ANIVERSARIO CNMV

Los escándalos pendientes marcan a una CNMV con una presidenta 'política'

La CNMV sancionará a nueve grupos financieros por la venta de preferentes

Elvira Rodríguez (PP), ex ministra, ex diputada (Murcia, Jaén), ex senadora, ex presidenta de la Asamblea de Madrid y actual presidenta de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV),ex presidenta de la Asamblea de Madrid cumplió el 7 de octubre un año al frente del organismo. El aniversario coincide con una etapa crítica en una economía sumida en una profunda crisis y con escándalos no resueltos como la salida Bolsa de Bankia o la esfafa de las preferentes.

Probablemente, en ningún otro momento fue tan necesario que un órgano supervisor de los mercados como la CNMV demostrara su utilidad y su cúpula, su independencia. Tanto del poder político como del financiero.

Rodríguez, a la que no le gusta que le recuerden sus vinculaciones políticas,recibió numerosas críticas en el momento de ser nombrada. El fuego graneado fue similar al que su partido, el PP, lanzó contra su predecesor en el cargo, Julio Segura, cuando este fue nombrado en 2007: el argumento crítico fue que Segura (como ahora Rodríguez) mostraba un grado de independencia insuficiente.

Elvira Rodríguez fue cuestionada por dos razones: su estrecha relación con el PP, que podría condicionar, supuestamente, su independencia al frente del organismo y su falta de especialización en la supervisión de los mercados.

Frente a las críticas, Rodríguez esgrimió su curriculum. No sólo el político, también el profesional. Rodríguez es licenciada en Ciencias Económicas por la Universidad Complutense de Madrid y fue auditora del Estado. Hasta aquí el perfil profesional. Además, está el político: fue directora General de Presupuestos(1996); Secretaria de Estado de Presupuestos y Gastos (2000); Ministra de Medio Ambiente (2003-2004);

Consejera de Transportes de la Comunidad de Madrid (2006-2007); presidenta de la Asamblea de Madrid (2007-2011) y senadora (2011).

Política o títulos

¿Suficiente curriculum? ¿Excesivamente político? Depende. Lo que sí es claro es que quien pilota un organismo como la CNMV debe estar dispuesto a enfrentarse a asuntos complejos y estrategias sofisticadas diseñadas para eludir controles. Y para ello hay que saber.

Son cuestiones variadas como el gobierno corporativo; los abusos de mercado y la estructura de mercados; la negociación de alta frecuencia (HFT); las ventas a corto; los margin requirements for non-centrally cleared derivatives, el shadow banking (banca paralela y sin control) en conexión con mercados y los productos desregulados (exchange traded funds),

¿Está preparada Rodríguez? En la CNMV, por supuesto, sostienen que sí. Que sobradamente. Añaden que Rodríguez forma parte, además de un consejo de ocho miembros que toman decisiones de forma colegiada, con el apoyo de un amplio consejo consultivo y de profesionales reconocidos.

El argumento no convence a todos.  Jesús Fernández Villaverde, Profesor de Economía en la Universidad de Pennsylvania y colaborador del blog Nada es Gratis llegó a dar una charla en Madrid en la que mostró en dos láminas los curriculums de la entonces presidenta de la CNMV de EE UU (la SEC) Mary Shapiro (20 años en tareas de supervisión de mercados)  y Elvira Rodríguez. No había color.

Conclusiones

Aunque el mandato de Elvira Rodríguez es para cuatro años, en su primer año de gestión ya se pueden sacar algunas conclusiones. Tres al menos. Sencillas pero importantes. La primera, Rodríguez no cargará contra las decisiones de su predecesordecisiones de su predecesorque, por ejemplo, dio luz verde a la salida a Bolsa de Bankia. Segunda: diferencia muy claramente (como el que fue su superior, el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro) entre moralidad y legalidad y no le tiembla la mano a la hora de manejar los nombramientos en el organismo.

Por partes. Sobre la salida a Bolsa de Bankia, Rodríguez no tiene dudas. Quien la autorizó hizo lo que debía. Lo expresó así públicamente: "en su momento y desde el punto de vista del supervisor", la salida a Bolsa de Bankia "fue correcta" pese a que con el tiempo se ha demostrado que "no fue una operación adecuada".

En realidad, la operación fue un verdadero desastre desde el punto de vista económico, al menos para los suscriptores individuales.desastre Para empezar, los títulos que debutaron en el parqué a 3,75 euros sufrieron un contrasplit en marzo de este año -agrupación de acciones de 100 a una- que diluyó su valor significativamente. 

Legalidad y moralidad

En general, Rodríguez ratifica la tesis del ministro Montoro sobre los que han manejado bancos y caja: una cosa es la legalidad y otra la moralidad.

Probablemente, sostienen los más críticos con Rodríguez, la responsable de la CNMV no podía hacer otra cosa. Por apoyar a la institución y a quien autorizó la operación y, detalle no menor, porque Bankia fue una pieza de toda una estrategia política que debía procurar el saneamiento del sector.

Lo señalaban autores como Luis Garicano o Tano Santos en sus trabajos para la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea): "La salida a bolsa de Bankia en 2011 era una pieza importante de la política seguida para la resolución de nuestra crisis bancaria". Lógicamente, es poco probable que Rodríguez cargue contra una pieza importante de la política que diseñaron y aprobaron antiguos correligionarios. 

Esquivar preguntas

Con Bankia sometida a investigación judicial, lo que permite esquivar muchas preguntas incómodas, la CNMV tuvo que poner todas las lupas en el escándalo de las preferentes. Resultado: 22 expedientes abiertos a nueve entidades financieras.22 expedientes

Los expedientes acabarán muy probablemente en sanción (un expediente se abre cuando hay base jurídica). El de las preferentes estará entre los asuntos más mediáticos a los que se enfrente Elvira Rodríguez en su primer año.

A Rodríguez no le falta trabajo. En Pescanova, el escándalo de supuestas ventas ficticias, cuentas no supervisadas y esquema piramidal de financiación ha acabado en los juzgados. Pero la CNMV mantiene abiertos media docena de expedientes a directivos por supuestas infracciones. Los expedientes están parados a la espera de las resoluciones judiciales.

Otro asuto espinoso, el expediente abierto a Jaime Botín (expresidente de Bankinter, hermano de Emilio Botín) por haber ocultado su participación real en la entidad que presidió ya está resuelto: sanción e inhabilitación que la CNMV hará pública cuando se diriman los recursos (si los hay).

"Los planes de Elvira Rodríguez se centran en acercar la institución al inversor" sostiene un portavoz de la CNMV. "Transparencia, dar una respuesta rápida a reclamaciones y consultas, acercar las sanciones al hecho que las motivó y, sobre todo, poner en marcha la supervisión preventiva". Ésas son las prioridades.

Son también las ideas que tiene que poner en marcha un equipo que Elvira Rodríguez quiere de confianza. Ejemplo: el nombramiento del responsable del servicio jurídico de la Comisión. El elegido fue Fabio Pascua, funcionario de carrera del cuerpo de letrados de las Cortes Generales. Pascua fue secretario general de la Asamblea de Madrid en la legislatura 2007-2011, en la que Rodríguez ocupó la Presidencia de la Cámara. Munición para la crítica.

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Pascua ocupó un puesto estratégico al que aspiraba la directora del Servicio de lo Contencioso y Régimen Sancionador de la CNMV, Cristina Vidal. Ocupada la silla, Vidal presentó la dimisión. Lo hizo en un momento importante: en pleno tornado por Bankia, lo que dio pie a muchas lecturas.

Fuentes de la Comisión señalan que la salida de Vidal, abogada del Estado fue una cuestión "personal" provocada porque no fue confirmada en un puesto, el ocupado por Pascua, que había cubierto sin nombramiento durante un año. Vidal, efectivamente, cubrió la vancante que dejó el paso al FROB, desde la CNMV, de Alfonso Cárcamo, un hombre de confianza del subgobernador del Banco de España, Fernando Restoy.

Con los puestos clave controlados, Elvira Rodríguez tiene por delante un gran reto: favorecer, desde la presidencia de un organismo clave, el leve soplo de regeneración que vive el mundo empresarial y societario tras años de excesos, estafas e impunidad.

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