Diez años del 'tamayazo'

Los documentos del tránsfuga que desvelan nuevas claves del ‘tamayazo’

Se desconoce cuándo y dónde Eduardo Tamayo plasmó con su puño y letra este esquema sobre la estructura y ejecución del tamayazo. Los manuscritos –que publica este viernes tintaLibre, el mensual de infoLibre– consisten en cuatro folios fotocopiados, perfectamente legibles, en los que Tamayo desvela la organización del complot y anota nombres de políticos y empresarios que estarían involucradosAsimismo, descubre algunas de las supuestas prebendas millonarias que según él se otorgaron para impedir la investidura de Rafael Simancas como presidente de la Comunidad de Madrid, un golpe que se efectuó el 10 de junio de 2003 con la deserción de los diputados socialistas Eduardo Tamayo y María Teresa Sáez.

En el folio 1, y haciendo énfasis, Tamayo ubica a Dionisio Ramos en el centro de la trama. En él se concentran no sólo los contactos políticos e inmobiliarios, sino el suministro logístico y la cobertura mediática, indispensables para consumar el tamayazo.

Desde que militaron en las juventudes de la Unión de Centro Democrático (UCD), Ramos y José Luis Balbás, jefe de los Renovadores por la Base, facción socialista a la que pertenecían Tamayo y Sáez, mantienen una estrecha amistad. Ambos son nativos de Castilla y León: Ramos nació en Astorga, Balbás en Palencia. Terminada la experiencia de la UCD, Ramos se incrustó primero en el CDS y luego en el PP, y Balbás hizo lo mismo en las filas del PSOE. 

Cuando en 2002, un año antes del tamayazo, Balbás fue interpelado en el Comité de Ética de la Federación Socialista Madrileña, sus denunciantes revelaron la intrincada red de intereses tejida alrededor suyotamayazo. A pesar de que no salió a relucir Dionisio Ramos, su cooperación empresarial estaba implícita a través del administrador único de Arquigremio, Pedro Artes Carpena, socio inseparable de Ramos en múltiples negocios. Los detractores del jefe de los Renovadores por la Base presentaron un “Esquema de relaciones profesionales y mercantiles” de Balbás, en el que entre otras empresas aparecía Merbarca Construcciones, que en distintas etapas tuvo como administradores a Ana Luisa Villar –la esposa de Balbás–, a Artes Carpena y al hermano de Balbás, Eugenio.

El holding de Aris Corporación

Arquigremio, una empresa dedicada a la obtención de licencias, permisos y autorizaciones para constructoras, formó parte de Aris Corporación, un boyante holding en cuya página web se indicaban —al menos hasta el 7 de abril de 2008—, las operaciones inmobiliarias en curso y aquellas que, realizadas, servían de gancho para los inversores.

Aris Corporación estaba compuesta, además de Arquigremio, por las sociedades Ramos y Artes (R&A), Proximity Family, Rehace Gestión y Construcción y Hábitos Residencial. Esta última empresa recibió una subvención de la Unión Europea para la gestión y ejecución de una residencia de Estudiantes en Las Palmas de Gran Canaria abierta en el curso 1999-2000; otra subvención de la Unión Europea para la gestión y ejecución de un complejo de apartamentos dúplex en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria que se inauguró en el curso 2000-2001; mediante adjudicación pública, en 2002, gestionó, ejecutó y explotó una residencia en la Universidad Complutense de Madrid; y en 2005, en UTE con Fomento Construcciones y Contratas, fue la adjudicataria en concurso público para la construcción y explotación de una residencia de la Universidad Rey Juan Carlos I.

Aunque el rastro de Aris Corporación no tardó en ser suprimido de Internet, infoLibre tiene en su poder un juego completo de impresiones de dicha página, un material valioso que refrenda el contenido de los papeles de Tamayo.

El pacto con IU que legitima la conjura

En el folio 1, con la indicación «PP+2», Tamayo alude los motivos que impulsaron a José Luis Balbás a planificar el sabotaje parlamentario del 10 de junio de 2003. Tamayo anotó el apellido de Antonio Romero, entonces secretario de Organización de la FSM, y dibujando una flecha lo conectó con las tres consejerías que el PSOE habría convenido con IU a cambio de sumar una mayoría absoluta en la Asamblea de Madrid. Un pacto que, para Balbás, iba en detrimento de su camarilla y que, en última instancia, legitima su conjura.

El movimiento estratégico de Balbás pretendía aprovecharse de la ruptura con el PSOE, implantando un Grupo Mixto, integrado por los diputados Eduardo Tamayo y María Teresa Sáez. Balbás calculaba que el endeble Grupo Mixto serviría de bisagra entre los intereses del PP y los del PSOE. Era una proyección más amplia del rol que, dentro de la FSM, habían cumplido los Renovadores por la Base, también llamado balbases, a la hora de terciar entre rivales, inclinando la balanza por el mejor postor.

Cerca de Antonio Romero, Tamayo encerró en un círculo «Chema». El apelativo podría corresponder a José María de la Riva Ámez, concejal durante años del Ayuntamiento de Madrid. De la Riva Ámez, como Romero y toda la cúpula de Caja Madrid y Bankia, acabaría imputado en 2012 por falsedad contable. Se ignora por qué Tamayo lo incluyó en su croquis.

La maniobra de José Luis Balbás era, en esencia, el encuentro entre dos necesidades: la del propio Balbás, apurado por rentabilizar sus dos escaños entregándolos a la mejor puja, y el entorno de Esperanza Aguirre, decidido a hacerse con la presidencia de la Comunidad de Madrid. Dionisio Ramos estaba llamado a ser el intermediario natural. El astorgano era vecino y amigo de Ricardo Romero de Tejada, alcalde de Majadahonda entre 1989 y 2001, y secretario general del PP madrileño entre 1996 y 2003. También mantenía una estrecha amistad con Cristina Cifuentes, funcionaria, como él, de la Universidad Complutense de Madrid.

Los lazos entre Dionisio Ramos y Cristina Cifuentes

Ramos y Cifuentes iniciaron su trayectoria tutelados por Gustavo Villapalos, rector entre 1987 y 1995. Fue tanta la confianza que Villapalos tenía en Ramos que, al concluir su mandato, y convertido en consejero de Educación, Cultura y Deportes de la Comunidad de Madrid, designó a Ramos como secretario general técnico de la Consejería de Educación. Un bache fugaz en su currículo. Pronto volvió a la UCM, ahora bajo la protección del nuevo rector Rafael Puyol Antolín.

En su hoja de servicios universitarios, Dionisio Ramos es técnico de gestión, y presidió el colegio mayor Antonio de Nebrija en 1991; fue vicegerente de Obras entre 1987 y 1995, y gerente general entre 1996 y 2003. Ramos fue durante años uno de los administradores de la sociedad limitada Residencial Universitas, constituida en diciembre de 1991, con domicilio en el rectorado de la UCM y dedicada al negocio de la construcción. Villapalos también había sido presidente de Residencial Universitas, cuyo accionariado controla la Complutense.

Por su parte, Cristina Cifuentes es técnico superior desde 1990 y fue directora del colegio mayor Miguel Antonio Caro entre 1995 y 1999. A partir de entonces, ha integrado el claustro constituyente y el primer claustro ordinario, la comisión y la ponencia redactoras de los Estatutos, el Consejo Social y la Junta de Gobierno. En el área pública, ha sido, además, parte del consejo de administración de la Universidad Rey Juan Carlos, de la Comisión de Planificación y Coordinación del Consejo Universitario de la Comunidad de Madrid, y del Consejo de Universidades de la Comunidad de Madrid. Ramos y Cifuentes son funcionarios del Grupo A, y su grado de amistad quedó demostrado en mayo de 1993, en la boda de Ramos con Marta García Solano. Cifuentes firmó el acta matrimonial en calidad de testigo del novio.

Los pagos al escolta de Tamayo

Hasta la fecha, el único vínculo de Cristina Cifuentes con el tamayazo devino de su actitud beligerante durante las sesiones de la comisión de investigacióntamayazo que, sobre la marcha, instaló la Asamblea de Madrid para aclarar si detrás de los sucesos del 10 de junio de 2003 había intereses inmobiliarios. El presidente de la Comisión, Francisco Granados, tuvo que llamarla al orden. Tiempo después, cuando Dionisio Ramos cayó en desgracia con la llegada de Carlos Berzosa –abanderando una candidatura de izquierdas– al Rectorado de la UCM, en junio de 2003, el nombre de la dirigente del PP volvió a escucharse.

Berzosa encontró una contabilidad irregular y resolvió contratar a la firma PricewaterhouseCoopers para que auditara las cuentas de su antecesor. De entre todos los manejos turbios de aquella gestión, destacó los pagos a José Antonio Expósito, escolta de Eduardo Tamayo. El 27 de abril de 2006, El País publicó los recibos que demostraban la relación entre Expósito y la UCM. O lo que es igual: entre Expósito y Ramos.

El 12 de marzo de 2010, la Audiencia Provincial de Madrid condenó a José Antonio Expósito, de 44 años, por descubrimiento y revelación de secretos, falsificación de documento oficial y usurpación de funciones. Entre 2003 y 2004, Expósito se arrogaba la condición de agente del Centro Nacional de Inteligencia. Al efecto, descargó de Internet imágenes de escudos oficiales, las pegó en falsos carnés y se dio a la tarea de reclutar policías para perpetrar misiones de las que dependía la seguridad nacional. La sentencia a un año y diez meses de cárcel fue benévola considerando la gravedad de los delitos. Los jueces aceptaron como atenuante un trastorno mixto de personalidad con "perfiles muy marcados" de seudología fantástica y personalidad paranoide.

El abogado José Esteban Verdes, contacto de Ramos

La palabra de Expósito, incluido el manuscrito que elaboró en la cárcel, fue desacreditada por considerarse un cúmulo de fanfarronerías. No sorprende que se descalificara prematuramente su afirmación de que Dionisio Ramos le había encomendado vigilar a Cristina Cifuentes. "¿Cómo iba a espiar a Cristina, si es mi amiga?", se limitó a declarar Ramos ante la prensa.

Por lo tanto, Ricardo Romero de Tejada y Cristina Cifuentes aparecen señalados en el folio 1 de Tamayo como las presuntas correas de transmisión que Dionisio Ramos tenía a su alcance para introducir el ofrecimiento de Balbás. No obstante, a nivel político, Tamayo también deja anotado que el abogado José Esteban Verdes era un contacto de Dionisio Ramos. La noche electoral del 25 de mayo de 2003, Verdes trianguló información con Tamayo y con la que, en breve, sería su esposa, Paloma García Romero, entonces viceconsejera de Presidencia de la Comunidad de Madrid y actual concejala presidenta del distrito de Tetuán. Ella puso al tanto a Verdes de los resultados electorales en la medida que se computaban, y este se los notificaba a Tamayo. Siguiendo las flechas del folio 1, Verdes también tenía línea directa con su amigo Romero de Tejada, con el que también habló por teléfono en la antesala al 10 de junio de 2003, según quedó acreditado en la comisión de investigación.

Como la letra de Tamayo no siempre resulta fácil de descifrar, no hay plena certeza, al menos no en el primer análisis de los papeles, que arriba de Verdes aparezca, encerrado en un círculo, Alberto Ruiz-Gallardón, sobre cuyo apellido Tamayo carga un signo de interrogación. El único nexo del exalcalde y expresidente autonómico con el tamayazo parece haber sido tener bajo su responsabilidad a García Romero.tamayazo La prueba de que era ajeno a la trama está en la destitución, el 8 de julio de 2003, de Fernando Bastarreche, director general de Madrid Excelente, la empresa pública que otorgó el sello de calidad a Euroholding, propiedad de los constructores Francisco Bravo Vázquez y Francisco Vázquez Igual, militantes del PP, a quienes Bastarreche pidió reservar una habitación para el matrimonio Verdes-García Romero.

"Esperanza no quiere pacto"

Tal como se desprende del folio 3, la estratagema «PP+2» (el PP logró 55 escaños y la mayoría absoluta estaba en 56) fracasó porque Esperanza Aguirre se opuso a un pacto de gobierno con el improbable grupo mixto. «Esperanza no quiere pacto», constató Tamayo. Y, más abajo, agregó: «Elecciones». Cuando se activaron los canales de comunicación entre Balbás y el PP, vía Ramos, según consta en los cuatro folios, el complot —en el que colaboró María Teresa Sáez manipulada por Balbás y Tamayo— había causado un daño enorme a la credibilidad del PSOE. En consecuencia, convenía al PP ensañarse en ese flanco, mientras presionaban para que se convocaran nuevas elecciones. El truco de Balbás se transformó en un PSOE+IU-2 (los socialistas tenían 47 escaños, incluyendo a Tamayo y Sáez, e IU disponía de 9). Finalmente fue la llave que abrió la puerta a una década de gobierno de Esperanza Aguirre.

Además de facilitar la seguridad de Tamayo, Dionisio Ramos garantizó otros aspectos logísticos vitales, como que su socio, Pedro Artes Carpena, proporcionara un segundo teléfono móvil, el suyo, al tránsfuga, o que a través de su vieja amistad con un directivo de informativos de Antena 3 se propiciara una cobertura generosa del tamayazo.tamayazo

Ramos también sirvió presuntamente de enlace con las constructoras medianas o grandes que en las elecciones de 2003 se disputaban la subsistencia de una cadena de favores políticos, sin la cual sus ganancias se verían afectadas. En los papeles de Tamayo aparece la palabra «construcción» y dos flechas que arrancan y acaban en Dionisio Ramos. Además, Tamayo hace referencia a dos operaciones inmobiliarias concretas: en el folio 1 se consigna nítidamente “La Cabrera”, y en el folio 2 “Pelayos”. La Cabrera es un enclave urbano ubicado al norte de Madrid, justamente en la parte más alta de la Sierra de La Cabrera. La mayoría de sus chalés son de tipo vacacional. Pelayos de la Presa es un municipio emplazado al suroeste de Madrid, a 61 kilómetros de distancia.

La promoción de 37 chalés en Pelayos por Ramos y Artes

Contrastando los apuntes de Tamayo con los datos disponibles de Aris Corporación, es posible confirmar que Arquigremio, una de las sociedades del evaporado holding, construyó y vendió 25 viviendas unifamiliares situadas cerca del pantano de San Juan, en el municipio de Pelayos de la Presa. También se puede aseverar que Ramos y Artes (R&A), otra pieza de aquel puzle empresarial, realizó una promoción inmobiliaria de 37 chalés en la misma localidad por un monto de 15 millones de euros. En la página web de R&A se decía que ese proyecto contaba con “un 35% de participación directa de los socios en Merbarca SL”. Como ya se indicó, Merbarca estuvo administrada en diversas épocas por Artes Carpena, por la mujer de Balbás y por Eugenio, el hermano del líder de los Renovadores por la Base, que pilotó la furgoneta blanca que sacó a Eduardo Tamayo y María Teresa Sáez de la Asamblea de Madrid.

En el folio 2, Tamayo aporta más detalles sobre la operación de Pelayos de la Presa: menciona dos nombres propios, “Balbás” y “Miana”, y al lado anota “4 c/uno” y en un círculo registró “8 millones”. La referencia podría ser al abogado de Tamayo, Jesús Miana Ortega.

En el extremo superior derecho del folio 1 asoma Fidel San Román, citado únicamente por su apellido. El empresario zamorano fue arrestado en el marco de la Operación Malaya II, de corrupción en Marbella y Madrid, por delitos de cohecho, tráfico de influencias y prevaricación. Constructor y promotor inmobiliario, San Román ha expandido sus intereses en varios de los municipios madrileños gobernados por el PP. En enero de 2005, al año de presidir Aguirre la Comunidad de Madrid, la gestión de la Plaza de Las Ventas fue concedida a Taurovent Madrid S. L., de la que San Román era consejero delegado. En el folio 4, Tamayo escribió: «Plaza toros, obras, otros». En ese mismo folio –el último de su legajo–, Tamayo metió en un círculo la palabra “beneficiado” y justo encima puso “Ricardo”, en lo que parece una alusión a Romero de Tejada, y la abreviatura “Hns.”, que podría referirse a los hermanos Juan Carlos y Fernando Sánchez Lázaro, ya que los papeles de Tamayo también recogen incidentes ocurridos en la comisión de investigación de la Asamblea. La frase: «RT. Problema en la comisión», evoca las mentiras en sede parlamentaria de Romero de Tejada cuando inquirieron por su relación con los hermanos Sánchez Lázaro, quienes, según se demostró, pagaban la seguridad social del político a través de MIC, una empresa dedicada a la reprografía industrial.

El diario de sesiones de la Asamblea de Madrid del 5 de agosto de 2003, recoge aquel episodio:

Modesto Nolla (portavoz socialista): ¿Recuerda usted cómo dijo con contundencia: “Yo no miento nunca. Yo no miento nunca”? Lo repitió usted varias veces, ¿lo recuerda? Fue usted muy contundente. ¿Recuerda usted que me dijo que le mirase? Yo le miré; es más, incluso le leí los labios, me fije en sus labios cuando decía: «Yo no miento nunca». Y me fijé también cuando le pregunté por los hermanos Sánchez Lázaro, y le pregunté de qué los conocía, qué tipo de relaciones mantenía con ellos. Cuando le pregunté si tenía alguna relación económica o empresarial, alguna relación con sus negocios empresariales, ¿recuerda usted lo que me contestó, señor Romero de Tejada? ¿Quiere que le refresque la memoria?

Ricardo Romero de Tejada: Sí, sí.

Modesto Nolla: Sí, quiere. ¿Recuerda usted, señor Romero de Tejada, que me contestó que con uno de ellos mantenía una relación de amistad; creo que era con don Juan Carlos Sánchez Lázaro? Nada más. Yo insistí: “¿No tiene ninguna otra relación con sus empresas?” Me dijo: “No, no; ninguna. En absoluto”. ¿Lo recuerda, señor Romero de Tejada?

Ricardo Romero de Tejada: Sí.

Modesto Nolla: Sí lo recuerda. ¿Recuerda usted que después le pregunté por su hermano, don Fernando Sánchez Lázaro? ¿Lo recuerda también?

Ricardo Romero de Tejada: Perfectamente.

Modesto Nolla: ¿Recuerda que me dijo usted que solamente –después de dudarlo mucho; después de titubear mucho rato–, recuerda usted que me contestó, señor Romero de Tejada, que tenía con él solamente alguna relación de negocios de tipo –insisto en que lo dudó mucho– ganadero?

Ricardo Romero de Tejada: Sí, sí.

Modesto Nolla: Señor Romero de Tejada, usted miente. Usted es un mentiroso, señor Romero de Tejada; usted es un mentiroso. Hoy hemos sabido por la Cadena Ser que usted aparece como asalariado de los señores Sánchez Lázaro. ¿Usted no recordaba eso ayer? No; deniega con la cabeza. ¿No recordaba usted, señor Romero de Tejada, que es un asalariado de los señores Sánchez Lázaro?

Ricardo Romero de Tejada: ¿Me está usted preguntando?

Modesto Nolla: Todavía no he terminado la pregunta, señor Romero de Tejada. Usted no recordaba ayer, hace escasamente unas horas, que es un asalariado de los señores Sánchez Lázaro. ¡El secretario general del Partido Popular de Madrid está en nómina de una empresa de fotocopias! ¿Ése es el negocio ganadero que tenía usted con uno de los hermanos Sánchez Lázaro?

El interrogatorio fue entorpecido constantemente por la diputada Cristina Cifuentes: «Ésa es la trama», se burlaba. O dirigía sus insultos al portavoz socialista: «Tómate una tila, por favor, Modesto».

Tamayo describió aquel suceso como un «follón».

Otro de los políticos citados por Eduardo Tamayo es Luis Maestre, miembro del PSOE y director de la Agencia de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid entre 1989 y 1993, hasta su destitución por orden de Joaquín Leguina. José Luis Balbás arguye entre los suyos que otro acuerdo que la jerarquía del PSOE escamoteó a los Renovadores por la Base fue no haber destinado la presidencia del Canal de Isabel II a Maestre, a quien Tamayo, sin especificar, asocia con IU.

En el folio 2, Tamayo establece una secuencia. Lamentablemente, el primer nombre o la primera palabra no alcanzó a ser fotocopiada —como ocurrió con la última línea del folio 1—, aunque sí se entienden los siguientes elementos: «Presidenta» y «Ortuño». Pero no es factible especular. Ahora bien, el detalle de referirse a Esperanza Aguirre utilizando el cargo «Presidenta», admite la suposición de que los cuatro folios fueron escritos por Tamayo después del 21 de noviembre de 2003, fecha en que Aguirre asumió la Presidencia de la Comunidad de Madrid.

Las incógnitas de los papeles

Evidentemente, en los papeles de Tamayo hay varias incógnitas. Un ejemplo: ¿qué quiso decir con «No cambiar a la secretaria general de la cámara»? ¿Y al agregar «No es incompatible»? Por supuesto que el hecho de que el propio Eduardo Tamayo no se incluyera en su esquema no constituye una prueba de descargo en su favor. Para que la intersección de intereses de Balbás y el PP se facilitara con éxito, era imprescindible un muñidor como Dionisio Ramos, pero también resultaba fundamental que la trama contara con una cortina de humo. Gracias a la puesta en escena de Tamayo, todo se reducía a una lucha intestina en la FSM. Sin la ambición de Tamayo, y sin su total subordinación a Balbás, jamás se hubiera echado a rodar la maquinaria política, financiera y mediática que acabó instaurando el poder de Esperanza Aguirre. María Teresa Sáez no emerge en los folios por la sencilla razón de que no estaba al tanto del verdadero objetivo de su grupo. Fue sacrificada sin ninguna contemplación por Balbás y su amigo Tamayo.

A lo largo de diez años se ha designado con el apellido de Eduardo Tamayo el golpe a la democracia representado la mañana del 10 de junio de 2003. La importancia de estos papeles va más allá de la tapadera y pone los hilos de la conspiración en manos de José Luis Balbás, Dionisio Ramos y Ricardo Romero de Tejada. Tres políticos, empresarios y terratenientes a los que Tamayo señala con el dedo desde el papel.

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