Librepensadores

No tendremos nada que no merezcamos

Mario Diego Rodríguez

Después de haber pasado un mes haciendo declaraciones una tras otra, y en las cuales, “unánimemente” todos los partidos pretendían acelerar las pautas constitucionales para tratar los problemas sociales más urgentes, no pienso que la clase trabajadora –y en general la población más castigada por las medidas tomadas desde mayo 2011 hasta hoy– tengamos mucho que esperar.

Abundantes comentaristas políticos respiran satisfechos porque el jefe del Estado ha mandatado a Pedro Sanchez para formar Gobierno, lo que según ellos ha permitido el desbloqueo político. Yo diría más bien, que si toda esta pantomima a la que han participado los políticos de los cuatro partidos más votados, ha desbloqueado algo, ha sido el cronometro para medir el tiempo que nos separa de nuevas elecciones. De hecho, la precampaña electoral ha comenzado ya y ahora cada cual trata de encontrar a quien echarle la culpa por la repetición de nuevas elecciones.

Mientras, los medios de comunicación nos entretienen con ese rifirrafe par captar nuestra atención, como si lo que se está jugando sería importantísimo para nuestro futuro cuando la patronal ya ha establecido la hoja de ruta del próximo gobierno, sea el gobierno que sea. "Interesaría, desde el punto de vista de los empresarios que la política no interfiriera en esta situación económica tan favorable porque hay que seguir avanzando con las reformas emprendidas y acometer otras nuevas y necesarias". 

Si a este planteamiento de la patronal, añadimos el hecho de que el futuro económico puede volar por los aires y conducirnos a una crisis, otra más, –semejante a la de los años 30, según algunos expertos, después de observar el temblequeo de las principales Bolsas de valores generado por la recesión económica China y el desplome del precio del petróleo– pienso que ya podemos sospechar por donde van a ir los tiros.

Lo más preocupante para la clase trabajadora no es saber si acabará formándose (o no) Gobierno o si se tiene (o no) que volver a votar, lo más preocupante son los anuncios de nuevos ERE, nuevos despidos, nuevos cierres o nuevas amenazas de cierre de empresas que acabarán incrementando el número de parados y el número de personas en situación precaria. Porque diga lo que diga el PP sobre la supuesta recuperación económica el deterioro de las condiciones de vida y de trabajo siguen agudizándose mientras que banqueros y accionistas siguen enriqueciéndose.

Esta situación no solo debería preocuparnos, si no que ya deberíamos estar preparando la respuesta y ésta no puede ser, únicamente, la esperanza puesta en un eventual Gobierno de “izquierdas” o la esperanza de un mejor resultado en caso de nuevas elecciones, gobernar no es detentar el poder.

Detentar el poder es poseer los medios de producción y por ahora, los que tienen en su posesión los medios de producción son, precisamente, los que ya han, en previsión de ese incierto futuro económico, establecido la hoja de ruta del próximo gobierno, es decir, los que ya han decido que será la clase trabajadora que seguirá pagando la crisis.

La respuesta sólo pueden ser las movilizaciones en la calle para llegar poco a poco a unirlas y hacerlas desembocar en una movilización general en el conjunto del país. Es la única respuesta que puede garantizar que no seamos los que sigamos pagando los platos rotos que otros han quebrado.

Mario Diego Rodríguez es socio de infoLibre

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