La portada de mañana
Ver
El PSOE se lanza a convencer a Sánchez para que continúe y prepara una gran movilización en Ferraz

La situación en el PP

La rebelión interna en el PP fuerza la segunda caída de Soria en cinco meses

El Gobierno concede 6 canales nuevos de TDT en abierto

El lunes a primera hora un rumor corrió como la pólvora en sectores del Partido Popular y del Gobierno: José Manuel Soria, exministro de Industria, que renunció en abril a su cargo tras haber mentido por su vinculación con empresas ubicadas en paraísos fiscales, iba a anunciar que no optaría al cargo en el Banco Mundial para el que había sido propuesto. Hubo barones y dirigentes que respiraron aliviados. Pero su optimismo se disipó antes de la hora comer cuando escucharon al presidente del Gobierno en funciones, desde la Cumbre del G-20 que se celebraba en China, hacer una cerrada defensa de su amigo Soria, de su idoneidad para el puesto y de lo correcto del proceso. Este martes, cuando casi la totalidad de los barones regionales del PP habían manifestado en público su rechazo a la candidatura y a las formas empleadas, los rumores fueron más fuertes. Esta vez sí se cumplieron.

"Menos mal. Esto no iba a ningún sitio", admitía uno de los dirigentes regionales más críticos con esta operación ya frustrada en conversación con infoLibre.

Con el paso dado por Soria, Rajoy esquiva parte del enfado que esta decisión ha provocado puertas adentro del PP y también deja de dar munición a una oposición que la semana pasada rechazó en dos votaciones su investidura como presidente del Gobierno. Este mismo miércoles presenta una conferencia de Alfonso Alonso, exministro de Sanidad y candidato a lehendakari, en el Nueva Economía Forum y sus colaboradores temían que, como ocurrió el lunes con un acto similar protagonizado por Alberto Núñez Feijóo, candidato a la Xunta de Galicia, el polémico fichaje eclipsase cualquier otro mensaje.

No obstante, Rajoy y el ministro de Economía en funciones, Luis de Guindos, cuyo departamento avaló la candidatura de Soria, tienen un problema que no desaparece de forma paralela a la renuncia del hombre que ya tuvo que dejar el Gobierno el pasado abril: explicar por qué, siempre según el relato del exministro, Moncloa le pidió que diese un paso atrás cuando horas antes defendían que habría sido ilegal no proponerle y que, como funcionario, había participado en "un concurso". Unos argumentos que, por cierto, chocan con la realidad.

Como ha publicado este diario, no existe una norma que establezca cómo se cubre esa vacante, de forma que no se sostiene que habría sido "ilegal" optar por otro candidato, como señalaron el propio Rajoy, De Guindos y la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría. Y tampoco, como dijo Rajoy este lunes, se convocó un "concurso" para que quienes querían optar a la plaza lo hiciesen como ocurre con la mayor parte de los puestos de la Administración

Ni en Presidencia del Gobierno ni en Economía explicaron este martes de qué miembro del Gobierno había partido la petición a Soria para que renunciase. En Moncloa rechazaron incluso confirmar la noticia, desvelada por la agencia Efe citando a fuentes del departamento de De Guindos.

Un partido en ebullición

Salvo excepciones, como esta en la que nos encontramos, el Partido Popular se comporta como un partido muy disciplinado. Al líder, Rajoy, no se le suele toser. En las reuniones internas se impone el cierre de filas y las decisiones tomadas por la cúpula o por el Gobierno o no se discuten o ven raramente la luz. Pero esta vez los dirigentes regionales han dicho basta y, desde el sábado, con cuentagotas, parecían haberse conjurado para desmarcarse de la propuesta de Soria para ocupar un puesto ejecutivo en el Banco Mundial. En parte, Rajoy entrega la cabeza de Soria para frenar una rebelión interna de dirigentes y barones que se oponen a que se favorezca a una persona que ya no tiene ningún cargo orgánico en el partido.

Arrancaron el sábado el presidente de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, y Cristina Cifuentes, pidiendo explicaciones a los responsables del nombramiento a las puertas de Génova, 13, sede nacional del PP, a su llegada al Comité Ejecutivo Nacional del PP que la cúpula del partido había convocado para escenificar un cierre de filas en torno a Rajoy tras su doble fracaso en el Congreso de los Diputados.

Luego, a puerta cerrada, ni Rajoy ni ninguno de los miembros de ese órgano de partido mencionaron el asunto. Sólo María Dolores de Cospedal, secretaria general del partido, se vio obligada a pronunciarse al respecto a preguntas de los periodistas en la rueda de prensa. La propuesta de Soria, llegó a decir, nada tenía que ver con la regeneración. Lo decía justo una semana después de que su partido firmara un pacto para la investidura de Rajoy con Ciudadanos en el que muchos de los acuerdos tenían que ver precisamente con la regeneración, la trasparencia y las medidas contra la corrupción

Es verdad, como dijo Cospedal y como reflejó el propio Soria en su carta al secretario de Economía con la renuncia, que no está imputado en ningún escándalo de corrupción. Pero la propuesta, coinciden las fuentes consultadas "tenía difícil venta". En este sentido, subrayan, uno de los motivos por los que el exministro no optará al puesto podría ser el temor a que el Banco Mundial echase atrás la propuesta del departamento de De Guindos.

Los barones siguen los pasos de Herrera y Cifuentes

A Herrera y Cifuentes, que el lunes consideró abiertamente que a Soria no se le debía haber propuesto para ese cargo, se sumarían después otros dirigentes de peso en el partido como Feijóo, el presidente del PP de Extremadura, José Antonio Monago; el de Andalucía, Juan Manuel Moreno; la de la Comunidad Valenciana, Isabel Bonig, o la líder del PP en el Ayuntamiento de Madrid, Esperanza Aguirre

Soria renuncia al cargo en el Banco Mundial ante el escándalo por su nombramiento

Soria renuncia al cargo en el Banco Mundial ante el escándalo por su nombramiento

Tampoco había pasado inadvertido que el viernes, tras hacerse pública la noticia, la vicepresidenta del Gobierno se desmarcase de la misma, al igual que el ministro de Hacienda Hacienda, Cristóbal Montoro.

Los dirigentes consultados por infoLibre coinciden en que la decisión de Economía fue poco "estética". Como poco estético, añaden, fue que Rajoy admitiera ante la prensa conocer la intención de Soria de optar al puesto desde hace unos meses. "Es la noticia que menos falta nos hacía tras perder la investidura, en plenas negociaciones para la formación de Gobierno y cuando estamos a las puertas de unas autonómicas en Euskadi y Galicia. Si queremos desbloquear algo, si queremos tener los mejores resultados posibles en esas autonómicas y si queremos ser un partido creíble esa noticia no nos hacía falta", valora un dirigente regional.

Otras fuentes sostienen que el principal fallo ha estado en la comunicación y que una vez que Santamaría se desvinculó de la propuesta de Soria al Banco Mundial ya abrió la veda para que otros compañeros de partido hicieran lo mismo. "Si desde el Gobierno el primer mensaje que se lanza es el de mirar hacia otro lado es muy difícil que los demás lo defiendan", valoran al tiempo que admiten que la "presión añadida" de medios de comunicación que habitualmente se ubican próximos al Ejecutivo "ha hecho mucho daño".

Más sobre este tema
stats