comité Federal", apunta. Y precisamente ese texto, aprobado el pasado lunes 28 de diciembre y consensuado entre Sánchez y sus dirigentes territoriales un día antes, rechaza expresamente la opción del pacto con el PP.

"El PSOE votará en contra de la investidura de Rajoy y de un nuevo Gobierno del PP, porque ese es el mandato de nuestro votantes y de la mayoría de españoles", subraya la citada resolución. Otro cargo también niega que Susana Díaz esté a favor de apoyar al PP y añade que, si en el PSOE hay algún partidario de la gran coalición, es poco menos que un "inconsciente". "Las bases y los votantes están muy lejos de esas posiciones y más próximas a Podemos que al PP", apunta. En esa línea, recuerda datos del sondeo preelectoral del CIS, donde el 77% de los potenciales votantes del PSOE respondieron que en ningún caso votarían al PP.

Además, los últimos acontecimientos en Cataluña –que ha quedado abocada a unas nuevas elecciones tras la negativa de la CUP a investir a Artur Mas– han contribuido a rebajar las posibles presiones para forzar un pacto con los conservadores, habida cuenta de que el Estado no tendrá enfrente en los próximos meses a un Gobierno catalán de corte claramente independentista al que hacer frente.

A la espera del Congreso

Lo que no olvidan en el partido en Andalucía es que el Congreso Federal donde Sánchez aspira a renovar su cargo debe convocarse cuanto antes. La dirección federal quería posponerlo –sin fecha por ahora, probablemente hasta mayo– con el argumento de que no debía coincidir con las negociaciones para formar Gobierno e investir a un nuevo presidente, pero varias de las federaciones con más peso se mostraron contrarias a ese calendario y exigieron celebrar el cónclave "cuando toca". El último Comité Federal concluyó con una tregua de los barones a la espera de que la dirección mueva ficha, pero el debate sigue ahí.

Los estatutos establecen que es la dirección federal la que debe llevar a un comité la propuesta de convocar el congreso. Una vez este último órgano lo aprueba, la fecha queda fijada oficialmente y a los 60 días se celebra la cita. Lo que los dirigentes del PSOE andaluz exigen ahora es que sea "en enero" cuando se convoque el Comité Federal que ponga en marcha la cadena para que se produzca el cónclave. De momento ha quedado descartada la fecha del 9 de enero –este próximo sábado– pese a que inicialmente se barajó como probable, porque deben transucurrir cinco días entre la reunión de la Ejecutiva y el encuentro del Comité.

Así las cosas, los dirigentes andaluces esperan que el próximo lunes 11 el equipo de Sánchez ponga fecha al comité. Por otro lado, y con independencia de la fecha en la que tenga lugar el Congreso, está por ver si Sánchez tiene competidores por la dirección del partido. Evidentemente todas las miradas apuntan a Susana Díaz, mientras la líder andaluza guarda silencio por ahora y sopesa sus opciones. En su entorno, eso sí, comienza a extenderse la sensación de que esta podría ser su última oportunidad para dar el paso porque, como comenta otro miembro del partido, "no se puede amargar eternamente". Y Díaz lo ha hecho ya en varias ocasiones, recuerda.

Pactos endiablados

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Los socialistas andaluces también matizan que su rechazo a la gran coalición con el PP no implica que hayan cambiado de opinión sobre las posibilidades de formar una mayoría alternativa a los conservadores gracias a los votos con Podemos. De hecho, sostienen que "los que hacían cuentas hacia la izquierda van viendo que no salen y van estando ya en otra fase". Entre otras cuestiones, porque "los Podemos catalanes" –como se refieren a En Comú Podemos, la coalición en la que participó el partido de Iglesias en Cataluña– ya han dicho "que sin referéndum no hay acuerdo", porque "el pacto de izquierdas no sale bajo ningún concepto".

Los contrarios al acuerdo PSOE-Podemos advierten de que no sólo habría que recabar apoyos para la investidura, sino que el Gobierno dependería del partido morado para aprobar los recortes exigidos por las autoridades europeas para 2016 o para sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado cada año. En definitiva, que no sólo se trata de alcanzar el poder sino de tener garantizado cierto margen para la "gobernabilidad", y que los de Iglesias pueden ponerlo muy difícil. "Nos pueden hacer la vida imposible", dice un dirigente andaluz que pone como ejemplo las dificultades del asturiano Javier Fernández para sacar adelante las cuentas de Asturias.

Finalmente, califican de "trampa" plantear un posible Gobierno a tres con Podemos y Ciudadanos, porque los de Albert Rivera "ya han dicho que no". La idea del tripartito la esbozó este domingo el presidente de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, quien no descartó ninguna fórmula y quien, después de rechazar de forma clara un acuerdo con el PP y ser preguntado por un posible pacto entre Sánchez, Iglesias y ERC planteó: "¿Y por qué no Ciudadanos?". 

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