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¡Y tú más!

Mario Martín Lucas

La corrupción es el cáncer de nuestra política. Sin embargo cuando un líder de un partido afectado por este mal, es cuestionado al respecto, bien en una comparecencia parlamentaria, bien por los medios de prensa, la respuesta siempre es poner el foco en los casos de corrupción de los rivales, justificándose en la presunción de inocencia propia, en los casos aislados, por más que sean o, directamente, envolviéndose en una bandera, alertando del ataque que esas referencias tienen contra el proyecto nacional, sea el que sea.

Así cuando un responsable del Partido Popular es requerido para dar explicaciones sobre los casos Gürtel, Púnica, Bárcenas o Matas, la respuesta siempre se relaciona con la trama de los ERE en Andalucía, o si el cuestionado es el Sr. Mas, en referencia a las “comisiones al 3%”, el caso Palau, el caso ITV o el confeso evasor fiscal Jordi Pujol, la respuesta será que CDC no ha sido el único partido que ha recibido comisiones por las adjudicaciones públicas realizadas o que las investigaciones son, en realidad, un ataque contra la senyera, confundiendo, intencionadamente, Cataluña con sus intereses particulares.

Tanto el propio Sr. Mas, como el Sr. Rajoy, dicen que no han tenido constancia de cobro de comisiones por sus respectivos partidos, ¡faltaría más! …pero tampoco asumen las responsabilidades políticas por los nombramientos de cargos de sus formaciones que han resultado no ya imputados, sino condenados. Tampoco fue muy ejemplar el PSOE a la hora de depurar las responsabilidades de los señores Chaves y Griñán, por más que ellos negaran haberse beneficiado directamente de la trama de los ERE, pero lo cierto es que se desarrolló bajo sus presidencias en Andalucía, con un despilfarro para las arcas públicas estimado en 3.000 millones de euros.

Este país, España, necesita pasar página de la corrupción, que los corruptos sean condenados, que devuelvan el dinero esquilmado, pero también que sus formaciones políticas y los dirigentes que no detectaron esas prácticas bajo su liderazgo, depuren sus responsabilidades, ¿merecería confianza un presidente de una empresa, que hubiera nombrado a un tesorero capaz de desviar 40 millones euros a paraísos fiscales en cuentas a su nombre?, ¿qué pensarían los accionistas de esa compañía?, ¿se entendería capacitado a ese presidente para gestionar los retos, a futuro, de la empresa?, ¿por qué en una formación política sí?

La respuesta a la corrupción en España no puede ser… ¡y tú más!, afecte al Sr. Pujol, al Sr. Bárcenas, al Sr. Trillo, al Sr. Fabra, al Sr. Millet, al Sr. Granados, al Sr. Roldán, al Sr. Prenafeta, al Sr. Pujalte, al Sr. Sumarroca, al PP, a CDC, al PSOE o quien sea.

Durante casi 40 años el PP y el PSOE se han sucedido en los gobiernos de España, con apoyos puntuales, a unos y a otros, de CDC a través de la extinta CiU, quizás la clave de este periodo la brindó Jordi Pujol en su comparecencia en el Parlament cuando dijo aquello de “si cae una rama del árbol, al final caerán todas”.

Y la afirmación del ex molt honorable puede ser complementada con la cita de Groucho Marx: "No permitiré injusticias, ni juego sucio, pero si se pilla a alguien practicando la corrupción sin que yo reciba una comisión, lo pondremos contra la pared… ¡Y daremos la orden de disparar!".

Lo dicho, ¿corrupción en España?: …¡y tú más!

Mario Martín Lucas es socio de infoLibre

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