Lo que Montoro no dice de los Presupuestos

Los pensionistas perderán poder de compra y los altos directivos de la Administración ganarán más

El ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro

En 2015, los presupuestos de la "consolidación de la recuperación" serán también los de "la devolución  a la sociedad" de los sacrificios realizados. Es palabra de ministro de Hacienda; es palabra de Cristóbal Montoro. Pero, a la vista de los números, la "devolución" no va a ser igual para todos. Entre letra pequeña y porcentajes escondidos, se ocultan malas noticias para algunos -por ejemplo, para los pensionistas- y muy buenas para otros, como es el caso del personal de alta dirección al servicio de las Administraciones Públicas. Los pensionistas van a perder capacidad de compra en 2015 y directivos y altos cargos van a cobrar más. Así lo recoge el proyecto del Gobierno.

El tema más sensible es el de las pensiones. El proyecto de presupuestos prevé la subida mínima prevista tras la reforma del sistema, un 0,25%. Para una pensión media de 1.000 euros, el aumento supone apenas 2,5 euros al mes. Es poco, admiten fuentes ministeriales, pero como los precios -la inflación- apenas crecen, puede suceder que las pensiones, tanto en 2014 como en 2015, no pierdan poder adquisitivo.

El argumento, cuando el IPC de los últimos doce meses se situó en septiembre en negativo (-0,2%), apuntala el mensaje del optimismo. Pero no se lo cree ni el mismo Gobierno.

El deflactor del PIB

En el cuadro macroeconómico, que es el cimiento sobre el que se asientan las cuentas del próximo año, se recoge un indicador -llamado deflactor del consumo privado- que sirve para calcular la evolución real de la economía. En 2015, ese indicador -similar al que se estima para el producto interior bruto- es el 0,6%. No es el IPC, pero puesto en relación con la subida mínima de las pensiones permite concluir que el Ejecutivo prevé una pérdida del poder adquisitivo de los nueve millones de pensionistas. Las pensiones subirán el 0,25%, pero en una economía que engordará más del doble de ese porcentaje. El resultado será una mengua para el bolsillo de un colectivo muy vulnerable.

Todo lo contrario de las noticias que el plan presupuestario del Gobierno dirige a los mejor situados en la Administración del Estado. El gasto previsto en 2015 para la "alta dirección" al servicio de la Administración ascenderá a 612,86 millones de euros. La cifra es un 3,2% superior a la destinada al mismo colectivo en 2014.  Es una subida que contrasta con la congelación, por quinto año consecutivo, del salario de los funcionarios.

La subida para el personal de alta dirección -Hacienda no detalló su número- supone apenas 20 millones de euros más; aparentemente es una cifra menor, pero contrasta con los anuncios de austeridad y recortes que la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáez de Santamaría, ha repetido en diferentes conferencias de prensa tras el consejo de ministros. 

Sin detalles

El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, evitó entrar en detalles en la conferencia de prensa de este martes para presentar el proyecto de presupuestos. Preguntado acerca de la subida para la alta dirección, se limitó a señalar que "los funcionarios públicos están haciendo una labor extraordinaria para salvar a España de la crisis". "¿Qué necesita la Aministración pública?", se preguntó Montoro. Y él mismo se respondió: "también tiene que estar bien retribuida, y eso es lo que tiene que haber en España".

El 20% de los pensionistas son ya la principal fuente de ingresos de su familia

El anexo de personal que acompaña al proyecto de presupuestos no detalla el número de contratados como "alta dirección" en la Administración Pública. Sí detalla, por el contrario, el número de altos cargos, que cifra en 447 en 2015.

Enterradas entre las cifras de la Seguridad Social consta también la previsión de seguir metiendo la cuchara en la hucha de las pensiones que el Gobierno encontró al llegar al poder en 2011 (66.800 millones de euros). En 2015, según figura en el Capitulo VI (página 275)  del proyecto de presupuestos, la cuchara rebañará 9.835 millones para poder pagar las pensiones. Es un 19% menos de lo previsto para este año (12.127 millones), pero otro significativo recorte al colchón.

El recurso a lo ahorrado, en el año en que echará a andar la rebaja fiscal, contrasta con el aumento de las exenciones fiscales. Los beneficios fiscales, en contra de las recomendaciones de buen número de expertos, que las consideran un "coladero", crecen hasta los 40.719 millones (un 6,1% más). Aumentan en sociedades (3.949,74 millones de euros, un 19,3% más); IVA (18.383,92 millones de euros, un 10,6% más) e impuestos especiales (885,93 millones, con un aumento del 7,2% ) y bajan en el IRPF, donde llegarán a 15.216,62 millones de euros, un 1,9% menos. 

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