Pues no te queda nada, Pedro

El presi está depre. Quienes han hablado con él estos días lo notan ‘bajito’ de ánimo y le alientan a sobreponerse tras superar el bache. Cómo no va a estar alicaído con la que se avecina, si quiere salir airoso del huracán que él mismo ha desatado. Y es que la regeneración que persigue en tiempos populistas, con un avance tan preocupante del extremismo en el mundo, va a suponer un desgaste mucho mayor y con final incierto. 

Su estado ha empujado aún más a ministros y socios de Gobierno a reflexionar sobre las medidas que se pueden tomar para que los cinco días de hermetismo adquieran sentido y alumbren un relato convincente con el que armar la decisión de continuar. Por lo pronto, en su entorno aseguran que el presidente va a acudir a más medios de comunicación a dar la cara, porque busca hacerse entender y suscitar apoyo social para las medidas que se están barajando. 

El Consejo de Ministros del martes trajo una cierta tranquilidad a sus miembros, quienes no han dejado de hacer cábalas durante el retiro. Los había más negativos, convencidos de que iba a renunciar, y los que lo veían como un revulsivo para sacar del letargo a los suyos, que no acertaban a romper el círculo vicioso, atrapados dentro del marco que la derecha ha fabricado. Ahora, hay ministros que creen que “como los ciudadanos no quieren insultos ni confrontación, se trata de evitar entrar en el juego y seguir con el programa diseñado”. Algo así como invitar a té con pastas a quien te está tirando basura a la cara. Por su parte, los más aguerridos quieren pasar ya a la acción y están calculando cómo lograr un amplio apoyo para llevar a cabo medidas que van a levantar ampollas en distintos frentes. Dos de ellos tan poderosos el poder mediático y el judicial.

Podemos acaba de registrar una reforma de elección del CGPJ para poder renovarlo por mayoría absoluta y no depender del consenso con el PP, un cambio en las mayorías que también reclama Yolanda Díaz. “En la UE no está prohibido cambiar las mayorías para la renovación del CGPJ, no hay ninguna directiva europea que imponga una determinada mayoría u otra. Se trata de cumplir con la Constitución y alcanzar un consenso entre los grupos parlamentarios aunque el presidente va a estudiar el plan que Guilarte -presidente en funciones del Consejo- ha propuesto”, explican en el entorno de Moncloa. No es que al PSOE le haga gran ilusión cambiar el modelo de elección, porque cuando gobierne la derecha tendrá en sus manos un instrumento para elegir sin negociar con nadie más, pero el desbloqueo es básico para la regeneración democrática. 

Hasta el 23 de mayo no hay pleno en el Congreso, por lo tanto el bloque progresista dispone de tres semanas para reaparecer en las Cortes con un avance de lo prometido y ofrecer un pacto de regeneración a todas las fuerzas políticas

Hasta el 23 de mayo no hay pleno en el Congreso, por lo tanto el bloque progresista dispone de tres semanas para reaparecer en las Cortes con un avance de lo prometido y ofrecer un pacto de regeneración a todas las fuerzas políticas. Una de las medidas que preocupa por lo delicada que resulta y para la que están recabando la opinión de periodistas así como quien no quiere la cosa, entre otros sectores implicados, va sobre cómo implementar un cortafuegos efectivo contra las fake news. ¿Lo interpretaría la prensa seria, la que contrasta sus informaciones, como un ataque a su libertad de información?, indagan. Porque así enunciada parece una pregunta de una encuesta de opinión dirigida a obtener la respuesta deseada. Lo último que buscan es confrontar con los medios que aún defienden la dignidad en la profesión. 

La línea entre libertad de expresión o de difamación es delgada y las pruebas a veces tardan o no llegan. Se está pensando en normas que impulsen las buenas prácticas, que sean exigibles y que conlleven medidas en caso de incumplimiento sin conculcar la Constitución. Un mundo ideal. La reciente ley de Servicios Digitales de la UE y el Reglamento Europeo sobre la Libertad de los Medios de Comunicación, aprobado hace mes y medio en Estrasburgo, establecen un marco para poder exigir la transparencia tanto de los propietarios como de la publicidad pública que reciben además de profundizar en la figura del Digital Services Coordinator (DSC), que en España se ha integrado en la CNMC. Este supervisor independiente debería asegurar la veracidad exigible a los medios, la supuesta Agencia de la Verdad, como la han bautizado con ironía algunos políticos que no confían en su eficacia. 

Y es que la realidad no es tan bonita como figura en los reglamentos. “La praxis y la calidad de los medios será difícil que aparezca en el BOE. En Europa se llevan explorando los límites desde hace tiempo y no hay varitas mágicas. Se pueden imponer cauces de reclamación de mecanismos de verificación, pero con que los tengas ya has cumplido aunque no funcionen”, asegura un político socialista experto en legislación europea. Como suele suceder, normas hay de sobra pero no se cumplen, empezando con el reglamento del Congreso y del Senado en el que las reglas de cortesía de sus señorías ha pasado a mejor vida en aras de salvaguardar una libertad de expresión cada día más perversa.

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