Muros sin Fronteras

Las guerras de la sed

El control del agua provocará tantos conflictos como el petróleo y los llamados minerales estratégicos, que son aquellos de los que apenas hemos oído hablar pero que están en el centro de nuestras vidas, como el coltán de los teléfonos móviles. El cambio climático agudizará la lucha por el control de ríos, lagos, presas y acuíferos. La mayoría de las colonias israelíes en Cisjordania reúnen dos características, además de ser la avanzadilla estratégica para hacer inviable un eventual Estado palestino: están situadas en zonas altas para controlar mejor el terreno y asentadas al lado o sobre aguas subterráneas y manantiales.

Los ríos Tigris y Éufrates han sido y serán fuente de conflictos. Turquía e Irak los han tenido en el pasado por el Tigris; Turquía, Siria e Irak los tuvieron por el Éufrates, un río que aprovechan de manera desigual. Las presas turcas y la reducción de caudal debido al cambio climático hacen pensar que habrá otro conflicto, tal vez militar, cuando Irak y Siria superen sus guerras civiles causadas por la invasión estadounidense de 2003.

El clima está cambiando. Lo saben los campesinos, que viven de la tierra (y) de sus sentidos para percibir alteraciones climáticas, circunstanciales o profundas, que pueden afectar a la cosecha. Lo saben los urbanitas, que en estas cuestiones sabemos bien poco más allá de lo que diga el hombre o la mujer del tiempo. No somos expertos, pero tenemos la percepción colectiva e individual de que algo grave está pasando con el clima, con las estaciones que se barajan de manera cada vez más caprichosa, alargándose o estrechándose, o interrumpiéndose: inviernos que regresan después de una primavera adelantada.

Y están los datos científicos, que se basan en el estudio y comprobación, no en ideología, para corroborar que el planeta está en convulsión. Esta es la palabra empleada por la Organización Meteorológica Mundial.

¿Es real este cambio? La Nasa, mientras se lo permita la actual Administración Trump, que es negacionista, responde en este enlace con un gráfico contundente:

Sigamos en la página web de la NASA: ¿Cuáles son las causas de este cambio?

¿Y las consecuencias y efectos?

Existen soluciones. La mala noticia es que la mayoría dependen de decisiones políticas, es decir, de líderes que de momento están más preocupados en salvar su culo que en salvar el de todos. O si lo prefieren: más preocupados por el corto plazo que por el medio y largo.

Si 2016 fue el año más caliente jamás registrado, el tercero consecutivo, este que acaba de empezar será peor. La Tierra no había estado tan caliente como ahora desde hace 115.000 años. Según la oficina meteorológica del Reino Unido, la NASA y el Centro Nacional para información medioambiental (NOAA en su siglas en inglés), 16 de los 17 años más calientes se han registrado en este siglo. Parece que tenemos un problema.

Algunos enlaces para quienes deseen profundizar:

-Organización Meteorológica Mundial:

-MET Office del Reino Unido:

-NOAA:

-Y este trabajo del The New York Times con una excelente infografía.

Uno de los efectos más llamativos y devastadores es el fenómeno de El Niño, que golpea estos días en Perú. El nombre se lo pusieron unos pescadores del puerto peruano de Paita porque el fenómeno aparecía cerca de la Navidad.

Los negacionistas no rechazan la existencia de una modificación en el clima y un aumento de las temperaturas, lo que niegan es que estos cambios se deban a la mano del hombre. En su opinión se trata de oscilaciones naturales que se llevan produciendo desde hace millones de años. Pese a que las evidencias científicas les desmienten, siguen con un mantra que coincide con el mantra de las empresas más contaminadoras: las petroleras.

Muchos de los informes presuntamente científicos que pululan por la Red y en algunos medios más o menos serios han sido impulsados y financiados por los contaminadores. La petroleras sabían desde hace 45 años la existencia de este problema, pero decidieron mirar para otro lado y seguir con el negocio.

En el cambio climático influyen los llamados gases invernadero: vapor de agua, dióxido de carbono, metano, óxido de nitrógeno y ozono. Existen otros producidos solo por el hombre, halocarbonos, hidrofluorocarbonos y perfluorocarbonos, como se explica en este enlaceeste enlace. Algunos de esos elementos, como el vapor de agua, son positivos porque ayudan a mantener el clima. El principal responsable del grupo de los gases negativos es el dióxido de carbono, cuyo exceso de producción tiene que ver con nuestro sistema de vida: automóviles, aviones, calefacciones, industria alteran el llamado ciclo del carbono, que es sus procesos naturales también tiene un efecto positivo, pero no en los niveles actuales.

El presidente Donald Trump es de los negacionistas, parece que por vocación, nada pecuniario. En su gabinete conviven unos cuantos, entre ellos el secretario de Estado, Rex Tillerson, expresidente de la petrolera Exxon. El nombramiento más preocupante ha sido el de Scott Pruitt como director de la Agencia de Medioambiente. Es un negacionista y  el hombre que pleiteó en los tribunales las medidas de la Agencia.

'Refugees go home?'

De momento, además de los recortes presupuestarios que vienen (escuchen estas declaraciones, por favor), han recortado las de su página web, limitando las informaciones sobre el cambio climático. Podemos echar en el debe de Trump los retrocesos en el cambio climático, los años que se perderán mientras dure su presidencia y los republicanos más extremistas sigan con el control del Congreso.

Pero para ser justos deberíamos reconocer que tampoco se había avanzado tanto. Teníamos Kioto, pero tuvimos que convocar la cumbre de París porque lo acordado en Kioto no se había cumplido. Y unas semanas después hubo que organizar otra cumbre en Marrakesh para llenar de contenido a la letra pequeña de París.

La lucha contra el cambio climático descansa sobre una minoría de científicos, ONG y algunos políticos concienciados. Debería incorporarse a la lucha diaria de la ciudadanía. No permitir que el negocio, a menudo sucio, de unos pocos valga más que la vida de todos. Es un empeño complicado en un sistema para el que no existen las personas, ni los pobres ni los medios; solo existen los capitales, el Monopoly y la ruleta.

Más sobre este tema
stats