La nueva lesgislatura

El presidente del Congreso nunca tardó más de 17 días en fijar la fecha del pleno de la investidura

Un mes y dos días después de las elecciones del 26J, el rey Felipe VI propuso a Mariano Rajoy como candidato a la investidura como presidente de Gobierno. Este martes se cumplen doce días desde aquel 28 de julio y la actual presidenta del Congreso, Ana Pastor, aún no ha fijado la fecha en la que tendrá lugar el pleno para investir al futuro presidente, una tarea que, según la Constitución, le corresponde a ella en exclusiva.

El tiempo transcurrido se aproxima al que dejó pasar Patxi López tras los comicios del 20D, que tardó 13 días en determinar la fecha de investidura desde que el rey propusiera como candidato al socialista Pedro Sánchez. El récord, no obstante, se remonta a 1996, cuando el por entonces presidente del Congreso, Federico Trillo, se demoró 17 días en señalar la fecha de investidura de José María Aznar, que se hacía con la Presidencia después de la derrota de Felipe González.

El pasado 12 de febrero Rafael Hernando, portavoz del Grupo conservador, enviaba una carta a Patxi López [consultar el documento aquí] en la que le instaba a fijar la fecha de investidura cuanto antes. Hernando apuntaba al artículo 170 del Reglamento del Congreso para argumentar que, una vez recibida la propuesta de candidato, debería ser convocado el pleno de investidura, atendiendo al "espíritu imperativo, de obligado cumplimiento" de la norma. En este sentido, el conservador observaba que no haber convocado la fecha de la sesión era "de todo punto arbitrario y carente de un mínimo de responsabilidad".

Las tornas se han cambiado ahora tras las elecciones del 26J. La actual presidenta del Congreso cumple 12 días sin fijar fecha de investidura mientras que el PSOE no parece tener claro cuándo quiere que ésta se celebre: mientras que Juan Luis Gordo, miembro socialista de la Mesa, reclamó el lunes que esta misma semana se conociera la fecha definitiva, la número uno del PSC, Meritxell Bastet, otorgaba de margen todo el mes de agosto.

De no decidirse por una fecha en lo que queda de semana, Ana Pastor ostentará el récord de ser el presidente del Congreso que más ha demorado su decisión, categoría que hasta ahora había recaído en su colega de filas, Federico Trillo, después de que en 1996 tardara 17 días en marcar en la agenda la investidura de José María Aznar.

Un máximo de 24 horas

Los casos de Federico Trillo y Patxi López, no obstante, son excepciones que rompen con la práctica habitual durante las últimas once legislaturas: menos de 24 horas después de que el rey propusiera al candidato, el presidente del Congreso daba a conocer la fecha del pleno de la investidura. 

La primera y más notable excepción se produjo tras las elecciones generales de 1996, en las que José María Aznar conseguía desbancar a los socialistas como fuerza con más diputados. La dificultad de alcanzar los apoyos necesarios para formar Gobierno supuso una demora de dos meses desde la celebración de las elecciones el 3 de marzo hasta la investidura, que tuvo lugar los días 3 y 4 de mayo. El dirigente del PP por aquel entonces consiguió ser investido presidente gracias al respaldo de Coalición Canaria, Convergència i Unió (CiU) y el Partido Nacionalista Vasco (PNV). Entretanto, Trillo tardó 17 días en decidir la fecha en la que se celebraría la sesión de investidura desde el encargo del rey Juan Carlos.

Las primeras elecciones democráticas tras la muerte de Franco, en 1979, dieron el poder a un Adolfo Suárez propuesto por el rey un 28 de marzo e investido tan sólo dos días después. Por entonces, el presidente del Congreso, Landelino Lavilla Alsina, fijó la fecha de investidura el mismo día en que el monarca propuso el nombre de Suárez. En 1982, Gregorio Peces-Barba, presidente de la Cámara, marcó la fecha de investidura de Felipe González para el 30 de noviembre. Peces-Barba decidió el día de la celebración del pleno casi al mismo tiempo que el rey proponía al candidato socialista.

Ya en 1986, el presidente de la Cámara baja, Félix Pons, decidió la fecha de la investidura de González –que fue el 22 de julio– tan sólo un día después de la propuesta del rey, el 17 de julio. Cuatro años después, Pons repitió como presidente del Congreso y tardó un día en decidir la fecha de investidura del líder socialista, que repitió en el Gobierno una legislatura más. La misma situación se produjo en 1993, cuando el presidente de la Cámara decidió la fecha de investidura el mismo día en que Juan Carlos I proponía a González para presidir el Ejecutivo.

En 1996 tuvo lugar el récord histórico protagonizado por Federico Trillo y José María Aznar. Entrados en el 2000, la presidenta del Congreso, Luisa Fernanda Rudi, tardó únicamente 24 horas en decidir la fecha de investidura de José María Aznar, que había ganado esta vez las elecciones por mayoría absoluta.

Con la victoria de José Luis Rodríguez Zapatero en 2004 y la llegada de Manuel Marín a la Presidencia del Congreso, el tiempo en fijar la fecha de investidura volvió a quedar por debajo de las 24 horas. Cuatro años después, José Bono continuó en la misma línea al convocar la investidura de Zapatero el mismo día en que Juan Carlos I proponía su nombre para presidir el Gobierno.

Finalmente, la llegada de Mariano Rajoy en el año 2011 como vencedor por mayoría absoluta en las elecciones, derivó también en que Jesús Posada, presidente del Congreso, no se demorara ni 24 horas en convocar el pleno desde el encargo real.

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