Primarias del PSOE

Díaz se presenta como heredera de la historia del PSOE y critica a quienes quieren "entregar" el partido

Alfredo Pérez Rubalcaba, Felipe González, Eduardo Madina, José Luis Rodríguez Zapatero, Alfonso Guerra, Ximo Puig y Javier Lambán escuchan en primera fila la intervención de Susana Díaz.

Ibon Uría

La frase más esperada de las últimas semanas en el PSOE la pronunció este domingo, finalmente, Susana Díaz: "Me siento contenta y me siento feliz, porque hoy voy a anunciar que tengo el orgullo y el honor de anunciar mi candidatura a la Secretaría General del PSOE". Con este anuncio en un multitudinario acto en Madrid, toda una demostración de fuerza y una reivindicación de la historia del partido, Díaz entra de lleno en la competición por el puesto de mando. "Estamos aquí por el PSOE y por España", proclamó nada más arrancar una intervención en la que se marcó la meta de ganar las próximas elecciones para "gobernar desde la victoria" en lugar de "entregar" al partido con pactos postelectorales o "imitar" otros modelos.

La dirigente andaluza estuvo acompañada en el pabellón 1 de Ifema por miles de personas —9.000, según los organizadores—, entre ellos los expresidentes Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero. Díaz tiene entre sus fortalezas el contar con el apoyo muchos históricos, y este domingo no escondió ninguno de esos avales. Muy al contrario, sacó pecho de todos ellos —"¿cómo no voy a llamarles y pedirles consejo?", se preguntó— y se presentó como la heredera y defensora de las esencias socialistas: "No voy a estar dispuesta a que nadie oculte nuestra historia. Queremos que se sepa de dónde venimos", proclamó.

"Es un honor que estén aquí los dos mejores presidentes que ha tenido la historia moderna de España", prosiguió Díaz. De Felipe González destacó que llevo a España a la "modernidad", que fue el "arquitecto de la educación pública", que puso en marcha el sistema de pensiones, "que nos llevó a Europa". De Zapatero que "trajo la paz", que diseñó el sistema de protección a la dependencia, que fue el presidente "de la igualdad". "Es importante que nunca caigamos en el olvido, que hagamos un reconocimiento a lo que somos", zanjó.

Los barones están con Díaz

Pero a Díaz no la apoya sólo el pasado del PSOE, también están a su lado la gran mayoría de los socialistas con responsabilidades de gobierno en la actualidad. En el escenario, saludando al público, y después desde las primeras filas la acompañaron este domingo los presidentes de Extremadura, Guillermo Fernández Vara; Aragón, Javier Lambán; Valencia, Ximo Puig y Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page. Sólo faltaron, de entre los presidentes autonómicos socialistas, el asturiano Javier Fernández —por su condición de presidente de la gestora— y la balear Francina Armengol —alineada con Patxi López—.

Para todos ellos tuvo palabras elogiosas. Uno por uno los citó y ensalzó sus virtudes y logros. El esfuerzo por las zonas rurales del extremeño Vara, la "decencia" y la "dignidad" del valenciano Puig, la preocupación por la igualdad del aragonés Lambán. Citó también a Armengol —"me siento orgullosa de Francina Armengol, que está defendiendo la igualdad y los derechos"—, y no faltaron las referencias al presidente de la gestora, Javier Fernández, "un gran socialista, un hombre de bien que sólo aspira a dejar un partido mejor para una España mejor". Esa España mejor, según la definió Díaz, es una España con "acento plural", donde se respetan las singularidades de cada territorio porque "enriquecen" el proyecto común.

"Sin rencor" y sin "entregar" el PSOE

La presidenta andaluza sabe que el PSOE está fracturado y que, en los últimos meses, ha sido habitual una imagen de división interna a la que no es ajena. La unidad fue otro de los ejes centrales de su puesta de largo como aspirante a la Secretaría General. "Os pido que habléis bien de todos los compañeros y compañeras. Quiero un partido que respeta el debate y a los que debaten, que recupere la fraternidad. Quiero reforzar la fraternidad de quienes un día decidimos ser compañeros y compañeras", destacó la andaluza, que exigió unas primarias "limpias" y con debate, y rechazó plantear la competición interna como "una carrera de marketing".

Si gana las primarias, el suyo será un proyecto colectivo, prometió: "Yo soy 100% PSOE. Me siento 100% del PSOE, pero no sentiré nunca que el PSOE me pertenezca al 100%. No seríamos nada sin el PSOE. Nosotros pertenecemos al PSOE, el PSOE no nos pertenece a nosotros", apuntó la candidata, que se marcó como objetivo "recorrer el país pidiendo el voto del que no esté en la nostalgia ni en el rencor", sino "en la esperanza", el voto "del que siente por igual a todos sus compañeros". Prometió que no buscará el "poder a cualquier precio", sino que "siempre" lo hará "desde la verdad, la unión, el respecto, la tolerancia".

Finalmente, exhibió su imagen de candidata ganadora de elecciones: "No voy a renunciar a las ganas de ganar, de que el PSOE vuelva al Gobierno desde la victoria. Quiero volver a las victorias de Felipe y Zapatero, a que este partido tenga la confianza mayoritaria". A su juicio, "España necesita al PSOE" para luchar contra tres desafíos clave: la desigualdad y la pobreza, los populismos y los nacionalismos. Además, prometió que jamás va a "entregar" el PSOE: "Quiero daros la garantía de que si tengo la confianza mayoritaria, el PSOE seguirá teniendo un proyecto autónomo, porque una cosa es pactar con otro partido y otra cosa es entregar el PSOE, o imitar el modelo de otros. ¡Eso no lo haremos nunca", dijo Díaz, que reclamó el voto "para que el PSOE sea cien por cien PSOE siempre" y advirtió de que "más a la izquierda del PSOE no hay ninguna izquierda transformadora".

En el anuncio de Díaz no faltaron figuras como Alfonso Guerra, Alfredo Pérez Rubalcaba, José Bono y las exministras Carme Chacón y Matilde Fernández. El equipo de la aspirante ha venido destacando en los últimos días la capacidad de Díaz de concitar en torno a su candidatura a compañeros que en su día estuvieron enfrentados, o que llegaron a tener posiciones diferentes a la suya en anteriores congresos, como es el caso del diputado Eduardo Madina, también presente en el acto.

Volver a las victorias

Madina, de hecho, será una figura clave de la campaña susanista, especialmente para compensar la imagen centralista de la aspirante. Este domingo tomó la palabra para presentar a Díaz, como también hicieron la exministra Matilde Fernández, el dirigente del PSC Antonio Balmon y Estela Goikoextea, de Juventudes Socialistas.

"Habéis sido muchos, durante mucho tiempo, los que nos habéis pedido que Susana y yo estemos juntos. Muy bien: Susana y yo estamos juntos (…). Este es mi sitio, este es mi partido", arrancó el diputado vasco, quien afirmó que el acto de este domingo marca "un nuevo comienzo para la socialdemocracia en este país, una reconciliación, al servicio no de nadie sino de unas ideas, de una misma emoción compartida a lo largo de casi siglo y medio de historia". Madina también defendió los 22 años de gobiernos socialistas de Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero: "Siento orgullo", dijo. "Gracias, fuerza, ánimo y a ganar el congreso", proclamó.

La exministra Matilde Fernández pidió un PSOE "unido", porque unido "es fuerte" y capaz de dar "confianza" a los ciudadanos. "Los retos son muchos", agregó, pero el partido está "comprometido" y es "responsable" con la ciudadanía, y tiene "un proyecto" para seguir sintiéndose "orgulloso". "Claro que los socialistas queremos tener la responsabilidad de gobernar, claro que queremos esa responsabilidad, pero cuando los ciudadanos no nos la dan tenemos espacios en la oposición para hacer nuestro trabajo. Lo hizo Felipe [González] en 1981, ¿no lo vamos a hacer nosotros en 2017?", expresó.

“Susana, eres la persona más capaz para marcar el rumbo que necesita este partido. La persona adecuada para recuperar la ambición de querer, con rigor y sin ambición personal. Las ambiciones en el PSOE son colectivas, y así son fuertes. Así que gracias por tu compromiso, tu valentía y por querer ponerte al frente de todos nosotros”, concluyó.

El alcalde de Cornella, Antonio Balmon, dirigente del PSC, comenzó su intervención con un saludo a los militantes catalanes y cosechó una sonara ovación al proclamar: "El PSOE es el PSC y el PSC es el PSOE, es nuestra historia, nadie nos lo puede quitar". El dirigente denunció el "inmovilismo" del PP y las "trampas" de los independentistas, y reivindicó la Declaración de Granada, la legalidad y la reforma de la Constitución: "Unos y otros nos han colocado en un callejón de salida, por eso es tan necesario un PSOE fuerte", dijo.

Balmon llamó en su intervención a concentrarse "en el futuro", a "desterrar la rabia y la decepción" y a "dar respuestas" a la sociedad. "No hablamos para nuestro ombligo, hablamos para un nuevo alma construida con nuestra sabiduría". "Es verdad que las consecuencias de la crisis han generado muchos perdedores, pero nosotros estamos en ese batallón, en esa lucha", apuntó. El militante catalán, finalmente, destacó la "alegría", "valentía" y "optimismo" de Susana Díaz: "Estoy convencido de que contigo podemos abrir un nuevo horizonte para cambiar el panorama político actual", le dijo.

Goikoetxea, de las juventudes socialistas de Cantabria, apeló por su parte a que el PSOE "vuelva al progreso" y a "las victorias": "No basta con ser los primeros de los últimos, tenemos que ganar, tenemos que recuperar lo que nos hizo grandes", afirmó. La joven dirigente también reivindicó el legado de dirigentes como Felipe González, Alfonso Guerra, José Luis Rodríguez Zapatero y Alfredo Pérez Rubalcaba: "Sois el ejemplo del socialismo que queremos", les dijo. "Imaginad un PSOE que recupere su fuerza, imaginad que Susana Díaz sea nuestra secretaria general", concluyó entre aplausos.

Con el anuncio de este domingo, Susana Díaz se convierte en la tercera militante socialista que se embarca en la competición por tomar el mando de Ferraz, tras el exlehendakari Patxi López —el primero en decidirse y hacerlo público, el pasado 15 de enero— y el ex secretario general Pedro Sánchez —que anunció su candidatura el 28 de enero—.

El esperado paso adelante

La presentación de Díaz llega un día después de que el PSOE debatiera la ponencia política de su congreso. Este lunes la gestora convocará un Comité Federal el próximo sábado 1 de abril. En esa cita se aprobará el calendario de las primarias —que se celebrarán previsiblemente el 21 o 28 de mayo— y del congreso, que será el 17 y 18 de junio.

Con el permiso de Patxi López, su mayor rival será en principio Pedro Sánchez, a quien ayudó a llegar a la Secretaría General en 2014. Ya entonces el nombre de Susana Díaz contaba con el respaldo de los barones, que le pidieron que se presentara al cargo, pero la andaluza lo descartó y se volcó con Sánchez en su batalla contra Madina.

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Pero Díaz y Sánchez se distanciaron poco después de la llegada de este último al liderazgo del PSOE, y sus diferencias acabaron por tornarse en un enfrentamiento total. Tras los malos resultados en las elecciones generales del 20D volvió a sonar la posibilidad de que Díaz diera un paso al frente, pero tampoco llegó a convertirse en realidad.

La presidenta andaluza —que quiere compatibilizar el cargo con la Secretaría General— ha cosechado numerosos apoyos desde la caída de Sánchez en el Comité Federal del 1 de octubre. Los cargos del partido están con mayoritariamente ella, y su equipo confía en la victoria. Los sanchistas, en cambio, sostienen que las bases están con él.

A falta de sondeos entre los aproximadamente 185.000 militantes socialistas, la fase de avales será un indicador de cuál podría ser el resultado de las primarias. Los aspirantes necesitan el apoyo del 5% de los afiliados, pero los susanistas están decididos a echar el resto y plantear la recogida como una primera batalla en toda regla para apabullar a Sánchez.

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