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BANCA Y PARAÍSOS FISCALES

El Sabadell prestó 201 millones a una sociedad panameña de quien se convirtió en su principal accionista

Préstamo del Banco Sabadell a la sociedad panameña de Jaime Gilinski [PDF]

Banco Sabadell concedió en agosto de 2013 un préstamo de 270 millones de dólares –201,5 millones de euros al cambio de entonces– a Southstone Investments, una sociedad panameña propiedad de Jaime Gilinski, quien hasta el pasado mes de noviembre fue el mayor accionista de la entidad presidida por Josep Oliu. La operación se firmó sólo un par de semanas antes de que Gilinski, uno de los hombres más ricos de América Latina, adquiriera el 5% de las acciones de Banco Sabadell en la ampliación de capital que realizó en septiembre por un importe total de 1.400 millones de euros. El empresario pagó por esos títulos unos 275 millones de euros.

Según la documentación a la que ha tenido acceso infoLibre, el objeto del préstamo era “financiar la expansión del grupo financiero en América Latina controlado por el accionista, así como necesidades de capital de trabajo y/o financiación del proyecto Panamá Pacífico (El Proyecto)”. Se trata de un megadesarrollo inmobiliario situado en la antigua base estadounidense de Howard en Panamá y valorado en 10.000 millones de dólares – 9.264,6 millones de euros– según publicó la revista Forbes: 1.800 hectáreas que albergarán oficinas, viviendas, centros comerciales, colegios, parques y hospitales según se vayan construyendo de aquí a 2047.

Un portavoz del Banco Sabadell ha negado a este periódico que el préstamo fuera usado por Jaime Gilinski para comprar las acciones de la entidad que se le concedió. “[El financiero colombiano] no se apalancó con el banco para comprar acciones”, zanjó. El empresario, además de ser el dueño del Banco GNB Sudameris, uno de los principales de Colombia, posee todo tipo de negocios en América Latina, asegura el portavoz, por lo que Sabadell ya tenía “una relación profesional con él antes de la ampliación de capital”.

Cuando se trata de operaciones vinculadas, como es el caso de un préstamo a un accionista, la entidad debe comunicarlas a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y ser aprobadas por la comisión de auditoría del banco, excepto si las condiciones ofrecidas son las establecidas con carácter general para cualquier otro cliente. Banco Sabadell no informó del préstamo, que no figura en ninguna de sus informes de cuentas anuales, porque asegura que no se destinó a la compra de sus propias acciones.

En el caso de que Gilinski hubiera utilizado esos 200 millones de euros para participar en la ampliación de capital del Sabadell, la entidad también debería haber deducido de sus recursos propios las acciones adquiridas de esta manera, tal y como exige el Banco de España para este tipo de financiaciones, “sea cual sea la finalidad de la adquisición y aunque los valores adquiridos queden integrados en la cartera de negociación o la adquisición se produzca como consecuencia de una actividad de creación de mercado”.

Sociedades en Panamá, Luxemburgo y Holanda

El préstamo al millonario colombiano se lo concedió el Sabadell con un interés igual al Líbor –el tipo interbancario de oferta de Londres– a seis meses más 400 puntos básicos. Según los expertos consultados, se trata de un interés estándar. Es decir, no se le concedieron condiciones ventajosas. El plazo para devolverlo se fijó en siete años. Y las garantías aportadas por el empresario consistieron en acciones pignoradas de Southstone Investments y derechos de crédito a favor de esta sociedad derivados de su participación del 25% en otra sociedad panameña, London & Regional Panamá. Ambas propiedad del colombiano. En el esquema de garantías del préstamo descrito en los documentos en poder de este periódico se revela toda una cadena de sociedades ubicadas en paraísos fiscales y países de baja tributación y escasa transparencia fiscal. Así, el financiero se comprometió a devolver el préstamo, en el caso de que Southstone Investments no pudiera, a través de otra de sus sociedades en Panamá, Rhinebeck Investments, a su vez dueña del 25% de las acciones de Starmites Corporation, radicada en Luxemburgo. Ésta sociedad posee el 100% de Gilex Holding, domiciliada en Holanda, mediante la cual Gilinski controla el Banco GNB Sudameris, su principal activo bancario.

Jaime Gilinski adquirió el Banco GNB Sudameris, especializado en banca personal, comercial y para pymes, en 2003. Desarrolla su negocio no sólo en Colombia, sino también en Paraguay y Perú, tras hacerse con las filiales de HSBC en esos dos países en 2013 y 2014. Posee una plantilla de 2.401 trabajadores y una red de 147 sucursales. Sus activos suman 9.144 millones de dólares, además de contar con una cartera de créditos de 4.235 millones y unos depósitos de 5.659 millones de dólares.

Hijo de un importante industrial de origen lituano, Jaime Gilinski se lanzó al mundo de las finanzas en 1991 al comprar por 13 millones de dólares la filial colombiana del Banco de Crédito y Comercio Internacional (BCCI), que llegó a ser el séptimo banco privado del mundo. Con sede en Luxemburgo, quebró cuando se supo que blanqueaba dinero de los carteles colombianos de la droga y del presidente panameño Eduardo Noriega.

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El magnate fue uno de los dos inversores americanos que entraron en el capital del Banco Sabadell aprovechando la ampliación de capital de septiembre de 2013. El otro fue el mexicano David Martínez, a través del fondo Fintech Investment, que se hizo con el 4,94% de las acciones. Gilinski utilizó para entrar en el Sabadell otra sociedad, Itos Holding, también domiciliada en Luxemburgo, que adquirió el 5,03% de los títulos. Siguió comprando y, a finales de 2014, ya contaba con el 7,5% del capital, lo que le convirtió en el principal accionista del banco de Josep Oliu. Hasta el pasado mes noviembre. Tras desprenderse de un 2,5% en abril de 2016 y de otro 2,99% siete meses después, el colombiano se ha quedado sólo con un 2,01% de los títulos. David Martínez ha pasado a ser el principal accionista. Con la última venta de Gilinski, el Sabadell se desplomó en Bolsa, por lo que el propio Josep Oliu y otros consejeros tuvieron que levantar el valor comprando personalmente más de un millón de euros en acciones al día siguiente. El banco no ha querido revelar si el financiero colombiano se ha desprendido de su último paquete de acciones.

Pese a ser durante tres años el mayor accionista del Sabadell, el magnate colombiano nunca se ha sentado en su consejo de administración. Pero sí ha hecho negocios con la entidad financiera española. En diciembre de 2013, apenas tres meses después de entrar en el capital del banco, éste compró al colombiano el JGB Bank de Florida por 36,4 millones de euros. Oliu lo fusionó con su filial en Miami, Sabadell United Bank, lo que le permitió generar un fondo de comercio de 9,8 millones de dólares, según consta en su informe anual de 2014. Tras las operación, la entidad, asegura, gestiona en Florida un volumen de negocio de 8.000 millones de dólares a través de una red de 27 sucursales que atiende a 40.000 clientes.

Además, en 2015 Banco Sabadell le compró a Gilinski 8,23 millones de acciones, el 5% del capital, del Banco GNB Sudameris, por un precio de 50 millones de dólares. La operación “se complementó con un acuerdo de cooperación comercial de carácter estratégico para aprovechar las oportunidades comerciales mutuas en mercados con elevado potencial de crecimiento como Colombia, Perú y Paraguay”, explica el Sabadell en su informe de cuentas de 2016.

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