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Redes sociales

Snapchat saldrá a Bolsa en medio de la incertidumbre sobre su futuro por su guerra con Facebook

Un móvil con la aplicación Snapchat

Snapchat no es la red social más popular en España. Según el último estudio de Iab Spain sobre redes sociales –con datos del 2015–, hay que bajar hasta el puesto 13 en el nivel de conocimiento entre los usuarios españoles para encontrarse con esta aplicación cuyo logo es un fantasma sobre fondo amarillo. Con un 29% se quedaba muy lejos del 100% de Facebook, del 94% de Whatsapp o del 92% de Twitter. Sin embargo, y aunque a la gran mayoría el nombre no les diga nada, cerró el año 2016 con 158 millones de usuarios activos diarios, la gran mayoría en Estados Unidos. Su atractivo principal es que permite sacar fotografías y grabar vídeos añadiéndoles textos y dibujos para enviarlos a una lista de contactos permitiendo controlar el tiempo que serán visibles tras lo cual desaparecen de la pantalla del destinatario y son borrados del servidor –sí, muy similar a los actuales ‘historias’ o ‘estados’ de Instagram, Facebook y Whatsapp–.

Creada en 2010 por Evan Spiegel –actual CEO y de 26 años–, Bobby Murphy –CTO, director de tecnología, de Snap, la firma propietaria de la aplicación de mensajería efímera, y de 28 años– y Reggie Brown –al que pagaron 157,5 millones tras una demanda de derechos de autor–, estudiantes de la Universidad de Stanford, fue llamada inicialmente Picaboo, que se podría traducir al español como ‘mirada furtiva’. El éxito de Snapchat radica en el uso del llamado contenido efímero, muy de moda en las redes sociales. ¿La razón? “Se supone que el contenido que se va a verter en la red social de turno se va a borrar y en un breve lapso de tiempo va a desaparecer como por arte de magia. El usuario de las redes sociales hasta ahora ha entendido que todo lo que escribe en Internet va a quedar escrito para siempre. Sin embargo, con este tipo de contenido, el interlocutor ahora se puede sentir más cómodo y seguro. Más protegido. Por lo tanto, la jugabilidad que ofrece un mensaje ‘no perdurable’ puede hacer que los usuarios sean más espontáneos y viscerales. Más abiertos y divertidos. Y, por supuesto, están mucho más desinhibidos”, explica David Lavilla, profesor de Comunicación Digital y Nuevas Tendencias de la Universidad Europea.

Aunque en sus comienzos se hizo popular por el uso del sexting entre sus usuarios –gracias a la seguridad que ofrece el autoborrado–, a día de hoy es el rey entre los millennials –generación de nacidos entre 1984 y 2004–. Según un estudio publicado en abril de 2015,  el 60% de los dueños de un smartphone al otro lado del Atlántico de entre 13 y 34 años estaban dados de alta en la aplicación. Por algo, hace menos de doce meses, toda marca y medio de comunicación estadounidense que se preciase querían estar en Snapchat, y eso que aún tenían que averiguar cómo sacarle partido a una plataforma con un público muy apetitoso pero que impedía la colocación de enlaces y cuya esencia era el envío de vídeos de 10 segundos que se autodestruyen y la publicación de historias durante solo 24 horas. Era, sin duda, la gallina de los huevos de oro.

Un año después, y aunque va a marcar el hito de ser la primera de lo que se ha denominado ‘unicornios’ –tecnológicas financiadas con capital riesgo que valen más de 942 millones de euros como Uber, Spotify o Airbnb– en salir a Bolsa, todo son dudas alrededor de este paso que, según los medios de Estados Unidos, va a dar Snapchat el próximo 2 de marzo.

 

Snapchat

A primeros de febrero, y tras meses de rumores, la compañía registraba el folleto ante la Comisión de Valores de Estados Unidos (SEC) de cara a la inminente salida al parqué de Nueva York. Las proyecciones iniciales del mercado apuntaban a que Snap podría alcanzar una valoración de entre 18.520 y 23.150 millones de euros. Finalmente, se ha fijado como horquilla de precios entre los 13,19 y los 15,08 euros por acción, otorgándole a la empresa un valor de mercado de casi 21.000 millones de euros. Cifras superiores a los casi 17.000 millones de euros de Twitter cuando salió a bolsa y solo por detrás de las  ofertas públicas de venta (OPV) de los 122.500 millones de Alibaba en 2014 y los 94.250 millones de Facebook en 2012.  “Snapchat no va a estar en estos mismos números pero, si tenemos en cuenta la trayectoria del mercado, es muy posible que obtenga suculentos beneficios. Más aún si consideramos que Snapchat es la red social de moda entre los jóvenes y, por lo tanto, su teórico rango de vida es mayor que el de las redes sociales instaladas en un target más adulto”, admite el profesor Lavilla.

La oferta pública inicial de venta de acciones (OPI), calificada por el Finantial Times como poco convencional, no contemplaría la venta de derechos de voto. Snapchat reserva así para sus fundadores, Evan Spiegel y Bobby Murphy, el poder de decisión. Por tanto, pondrá a la venta un total de 200 millones de acciones sin voto –de las que sólo 145 millones serán nuevas–, que permitirá a Snap y a algunos de sus accionistas obtener hasta 3.016 millones de euros de beneficios. Por ejemplo, los dos cofundadores, aunque pierdan 16 millones de acciones, podrán embolsarse más de 235 millones, además de mantener el poder sobre la compañía.

Pérdidas de 484 millones

Sin embargo, la publicación de este documento ante la SEC también sacó a la luz datos menos halagüeños para Snapchat. Según informa Financial Times y recoge Europa Press, a lo largo del 2016, registró pérdidas de más de 484 millones de euros. "Hemos incurrido en pérdidas de explotación en el pasado, esperamos incurrir en pérdidas en el futuro y puede que nunca logremos ser rentables", aseguran en el documento los cofundadores Evan Spiegel y Bobby Murphy. Este dato recuerda, y mucho, a la salida a Bolsa de Twitter. La red social de microblogging también se lanzó al parqué neoyorquino en números rojos con pérdidas de 74 millones. Tras perder durante los últimos meses de 2015 más del 50% de su valor en mercado, sus acciones valen actualmente unos 15 euros, lejos de los 41 al cierre de su primer día de cotización en noviembre del 2013.

Aunque, a favor de Snapchat hay que destacar que logró durante el 2016 más de 377 millones de euros de ingresos en un modelo basado casi al 100% en la publicidad. Una cifra bastante espectacular si se compara con la de 2015, cuando cerraron el ejercicio económico con 54 millones, es decir, multiplicó por siete sus ganancias. Hasta entonces, había sobrevivido sin ingresos solo través de rondas de financiación.

Otro de los datos que preocupa, y mucho, a los futuros inversores es el de usuarios. Snapchat contaba a finales de 2016 con 158 millones de usuarios activos. No obstante, y aunque aumentó un 47,6% respecto a 2015, durante los tres últimos trimestres sólo se incrementaron un 3,3% –en cifras reales, unos 5 millones de usuarios–, lo que supone una ralentización de crecimiento con respecto a años anteriores. Concretamente, se ha desacelerado en un 80% después del lanzamiento de Instagram Stories el pasado mes de agosto, servicio con características muy similares.

Y es que entre los riesgos que presenta su salida a Bolsa, la propia compañía admite que se enfrenta a una “significativa competencia en casi cada uno de los aspectos de negocio". Aunque en el documento que entregaron a la SEC señalan a Apple y Facebook, lo cierto es que su máximo rival es la empresa de Mark Zuckerberg.

“Me encantaría conocerte… si vienes a verme”

Para entender la rivalidad entre Facebook y Snapchat hay que remontarse a comienzos de 2013. La plataforma de Mark Zuckerberg acaba de cerrar por aquel entonces un año en el que había salido a Bolsa y se había hecho con Instagram por 942 millones de euros–y se haría con Whatsapp un año más tarde, en 2014, por más de 15.000 millones–. Por su parte, la creación de Evan Spiegel solo tenía un año de vida y no contaba todavía con su amplia cartera actual de usuarios. Sin embargo, en unos correos filtrados de Spiegel en la prensa tras un hackeo –y que también sacaron a la luz unos emails con comentarios homófobos y misóginos del fundador de Snapchat–, Zuckerberg los llamó para una reunión en su sede en Menlo Park. La respuesta del fundador de la aplicación del fantasma amarillo fue: “Me encantaría conocerte… si vienes a verme”. Finalmente la cita se celebró en Los Ángeles –dónde Snapchat tiene su sede, en primera fila de playa en la popular Venice Beach– y Facebook pusó entonces el talonario encima de la mesa: ofrecieron a Snapchat 2.800 millones de euros. Una oferta que no aceptaron.

La negativa de Snapchat no sentó nada bien en la compañía de San Francisco. “Parece ser que Zuckerberg no se lo va a poner nada fácil a Spiegel en su salida a bolsa porque no se ha tomado muy bien que Snapchat desechara la oferta de Facebook”, asegura David Lavilla y, por ello, explica “con el objetivo de hacer sombra, está replicando algunas opciones de gamificación de la herramienta Snapchat, como por ejemplo la opción del contenido efímero”. Y es que la venganza no se sirvió hasta agosto de 2016.

Tras la compra de MSQRD, una aplicación de filtros para selfies, el pasado mes de marzo, y empezar a implementarla en sus plataformas con la posibilidad de añadir dibujos y textos en las imágenes, el gran movimiento de Zuckerberg fue la aparición de las Historias en Instagram. La idea es prácticamente la misma: imágenes o vídeos que permanecen en el perfil de cada usuario durante 24 horas.

El parecido entre la nueva funcionalidad de la plataforma de fotografías y Snapchat era tan evidente que hasta el propio CEO de Instagram, Kevin Systrom, admitió que le habían copiado muchos elementosadmitió que le habían copiado muchos elementos a la red social del fantasma amarillo. Aparte de contar con muchos más usuarios –600 millones de usuarios frente a los 158 millones de Snapchat–, poco más de seis meses, según un informe de TechCrunch, la aplicación de fotografía le ha quitado parte del negocio. Conforme Bloomberg, en solo 25 semanas desde su lanzamiento Instagram Stories alcanzó los 150 millones de usuarios diarios, la misma cifra que toda la plataforma de Snapchat.

Y el contenido efímero llegó a Facebook y Whatsapp

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Pero Instagram, en el universo Mark Zuckerberg, es una parte ínfima del negocio. Por esta razón, no parece coincidencia que se hayan implementado las Historias en FacebookHistorias en Facebook –plataforma con más de 1.150 millones millones de usuarios diarios– y los Estados en WhatsappEstados en Whatsapp –aplicación con más de con más de 1.000 millones– justo en el mes que Snapchat presenta la documentación en la SEC y hace las últimas rondas de financiación antes de su salida a Bolsa.

Las dos nuevas herramientas, como la de Instagram, comparten la misma funcionalidad con Snapchat, aunque sí que es cierto que existen diferencias entre ellas. Eso sí, el profesor Lavilla avisa: “Está por ver cómo reacciona el usuario de Zuckerberg ante las nuevas mejoras. Lo que sí sabemos es que al usuario de Snapchat le encantan”. Incluso ya antes de este último movimiento, el nivel de presión es tan alto en la aplicación de Spiegel  que Bloomberg anunciaba que la compañía había contratado a un experto de seguridad para proteger su software y evitar así que Facebook, y otros, sigan copiando su código. Aunque quizás lleguen tarde.

A la espera de que Snapchat confirme que su estreno en la Bolsa de Nueva York se produce el próximo 2 de marzo, muchas son las dudas que planean ahora mismo sobre la compañía californiana. En medio de la incertidumbre, muchos se preguntan ahora si Evan Spiegel  se arrepentirá de rechazar la oferta de 3.000 millones de Zuckerberg o si, por el contrario, le compensará.

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