Verso Libre

Que no te conviertan en el Electorado

Todas las personas son muchas cosas a la vez. Uno es, por ejemplo, hijo, padre, escritor, lector, médico, paciente, alguien que sirve una cerveza y alguien que se la bebe. Una es, por ejemplo, madre, hija, alumna, profesora, candidata, votante, alguien que emite una opinión y alguien que escucha opiniones.

La periodista Svetlana Aleksiévich hizo numerosas entrevistas y escuchó muchas opiniones pare escribir El fin del Homo soviéticus (Acantilado, 2015). La gente recordó delante de ella sus vidas con una incertidumbre y una desorientación propia de las voces que han sufrido el derrumbe de un mundo. Eran al mismo tiempo testigos del terror estalinista y cómplices, víctimas y verdugos, corazones conscientes del terror y corazones nostálgicos del sueño socialista que habían vivido. Una mujer de 61 años, castigada por la historia, recordó los campos de castigo, la victoria sobre Hitler, la dureza implacable de la represión y el deseo compartido de transformar el mundo… para concluir con tristeza: “Ahora nos llaman electorado”.

La frase, claro está, se enmarca dentro del libro de Aleksiévich en las contradicciones producidas por la caída del imperio soviético y por la difícil puesta en marcha de una libertad democrática que acabó en manos de las mafias económicas y del más zafio imperio del dinero. La mujer soviética dudaba de la realidad de la democracia.

Pero en otro contexto, enemigo de cualquier totalitarismo, y sin poner en duda la realidad de la democracia (con sus virtudes y sus imperfecciones), la frase puede ayudarnos a pensar en nosotros mismos. Convencido de la importancia de las urnas y de la responsabilidad del voto personal, yo no quiero que me reduzcan a ser el Electorado. Y creo que eso es lo que están haciendo desde muchos frentes mediáticos, intelectuales y económicos los que exigen un Gobierno Estable presidido por Mariano Rajoy. Una y otra vez se repiten argumentos naturales para que el PSOE pacte con el PP o no se oponga a la investidura de Rajoy.

Si además de ser elector cree usted en la sanidad pública universal y ha participado en la marea blanca que defiende nuestros hospitales de las agresiones privatizadoras del PP, comprenderá que es una irresponsabilidad muy grave facilitar su Gobierno.

Si además de ser elector cree usted en la importancia de la educación pública y ha participado en la marea verde que defiende nuestros colegios de las agresiones privatizadoras del PP, comprenderá que es una irresponsabilidad muy grave facilitar su Gobierno.

Si además de ser elector cree usted en la virtud pública y se avergüenza de la corrupción sistemática del PP, las comisiones de investigación manipuladas, el uso partidista de la policía y el sometimiento sectario de las instituciones y los medios de información pública, comprenderá que es una irresponsabilidad muy grave facilitar su Gobierno.

Si además de ser elector cree usted en el trabajo digno y el salario decente y se avergüenza de que se legalice el manos libres para la explotación, el desamparo laboral, la desigualdad entre hombres y mujeres, las agresiones a los sindicatos y la conversión en delito del derecho de huelga, comprenderá que es una irresponsabilidad muy grave facilitar un Gobierno del PP.

Si además de ser elector cree usted que el miedo al cambio es un arma utilizada para perpetuar privilegios, que no se puede perder el respeto por uno mismo, que no se puede ser tolerante con el desmantelamiento de las arcas públicas, que estar a favor de la virtud política es la primera exigencia de una sociedad democrática, que España produce pena y da dolor, que exigir decencia no es una locura ni un hecho temerario, sino el ejercicio máximo de la voluntad prudente, comprenderá que es una irresponsabilidad muy grave facilitar un Gobierno del PP.

Si además de ser elector piensa usted con tranquilidad los resultados, comprobará que el PP ha obtenido 7.941.236 votos. No se indigne con España, ni maldiga el país en el que vive, porque el censo electoral español tiene 36.518.100 votos. Y, entre las personas que han acudido a las urnas, un 67% ha decidido no votar al PP. Ninguna ingeniería electoral y ninguna mezquindad política justifica que tengamos que olvidarnos de todo lo que ha hecho el PP y de que es temerario dejar nuestro futuro en sus manos.

Los aliados de los verdugos argumentan siempre que no se trata de buscar culpables. Es una cantinela que he oído muchas veces y que me cansa y me incomoda, incluso cuando yo no pretendo buscar culpables, sino dialogar con todos aquellos que quieren una España y una Europa distinta a la que representa Mariano Rajoy. No dejen que los altavoces del PP nos reduzcan a ser el Electorado que ansía un Gobierno Estable. Sus privilegios dependen de una dolencia crónica, un enfermo Estable dentro de la gravedad.

Y la verdad es que tenemos derecho a pedirle a la vida mucho más.

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