Sergio del Molino: "No entiendo que un Gobierno se tome vacaciones"

En 2016 Sergio del Molino (Madrid, 1979) no tuvo descanso. La España vacía(Turner), su ensayo sobre la historia y el estado actual de algunas de las regiones más deshabitadas del país, ha llegado a más de 50.000 lectores según la editorial —en un país en el que la tirada media no pasa de los 2.800— y ha sido considerado como uno de los libros del año para la crítica. Pero el escritor y periodista apenas se toma vacaciones: a la vuelta le espera su próxima novela, La mirada de los peces (Literatura Random House).

Es su regreso a la narrativa después de Lo que a nadie le importa (2014) y La hora violeta ambos en la misma editorial, este último de 2013), título en el que narraba sus vivencias del cáncer que se llevó a su primer hijo y por el que recibió el aplauso de la prensa y galardones como el Premio Ojo Crítico de Narrativa otorgado por Radio Nacional de España. El nuevo título está ya esperando a la imprenta, pero el autor no pierde el tiempo: se lleva en la mochila los materiales para su siguiente proyecto, que está empezando a cobrar forma. 

Pregunta.En verano, ¿descanso o trabajo?

Respuesta. Combino ambos. Me reservo unas semanas en agosto para retirarme con mi pareja y mi hijo en una playa del norte, pero no desconecto del todo. Bajo mucho el ritmo, eso sí. Aprovecho para leer algunos libros por puro placer, pero también voy preparando y meditando los proyectos literarios que me van a tener ocupado durante el curso.

P. ¿Un rincón para refugiarse del mundanal ruido?R. 

Un balneario en Aragón de cuyo nombre no quiero acordarme para que el ruido no lo inunde y al que solemos dedicar unos días todos los veranos.

P. ¿Cuál es el momento de las vacaciones con el que sueña?

R. El primer contacto con el mar. Tengo una necesidad física de sentir arena y sal. Ese primer paseo por la playa me transforma el ánimo, me pone en otra cadencia lenta y morosísima. La playa, en los últimos años, es siempre norteña y con mareas fuertes.

P. Ahora toca hablar del más temido…

R. El momento más temido es cuando me llama el jefe de algunos de los medios para los que trabajo para pedirme un texto urgente y no saber encontrar una buena razón al vuelo para negarme y tener que pasar esa noche escribiéndolo.

P. ¿A quién dejaría sin vacaciones?

R. Al Gobierno. No entiendo, de hecho, que un Gobierno se tome vacaciones. No es un trabajo, no puede tener los privilegios de un trabajo.

P. ¿Se lleva algún Cuadernillo Rubio, algunos deberes para septiembre?R.

 Un puñado de libros para los trabajos preparatorios de mi próximo proyecto literario, pero con calma y con la esperanza de no pasar demasiado rato leyéndolos.

P. ¿Hay algo que le quite el sueño en estos meses?R.

 Duermo poco, pero profundamente. Creo que mi esperanza de vida está ya cumplida, así que vivo en un carpe diem muy plácido que casi nadie entiende.

P. ¿Qué le espera a la vuelta?R. 

El lanzamiento de mi próxima novela, La mirada de los peces, en Literatura Random House. Se publica nada más volver, el 6 de septiembre, así que empiezo al 100%, sin ensayos ni tiempo para desperezarme.