¿Qué pasa con las mujeres en la literatura? Pierden cuota de publicación a pesar de la pujanza en la industria

Dos mujeres durante una manifestación contra las violencias machistas en el distrito de Vallecas, en noviembre de 2022, en Madrid (España).

En el mundo de la literatura las mujeres somos legión. Somos legión de lectoras, por encima de los hombres, tal y como recogen los datos oficiales en el Ministerio de Cultura. En el informe presentado sobre hábitos lectores en el año 2023, las mujeres aventajan a los hombres en hábito lector en todas las edades, pero en las comprendidas entre los 25 y los 34 años, las mujeres alcanzan un 73,4%. Así mismo, son mayoría mujeres las encargadas de comprar los libros en la familia, las que compran los libros para hijos o nietos, fomentando el hábito lector.

En los clubs de lectura, algo que ha proliferado en los últimos años tanto o más que los talleres literarios, la mayoría de sus componentes son mujeres. En el terreno de las agencias literarias, algo imprescindible para la difusión de la obra creativa y eslabón fundamental entre el autor, la editorial y el público, el 90% están compuestos y/o dirigidos por mujeres.

En el mundo editorial, la mayoría de sus componentes es femenina, aunque los puestos directivos no reflejen esto. También debemos añadir la legión de bibliotecarias, profesoras de literatura o libreras, así como traductoras, correctoras de estilo, maquetadoras… que configuran todo un universo en torno a la literatura, donde cada vez hay más mujeres que se atreven, sí, se atreven, o sea, van perdiendo el miedo, a dedicarse a la creación literaria, tanto escritoras como ilustradoras, jóvenes y no tan jóvenes, que aprovechan, unas, sus estudios y vivencias para tener algo que decir y otras, las no tan jóvenes, capaces de desarrollar su vena creativa una vez pasada la etapa de los cuidados familiares.

Se podrá decir que hay buenas y malas escritoras, por supuesto, como han existido y existirán buenos y malos escritores, sin que esto haya supuesto hasta ahora ningún problema. Pero el hecho evidente es ese, cada vez más mujeres desarrollan un papel activo en el mundo literario y somos de la opinión de que cuando florece el pensamiento, cuando hay más personas que lo realizan y lo llevan a cabo, más posibilidades hay de afianzar la buena literatura, incluso frente a fenómenos comerciales que, dicho sea de paso, siempre han existido.

Nos encontramos, pues, en un momento de pujanza femenina, de creatividad en cada una de estas facetas. No solo las autoras son creativas: para trabajar en una agencia literaria, en una editorial, en una biblioteca, en una librería o como profesoras de literatura, no hablemos ya de una buena traducción, hace falta desarrollar también procesos creativos para obtener resultados satisfactorios. Y mucha valentía para adentrarse en todas ellas, dado que la esfera del arte, la creación, el mundo del pensamiento y las ideas, es uno de los reductos en los que hay más resistencia al cambio, a la apertura de otras corrientes, otras formas de pensar, otras formas de ver la vida. Tenemos miles de ejemplos al respecto.

Todo esto haría suponer una situación de pujanza y desarrollo de la mujer en el mundo literario. Y sin embargo…

Según más datos aportados por el propio Ministerio de Cultura, en el año 2022 (no tenemos aún los del 2023) las mujeres hemos perdido cuota de publicación con relación al año 2021, por mucho que haya voceros que opinen que no es así y haya autores que se sientan “amenazados”. La Estadística realizada por la Edición Española de Libros, ha marcado que la producción de libros se resiente ante la pérdida de obras firmadas por mujeres. Y que hayamos constatado, solo ha habido un periódico que ha recogido dicha información: elDiario.es.

Según el informe, que hizo público el Ministerio de Cultura en el año 2023, la presencia de hombres ha sido apabullante en la publicación de libros en ciencias sociales y humanidades, así como en la creación literaria. Según el documento, en el año 2022, los libros de autoras en librerías sumaron 16.157 títulos en papel, casi 800 menos que el año 2021, mientras que los autores firmaron 27.980 títulos. En porcentajes, sería: autores: 45%; autoras: 26%. El 29% restante es ocupado por instituciones o entidades. 

Si a los porcentajes añadimos todos los soportes, no solo el papel, según este informe, los datos son: autores: 62% de los libros inscritos en el ISBN (40.809 títulos); autoras: 37,8% (24.885 títulos).

Esta desigualdad en el producto editorial queda contrastada con otros datos de la Encuesta de población activa del Instituto Nacional de Estadística: en el 2022 hubo más escritoras, periodistas y lingüistas que escritores, periodistas y lingüistas hombres. Según el mismo informe, sólo en literatura infantil y en libros de texto las mujeres aventajamos a los hombres en publicaciones. Las mujeres publicaron, en el 2022, 4.317 títulos frente a los hombres, que publicaron 3.378 libros de este género.

No tenemos datos oficiales del mundo de la ilustración, mucho más duro aún. En todas las demás facetas, por mucho que haya mujeres en el mundo editorial, el techo de cristal entre directivos/as es evidente.

Por otra parte, una de las frases que más recorre el mundo literario es la de que se publican demasiados libros. Puede ser, aunque si se cierran librerías en toda España es difícil que los libros tengan presencia, salvo en Amazon, por supuesto. Pero dejando aparte este espinoso tema, que tiene que ver mucho también con ventas de edificios o subidas de alquileres exorbitados que una librería no puede pagar, si echamos un vistazo a lo anterior, veremos que el porcentaje de las publicaciones de instituciones o entidades es de un 29%, con lo cual para el resto, o sea, publicaciones de libros de todo tipo, con su ISBN, tenemos ya solo un 71%. Durante unos meses, y preocupada por este tema, he ido analizando algunos catálogos de editoriales independientes, por ver qué podía decir yo al respecto, o sea, por hablar con un poco de conocimiento de causa.

Mi primera impresión a bote pronto es que, salvo excepciones, el mayor catálogo de las editoriales independientes lo constituyen autores extranjeros. Gracias a ello hemos podido leer a Cartarescu, a Annie Ernaux o Abdelá Taia, a Joshua Cohen, a John Fosse, Maggie O’Farrell, Olga Tockarzuck y tantos y tantos otros que nos han brindado, al menos a mí, momentos maravillosos y placenteros. Sé que estos autores han sido imprescindibles para las independientes, bien por ayudas a la traducción, bien por ayudas del país de origen, que han hecho menos doloso el difícil y complicado mundo de la publicación.

Dicho esto, la gran desventaja la he encontrado en los autores españoles y latinoamericanos, o sea, la inmensa patria del castellano, por no hablar ya de los idiomas oficiales y periféricos, catalán, vasco o gallego. Pero si profundizamos un poco más, como he ido haciendo, se puede constatar que, dentro de ya la precariedad para la publicación en castellano, las más perjudicadas son las autoras. ¿Qué raro, no?

Pongo algunos ejemplos: la Editorial Acantilado, que se anuncia como una editorial independiente que publica obras de la mejor literatura europea desde sus inicios hasta el siglo XXI, tiene un catálogo de aproximadamente 440 autores anunciados en su web, de los cuales solo 84 son autores españoles o latinoamericanos, aproximadamente un 20% de la colección. Y de ellos 22 son mujeres. Libros del Asteroide anuncia 199 autores, 14 de ellos escriben en castellano, 10 son españoles y solo 3 son mujeres: no supone ni tan siquiera un 10%. Cabaret Voltaire anuncia 47 autores, 3 de ellos son españoles y sólo una mujer. La editorial Candaya, editorial paradigmática que solo atiende a autores en castellano (¡bendita sea!), tiene varias líneas de publicación y sólo en dos de ellas, Abierta y Poesía, encontramos el porcentaje más alto de mujeres: un 30%. Capitán Swing anuncia 426 autores, de los cuales 46 son españoles o escriben en castellano. De ellos 13 son autoras, aproximadamente un 30%. La editorial Impedimenta anuncia en su página web 224 autores, de los cuales los que pertenecen al área castellano parlante son en total 14: 2 son ilustradoras, 4 son escritoras y 8 son escritores.

La navaja Suiza ha sido, para mí, una gran sorpresa como editorial equilibrada: de 41 autores que anuncian en su web, 31 son del área castellano parlante: 18 hombres y 13 mujeres. ¡Un porcentaje casi igualitario! La editorial Menoscuarto es paradigmática: de los 205 autores anunciados, sólo 22 son extranjeros. Ahora bien, de los 183 autores restantes, sólo 33 son mujeres que han publicado en la editorial, no llega al 20%

Podía ser infatigablemente una por una, pero temo aburrir y, al fin y al cabo, lo único que estoy haciendo es corroborar por mi cuenta y riesgo lo que el Ministerio de Cultura nos dice, por aquello de no fiarme ni de mi padre. Por mi parte solo me queda dar las gracias en general a todas las editoriales que nos acercan a grandes autores, porque si no hubiera sido imposible llegar a conocerlos, pero de manera especial a las que nos quieren un poquito más y publican, sobre todo, lo que vamos escribiendo a trompicones, a salto de mata y con dificultades.

Sobre todo, mi homenaje es para aquellas editoriales que intentan y hacen un esfuerzo por publicar a mujeres (Tránsito, Con M de Mujer, Editorial Huso, De Conatus, Páginas de espuma, Amor de madre, ConTinta Me Tienes……), porque estoy firmemente convencida de que hasta que no se publique el mismo porcentaje de hombres que de mujeres no tendremos una visión global y real de la literatura. Mientras, siempre va a faltar una parte, una pierna, medio cuerpo o tres cuartos, pero el mapa estará incompleto.

Lina Meruane: "Vengo de la comunidad palestina: 'soy chilestina"

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Por cierto, el próximo día 11 de marzo, en la sala Galileo Galilei, se rendirá un especial homenaje a una escritora, Cristina Fernández Cubas, nuestra Alice Munro particular, que ha conseguido ganar, siendo mujer y escribiendo sobre todo cuentos, todos los premios literarios: el Premio Setenil, el Premio de la Crítica, el Premio Nacional de Narrativa y el Premio Nacional de las Artes y las Letras, estos dos últimos otorgados por el Ministerio de Cultura. Todo un referente.

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* Carmen Peire es escritora y presidenta de la Asociación de Mujeres Escritoras e Ilustradoras (AMEIS).

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