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Libros

Guadalajara en un llano, el libro en la zona oscura

Una edición pasada de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara.

El próximo día 29, y hasta el 7 de diciembre, abrirá sus puertas en Guadalajara (México) la Feria Internacional del Libro (FIL), mucho más que una feria internacional del libro. Fundada hace 28 años por la Universidad la capital del estado de Jalisco, fue concebida para profesionales aunque se llena de público, y es un encuentro de negocios donde la gente se lo pasa bien porque hay de todo para todos y la gente participa en las actividades con entusiasmo.

Para hacernos una idea, nada mejor que resumir el evento en cifras: la edición de 2013 vio pasar a 750.987 visitantes, 1.932 editoriales, 43 países, 20.386 profesionales del libro, 297 agentes literarios... En fin, léanlo ustedes mismos. ¿Cuánto dinero se movió? El volumen de negocio rondó los 30 millones de euros (venta al público y transacciones profesionales), un 15% más que en 2012; se calcula que los beneficios para la ciudad estuvieron en torno a los 240 millones de euros.

¡Bien por los mexicanos! La cuestión, vista desde aquí, es saber qué importancia tiene la FIL para el libro en español y para los editores que en los próximos días van a cruzar o no el charco.

"Es una pregunta difícil de contestar ―me dice Claudio López de Lamadrid, Director Editorial de Penguin Random House Grupo Editorial―. La FIL es sin duda la feria más importante del año para el libro en lengua española, pero aún no lo es del modo en que lo son la Feria de Frankfurt, la de Londres o la de Bolonia, en las que el volumen de negocio es mucho más importante. La FIL se está esforzando mucho en aumentar el área de agentes internacionales mediante un inteligente programa de incentivos e invitaciones a los agentes de todo el mundo, y eso es algo que se puede comprobar año a año."

Lo interesante para él es que reúne en muy pocos días a un número sustancial de profesionales y a un número importantísimo de escritores, y en ese sentido es un punto de intercambio óptimo. Además, "al tener lugar también en una ciudad sin tradición editorial, todos los contactos se hacen en el marco de la feria, lo que también la hace especialmente atractiva. Es una feria menos dispersa que la de Nueva York o Buenos Aires, por ponerte dos ejemplos de dos ferias que suceden tanto en el recinto de las mismas como en los despachos de las ciudades".

Antonio Mª Ávila, director ejecutivo de la Federación de Gremios de Editores de España (FGEE), también la considera capital, una de las citas importantes del calendario de ferias para la industria del libro en español y, "junto con LIBER, uno de los grandes momentos del año para el negocio de las editoriales españolas de cara al mercado de América Latina". En su opinión, lo más relevante es que constituye "una oportunidad para mantener e incrementar el nivel de exportaciones del sector del libro a Latinoamérica. Según los datos del Informe Comercio Exterior del Libro 2013, América Latina se mantiene como segundo destino de las ventas del conjunto del sector del libro, con 173 millones de euros. No obstante, si hablamos de las ventas del sector editorial, es el primer destino de las exportaciones españolas, con 168 millones de euros de facturación en este mercado".

La importancia del mercado latinoamericano

Recuerda Ávila que el sector del libro español optó hace ya más de una década por tener mayor presencia en otros mercados, y "América Latina, por cuestiones culturales y de lengua, es nuestro mercado natural. De hecho, hay muchas empresas que cuentan con filiales en estos países desde hace ya muchos años, no sólo como consecuencia de la caída de las ventas en España."

Una de ellas es la que López de Lamadrid representa. "América Latina es crucial para nuestro grupo. Lo fue mientras fuimos Random House Mondadori, y más ahora como Penguin Random House tras la incorporación de los sellos de Santillana". Sí, en el año 1 de la gran fusión, es consciente de que todo el mundo tendrá puestos los ojos en ellos. "Para empezar ya no tenemos dos estands, sino uno muy muy grande, en el que estarán presentes todos los sellos de PRH y aquellos que tenemos en distribución."

Un gran conglomerado editorial vive en una órbita distinta. PRH tiene oficina y estructura editorial en todas las capitales importantes del continente americano, y programas independientes en cada uno de los países. "Nuestro grupo siempre se ha caracterizado por la autonomía de cada uno de sus territorios en el marco de una coordinación editorial. Y en ese sentido, los programas editoriales de cada país son, principalmente, programas que tienen que ser localmente fuertes."

Le pregunto si, en estos tiempos de vacas flacas en España, América Latina es la salvación y me contesta que nunca la han contemplado así, porque "eso significaría tratarlo como un territorio subsidiario, un lugar al que enviar los restos y las sobras de la producción española. América Latina no representa el futuro de la industria editorial española. Representa el presente".

Y hay que agarrarse a él con uñas y dientes. "Es casi cuestión de vida o muerte para las editoriales ―confirma Mili Hernández, editora de Egales―. La caída de las ventas en España hace que hasta la editorial mas pequeñita busque otros mercados y Latinoamérica es nuestro mercado natural, las librerías están vivas, los lectores ansiosos de leer lo que aquí se publica y el crecimiento económico de estos países también ayuda."

Por eso, prepara ya sus maletas a pesar del esfuerzo económico que viajar supone. "Montando mi estand cada año, recupero la ilusión para poder seguir publicando. En mi caso, al ser la única editorial especializada en literatura LGBTQ con presencia en Guadalajara, siento el orgullo del trabajo bien hecho; llevar los libros que a muchos/as gays y lesbianas les han ayudado a ser un poquito más felices y, al mismo tiempo, denunciar los prejuicios hacia esta literatura en el mundo del libro."

Otros, sin embargo, este año se quedan en casa. "En los últimos años hemos asistido con frecuencia a la FIL con la intención de mejorar nuestra presencia en México y cerrar acuerdos con distribuidores locales de América Latina ―explica Diego Moreno, de Nórdica―. Ya tenemos distribución local en todos los países importantes y ahora preferimos centrarnos en otros países. El año que viene iremos a Colombia, Argentina y, posiblemente, también a México, pero antes de la FIL, para ver a libreros y periodistas." Asegura Moreno que en América vende cada día más, pero no cree que la salvación esté ahí. "Debe suponer un 15-20% de las ventas, que tampoco está mal. De momento no nos podemos quejar de cómo nos va en España y las ventas de allá son alegrías que nos ayudan a llevar mejor la situación en nuestro país. Nuestra lucha es por consolidarnos en el mercado nacional, sin abandonar la exportación, claro."

El desembarco

Entre quienes montan su propia caseta y los que optan por quedarse en casa, están aquellos que, para no perderse el evento, aceptan la hospitalidad de la FGEE. En total, echa cuentas Antonio Mª Ávila, "más de un centenar de editoriales españolas tendrán presencia en la Feria de Guadalajara. A las 24 editoriales que participarán dentro del estand de la FGEE, otras 84, contarán con estand propio o irán en el estand de otras instituciones como las asociaciones de editores de Madrid y Andalucía o la Conselleria de Cultura de la Generalitat Valenciana".

Además, habrá editoriales otras 50 editoriales que se refugiarán en puestos de sus distribuidores. Por ejemplo, Maeva, que pondrá sus libros en el estand de su distribuidor y coeditor en América Latina, Océano. Porque estar hay que estar, "es una de las ferias más importantes de lengua castellana y es la gran fiesta del libro ―dice su directora ejecutiva, Maite Cuadros―. Siempre es importante el mercado americano, y claro en estos tiempos es importante poder contar con otros mercados, debido a la situación actual en España". Pero así es menos doloroso para el bolsillo.

Anotemos que en el stand de la FGEE tiene una participación el Instituto de Comercio Exterior, y que la Feria da una bolsa a algunas editoriales, si bien la mayoría acude con sus propios recursos.

¡A currar!

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Las agendas están ya repletas de citas. "A lo largo de los diez días de feria tenemos programados 75 actos, entre presentaciones y firmas de libros. ¡75! ―se asombra López de Lamadrid―. Eso significa un esfuerzo enorme de logística, y un trabajo ímprobo para aquellos departamentos directamente afectados, como puede ser el departamento de prensa y relaciones públicas. Esta feria, en la que como sabes es fundamental la presencia de un público numerosísimo, siempre ha sido un reto para nosotros, por lo que imagínate lo que va a ser este año."

Hernández, por su parte, cuenta ya unas 20, "pero en la Feria lo que hacemos fundamentalmente es trabajar con nuestros lectores para que inciten a las librerías a tener nuestros libros".

Grandes y pequeños, la consigna es la misma que la ranchera canta para Jalisco: no te rajes.

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