Crisis en el PSOE

PSOE y PSC abordarán el 27 de enero si los militantes catalanes pueden votar en las primarias

Ibon Uría

¿Podrán votar los militantes del PSC en las primarias para elegir al próximo secretario general del PSOE? Esa es la pregunta que lleva meses pendiente y cuya respuesta, según fuentes de la comisión gestora consultadas por infoLibre, comenzará a decidirse el próximo 27 de enero, fecha en que la comisión bilateral formada por miembros de ambos partidos celebrará su tercera reunión para, ahora sí, abordar la cuestión orgánica.

Tras algunos desencuentros entre Ferraz y los socialistas de Cataluña, la relación se enturbió definitivamente a raíz de la orden del Consell Nacional –máximo órgano del PSC entre congresos– a los siete diputados catalanes para que votaran no a Rajoy en la investidura. Los parlamentarios del PSC acataron esa consigna y desoyeron así al Comité Federal del PSOE, que días antes había ordenado la abstención en segunda vuelta. 

En ese contexto, el presidente de la gestora del PSOE y el primer secretario del PSC, Javier Fernández y Miquel Iceta respectivamente, se reunieron el 14 de noviembre e idearon una fórmula para calmar los ánimos y evitar la ruptura: derivar la revisión del protocolo de relación entre ambas formaciones a una comisión bilateral, integrada por tres miembros de cada partido, para proponer un nuevo modelo con el que seguir juntos.

Hasta ahora, fuentes tanto de Ferraz como del PSC señalan que ese órgano ha avanzado "en lo político", pues se han acercado posiciones en temas como el modelo de Estado. Pero la patata caliente de la cuestión orgánica sigue ahí: cargos afines a la gestora admiten no tener clara la fórmula a impulsar, y la dirección del PSC apunta que remarcarán su "neutralidad" de cara al Congreso Federal para "no provocar" su expulsión.

Dos reuniones

Aunque las llamadas y el intercambio de documentos han sido una constante, las dos delegaciones sólo se han reunido dos veces. Una el 2 de diciembre, de la que se informó y tras la cual hubo una rueda de prensa. Y una segunda este mismo miércoles, como avanzó la SER. En esta ocasión no se informó de la cita que, según fuentes consultadas por infoLibre, se convocó con "poca antelación" y a la que no asistieron dos miembros

En la comisión están, por el PSC, Salvador Illa –secretario de Organización–, Meritxell Batet –número uno por Barcelona el 26J y coordinadora de los diputados del PSC– y Antonio Balmón –alcalde de Cornellá, que no asistió esta vez–. La delegación del PSOE la integran la eurodiputada Elena Valenciano, Mario Jiménez –responsable de Organización de gestora– y el exsenador extremeño Francisco Fuente –que se ausentó de la cita–.

Según fuentes de la gestora, en Ferraz hay cierta satisfacción porque en cuestiones como el modelo territorial consideran que el PSC ha modulado sus posiciones y se ha alejado del catalanismo. "Ha habido un acercamiento claro", asegura un dirigente próximo a la dirección interina. Estas mismas fuentes califican de "muy factible" que PSOE y socialistas catalanes logren diseñan un "proyecto común" que ambos puedan defender.

"En esta primera fase hemos trabajado para restaurar la confianza y encontrar lugares comunes", dice un cargo del PSOE conocedor de las conversaciones de la gestora con la delegación del PSC. Esta fuente admite que tras la investidura el "enfrentamiento" entre Ferraz y Nicaragua –la sede del PSC en Barcelona– fue "feroz", pero afirma que las conversaciones "han ido bien" y que la tensión se ha rebajado notablemente.

Acuerdo político

Fuentes de la Ejecutiva del PSC, por su parte, coinciden en señalar que este miércoles se habló de cuestiones "políticas" y en que aún no se ha "abierto la fase" del diálogo en torno a lo orgánico. La delegación de los socialistas catalanes, compuesta en este encuentro por Illa y Batet, presentó a los miembros del PSOE un documento titulado El PSC y el proceso independentista [ver en PDF] que fue "muy bien recibido", aseguran.

El texto, aprobado por la dirección de los socialistas catalanes el pasado 19 de diciembre, señala que el PSC está comprometido con una solución "política" al "problema de encaje entre Cataluña y el resto del Estado", pero deja muy claro que "no participará ni prestará apoyo" a "ninguna" medida que "apueste por una ruptura unilateral" o que discurra al margen de "los mecanismos de reforma de la ley, el Estatut o la Constitución".

El escrito aboga por una "fase de distensión" superadora del "bloqueo forzado" por el "inmovilismo y la pulsión recentralizadora" del PP y la "predisposición a la ruptura unilateral" de Junts pel Sí. Para ello reclama a la Generalitat "que se abstenga" de actuar contra la ley, mientras que al Gobierno central le pide revertir la reforma del TC y atender las 46 cuestiones planteadas en abril por Puigdemont a Rajoy, entre otras cuestiones.

Finalmente, subraya que el PSC ve necesario "abrir la perspectiva de una reforma constitucional que transforme España en un Estado federal" y sirva de "catalizador del pacto" que resuelva el "encaje" de Cataluña. Esa reforma, además, debería blindar los derechos sociales, aumentar la "calidad de la democracia" e "incorporar el compromiso europeo de España".

Esta receta está en línea con la declaración de Granada del PSOE [ver en PDF]. De hecho, los socialistas catalanes llegan a presumir de una cierta autoría intelectual de aquel texto, pues señalan que un texto elaborado en mayo de 2013 por la Fundació Rafael Campalans fue uno de los documentos que "alimentaron los acuerdos de Granada", donde el PSOE "definía su propuesta de reforma constitucional federal".

La cuestión orgánica

Pero, pese al entendimiento que ambas partes celebran en el terreno político, lo cierto es que lo que más preocupa ahora es lo orgánico: saber si el PSOE excluye al PSC de los órganos federales –el Comité Federal, el Congreso federal y, por tanto, las primarias a la Secretaría General– o si los militantes de Cataluña –segundo territorio con más afiliados por detrás de Andalucía– pueden seguir participando de la votación.

Fuentes de la gestora dicen que "todos" saben que esa cuestión está "pendiente" y que el debate comenzará "en la próxima reunión", el 27 de enero. "Lo orgánico no está resuelto", insisten estas voces, que afean al PSC que quiera ser "una federación más" para participar en las decisiones del conjunto del partido al tiempo que se reserva "su autonomía" en determinados temas: "Tienen las ventajas, pero no el compromiso", resume.

El pasado 26 de diciembre, la eurodiputada Elena Valenciano, miembro además de la comisión bilateral PSOE-PSC, fue la primera dirigente que admitió públicamente en una entrevista que "está sobre la mesa" la posibilidad de impedir a los militantes catalanes que voten al líder del partido, pues las bases del PSC "votan a un secretario general que no es su secretario general".

Por eso, tal como publicó infoLibre a mediados de noviembre, la gestora y los territorios que maniobraron para hacer caer al ex secretario general Pedro Sánchez –a excepción de la Comunitat Valenciana– barajan que los militantes del PSC voten al candidato a la Moncloa pero no al secretario general del PSOE. Según ese esquema, los socialistas catalanes también perderían su derecho al voto en el Comité Federal. 

El razonamiento del sector mayoritario es que el PSOE y el PSC tienen "elementos que comparten y en los que es lógico decidir juntos", como el programa electoral para las generales y el candidato a la Moncloa: de ahí que contemplen que los afiliados catalanes sigan participando en esa elección interna que no suele estar reñida, toda vez que se da por hecho de antemano que el líder del partido es quien se presenta.

En cambio, argumentan estas mismas voces, el PSOE y el PSC "tienen otros elementos que no comparten", entre ellos los órganos de dirección. Hasta ahora los socialistas catalanes tenían presencia en los órganos federales, pero el PSOE no tenía asiento en los del PSC. Es lo que cargos afines a la gestora han venido denominando "asimetría a corregir".

Todo en el aire

Fuentes del PSOE señalan que esa posibilidad sigue sobre la mesa, pero admiten que "aún no está construida" la fórmula que se defenderá para dar salida a la situación: hay algunos dirigentes que plantean la expulsión completa del PSC de los órganos federales, otros que sugieren exigir una "doble militancia" a los afiliados catalanes... "Hay que buscar una posición intermedia", resume un cargo conocedor de las conversaciones.

Mientras tanto, un integrante de la Ejecutiva del PSC señala en conversación con infoLibre que los socialistas catalanes seguirán defendiendo mantener la situación actual y su presencia "en el Comité Federal y en todas partes". Para tratar de encauzar la situación, el partido tiene previsto remarcar su "neutralidad" de cara al Congreso Federal del PSOE, neutralidad que ya prometió Miquel Iceta a Susana Díaz.

Díaz, de hecho, es la dirigente más "empañada" en dejar fuera al PSC, pues considera que eso le facilitaría ganar unas eventuales primarias en las que se enfrentase a un candidato del sector crítico. El PSC, en palabras de la fuente consultada por este diario, trabajará en la línea de "no provocar" su expulsión con un perfil bajo en la batalla orgánica: "Porque a la que nos movamos nos dan la patada", resume este cargo.

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