los efectos de la crisis

La reforma laboral dispara un 25% las demandas por despido

Acertaban quienes auguraron que la reforma laboral iba a aumentar el número de pleitos en los tribunales. Según los datos hechos públicos por el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), los juzgados de lo Social tramitaron en 2012 un 25,3% más de juicios por despido que el año anterior. En esta cifra no se incluyen los litigios por despidos colectivos, los antiguos Expedientes de Regulación de Empleo (ERE), que son competencia de los tribunales superiores de justicia autonómicos desde la reforma laboral.

Los despidos colectivos son sólo el 12% de las extinciones de contrato que se ejecutan en España. Las empresas están encogiendo sus plantillas mayoritariamente a través de despidos individuales, todos aquéllos que no afecten a más del 10% de su personal.  Además, los despedidos en un ERE también pueden, a su vez, demandar a la empresa en los tribunales de forma individual.

La crisis, por un lado, y la relajación de las normas para despedir que ha traído la reforma laboral aprobada por decreto en febrero de 2012 han multiplicado las extinciones de contrato y éstas, a su vez, las reclamaciones judiciales. También se han abaratado sustancialmente las indemnizaciones por despido, que difícilmente llegan ahora a los 45 días por año trabajado permitido hasta la reforma.

Un aumento del 87,5% desde el comienzo de la crisis

El despido es el paradigma, no el último recurso

El despido es el paradigma, no el último recurso

Así que las empresas no se resisten a emplear el despido como mecanismo de ajuste laboral: hasta un 37% de ellas reconocen que lo han hecho o tienen pensado hacerlo, según una encuesta de la Fundación Sagardoy. Además, ahora se puede despedir por absentismo con sólo ocho ausencias, aun justificadas, en el plazo de dos meses, o es la única alternativa –con una compensación de 20 días por año– a un traslado forzoso.

De forma que el año pasado los juzgados de lo Social vieron un total de 147.404 demandas por despido. En 2007, antes de comenzar la crisis, fueron sólo 66.249. Entre 2008 y 2012 crecieron un 87,5% respecto al quinquenio anterior, a razón de una media anual del 17,5%.

Por el contrario, la reclamación de cantidades ha sufrido un retroceso del 4,9% respecto a 2011, y no ha dejado de caer desde 2009. Otro efecto de la crisis: la mala situación de las empresas desanima a los trabajadores a exigir el pago de sueldos o indemnizaciones no abonados.

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