Un informe culpa a la reestructuración bancaria del cierre del 20% de ONG

Privatizarse o morir. Esa es la disyuntiva que deberán afrontar las ONG en España según un informe presentado este martes por la consultora PwC, el Instituto de Innovación Social de ESADE y la Fundación la Caixa. El documento señala que estas organizaciones no recuperarán el nivel de recursos previo a la crisis al menos hasta 2017 y que, en paralelo, tendrán que enfrentarse a recortes en las fuentes públicas de financiación y a las dificultades para conseguir donaciones de particulares y empresas.

Las previsiones para el trienio 2014-2017, incluso en el escenario más conservador de los contemplados por el trabajo [ver en PDF], son negativas: caídas de entre un 3 y un 6% en el cómputo total de recursos disponibles. Esa tendencia será, dicen los autores del análisis, más acusada en el caso de los fondos que provienen de entidades públicas (de un 6 a un 8% de caída), mientras que se notará menos en el caso de la financiación privada, que registrará variaciones de entre un -2% y un +1%.

El texto incluye una encuesta a las propias ONG, que parecen haber asimilado esta dinámica. Cuatro de cada cinco se muestran pesimistas en lo que respecta a sus ingresos derivados de aportaciones del sector público. Por contra, tres de cada cuatro son optimistas en lo que respecta al sector privado. Por ello, concluye el estudio, la recomendación general es privatizarse, "orientarse hacia el sector privado", "principalmente" hacia "la financiación proveniente de socios particulares y empresas".

Nuevo escenario, nuevos retos

Sin embargo, el cambio de modelo que se propone no está exento de dificultades. Los españoles –asegura el informe– destacan "por su nivel de implicación en donaciones puntuales y situaciones de emergencia" pero, en cambio, es un socio difícil de captar y fidelizar. Según los datos aportados, sólo un 19% de los ciudadanos son donantes recurrentes frente a una media europea del 33% y a los porcentajes de Francia (53%), Gran Bretaña (56%) y Austria (61%).

El documento también dedica un capítulo al análisis del impacto de la crisis en las ONG, que han sufrido restricciones de financiación y han adoptado, mayoritariamente, medidas como "priorizar sus programas reorganizando los recursos" (94% de las entidades consultadas), "diversificar las fuentes de financiación, dedicando mayores esfuerzos a la captación de socios y empresas" (92%), "incrementar actividades que generan recursos propios" (78%), "congelar salarios" (76%) o "buscar alianzas con el sector privado" (71%).

Pese a esos intentos, el informe estima que entre el 20 y el 30% de las entidades han cesado su actividad durante la crisis. En su conjunto, el sector perdió más de 2.000 millones de euros de recursos en dos años (de 9.530 millones en 2010 a 7.400 en 2012). Los autores culpan a la reestructuración del sector bancario –la conversión de las Cajas en Bancos, dicen, ha tenido un "efecto devastador" y ha destruido buena parte de la obra social de las entidades– y a la caída de recursos de las empresas de esta evolución negativa.

Informe sobre la situación de las ONG (PDF)

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Un recado para Montoro

Finalmente, el director del Instituto de Innovación Social de ESADE, Ignasi Carreras, ha aprovechado la presentación del estudio este miércoles en Madrid (este jueves se presentará en Barcelona) para enviar un mensaje al ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, quien en días pasados cuestionó la veracidad de los datos aportados por Cáritas con respecto a la pobreza en España, fenómeno que, señaló la ONG, sólo es más acusado en Rumanía.

"Que deje un poco los despachos", le ha recomendado Carreras. "Lo que vemos es que cuando las ONG plantean cifras pueden ser incomodas para los gobiernos. Y cuando éstos quieren desacreditar la fuente no llegan ni a escuchar lo que está pasando y es muy difícil que puedan hacer políticas adecuadas para que las cosas puedan cambiar", ha agregado Carreras, para quien "la realidad" de la situación no sólo está patente en las estadísticas, sino en la gente que vive en la pobreza.