Los libros

‘Re-generación. Antología de poesía española’

'Re-generación. Antología de poesía española'.

Carmen Canet

Re-generación. Antología de poesía española (2000-2015)

Edición de José Luis MoranteValparaísoGranada2016 

Ya desde la imagen de portada se nos invita a encender una nueva mirada hacia la poesía que llega. Estamos ante una nueva antología de poesía que ya en su mismo título, acertado y significativo, sugerencia del editor y poeta Javier Bozalongo, se nos convoca a desdoblar la mirada, a hacerla nueva y múltiple, a volver nuestra lectura a una Re-generación, con la doble connotación que trae esta palabra: señalando la llegada al actual panorama literario de una generación ya distinta y, de otro lado, apuntando a ese concepto de apuesta intelectual y social de cambio y de renovación.

Esta antología, repleta de voces jóvenes, de poemas que surgen de múltiples formas de percepción, de identidades diversas, de estilos y de registros, era una labor necesaria para acercar a los lectores, una visión de conjunto de la poesía que se está escribiendo actualmente, oportuna e imprescindible tarea ahora que es momento de analizar una realidad social cambiante y discontinua desde la riqueza que pueden aportar otras miradas líricas a nuestra historia literaria. Ésta es la labor de las antologías, dar a conocer en su conjunto a los creadores de una época. Así, en sus páginas, descubriremos textos de gran intensidad poética, con riesgo en el lenguaje, lucidez y compromiso, textos donde nos van dejando el testimonio escrito de sus vidas, reivindicaciones e inquietudes de autores tempranos menos conocidos y otros más reconocidos. Y éstos son los protagonistas: Fernando Valverde, Rubén Martín Díaz, Pablo Núñez, Francisco José Martínez Morán, Alejandra Vanessa, Javier Vela, Verónica Aranda, José Alcaraz, María Alcantarilla, Ben Clark, Pablo Fidalgo Lareo, Elena Medel, Javier Vicedo Alós, Constantino Molina Monteagudo, Martha Asunción Alonso, Aitor Francos, Rodrigo Olay, Luna Miguel, Diego Álvarez Miguel, Paula Bozalongo, Javier Temprado Blanquer, Miguel Floriano, Elvira Sastre y Xaime Martínez.

El trabajo de selección, riguroso, y el detallado prólogo corren a cargo del poeta y crítico literario José Luis Morante. En esas páginas introductorias nos traza un minucioso recorrido por la trayectoria vital y literaria de cada una de los poetas antologados, aportando con esos “viajes líricos”, junto a una biobibliografía de cada uno, la anotación de sus singularidades. Así nos dice Morante: “Ya encauzado el siglo XXI, y dispuesto para un primer recuento generacional sobre la lírica emergente, se constata una evidencia: la profunda conexión entre el momento poético más reciente y la crecida digital. Lírica y tecnología caminan de la mano”. Y buena parte de este camino es lo que nos abre este libro que se convierte en un catálogo de mapas poéticos abierto, ya que, como sucede siempre en toda antología, no pueden estar recogidas todas las propuestas pero sí una representación de ellas muy interesante y basada en una elección medida entre los que ahora conforman nuestro espacio poético.

Con estas dos citas se abre esta joven antología: “Vienen a lo que vienen. Ellos sí de verdad llegaron para comerse este mundo” (José Emilio Pacheco) y “Literatura es diversidad” (Lêdo Ivo). Ambas definen magistralmente a este grupo de poetas nacidos entre 1980 y 1995. 24 presencias en el espacio de quince años, de 2000 a 2015. Con este marco, el libro dibuja un indispensable acercamiento a la poesía más nueva, a los nuevos conceptos de lo literario, y nos permite ver los derroteros por donde va a caminar nuestra palabra lírica más cercana. Todos han crecido y vivido en democracia, en una época de bienestar social que a partir de la crisis de 2008 ha ido en declive. Estos poetas son universitarios, muy formados, y con obras editadas.

Cada uno está representado con cinco poemas de sus libros publicados y todos aportan textos inéditos también. En ellos vemos a una generación cuyo lenguaje y experiencia vital nos hablan de un ansia de aprendizaje, del coraje necesario para arriesgar, de la difícil aventura de volar. Y esa aventura cobra forma en muchos de estos autores en palabras que, como aves en vuelo, ellos mismos nos afianzan en algunos de sus versos:

“-un pájaro es sus alas, un hombre su deseo-” (Javier Vicedo); “Allí donde las alas toman forma,/ (…),/ fueron los territorios para el vuelo” (Constantino Molina Monteagudo); “La intuición de volar/ nunca entendió de alturas/ (…)/ Los pájaros sortean las señales/”, “Los pájaros observan/ y saben que me miras/ (…)/ “Cuando soy casi pájaro (…)/ y los pájaros libres nos regalan mensajes de advertencia” (Paula Bozalongo); “No tengas miedo, un águila te lleva/ en su pico de nuez, lleva tu nombre” (Javier Temprado Blanquer); “Los poetas son esos pájaros que oyen al pasar lo que las/ estatuas dicen”, “Para tener libertad no bastará con la poesía; habrá que/ guardar cada hueso de pájaro en un pequeño frasco/ de cristal” (Aitor Francos).

Y estos versos son sólo una pequeña muestra en cuatro de los poetas, ya que es muy significativo que todos los demás también en sus poemas nos hablen de alas, metáfora de libertad en el oficio de escribir, en donde fieles a la tradición aletean por los derroteros de la modernidad, de lo experimental.

Otra de las temáticas que en cierto modo es hilo del entramado de Re-generación y que también está presente en los 24 poetas de la antología, dibujando dentro de la diversidad, de gustos, estilos e idearios estéticos distintos, una cierta unidad de contexto, un lugar de condicionamiento común y un espacio lírico e histórico compartido e inconfundible, es la conciencia del tiempo. Ese sucederse de la palabra y la historia vital en un tiempo concreto, que podemos caracterizarlo con el tema clásico emblemático machadiano y que luego han desarrollado tanto otros poetas, podría servirnos como referencia de aproximación a los antologados, casi como eje de una lectura en la plural identidad de este grupo. Así lo atestiguan en su tono conversacional y testimonial sus versos cuando la temporalidad de estos habitantes del siglo XXI se va desgranando no sólo en la extensión horizontal sobre la página de sus 24 voces sino también en la verticalidad de sombras y luces que pone el transcurso de las 24 horas del día sobre su palabra: desde que amanece y aparece la luz del alba hasta que atardece, se hace de noche y llega la madrugada con su alta oscuridad.

Sirvan de ejemplos algunos versos recogidos de otros de los poetas seleccionados en la antología: “No te inquietes por coger la rosa,/ pues nunca el tiempo se escapará del todo” (Pablo Núñez); “Con tres hilos de cabeza he tejido mi tiempo” (Elena Medel); “Hay días en que llevo mi ventana hacia la luz cuando/ amanece” (María Alcantarilla); “Oda a la juventud recién cortada”, “por la tarde sin nada en la nevera” (Ben Clark); “atardecer de hierro de provincias”, “sobre esas noches infinitas viendo realities, tocando la/ penumbra (…)” (Xaime Martínez); “Una ciudad bien iluminada por la noche/ nos conducirá a la revolución”, “Hubo después de muchas noches de lluvia/ Una mañana de luz”, “Porque siempre llegamos a la noche/ desde días distintos” (Pablo Fidalgo Lareo); “me imagino haciéndote el amor toda la noche”, “habitantes de la noche. Dices, dices que no soy/ Catulo, ni Gil de Biedma y mucho menos/ Ángel González (…)” (Diego Álvarez Miguel); “Y la noche se nos quedaba escasa” (Rodrigo Olay); “En un cuarto de hotel, la madrugada/ se vierte por las páginas del libro/ como un sueño en la noche” (Rubén Martín Díaz); “A todos los que aquí se han acercado/ -ya fuese por fortuna o por empeño-/ sean perfectamente bienvenidos/ a esta estrecha danza de sílabas./ (…)/ y que la noche es siempre afable, antojadiza,/ (…)/ Todos hemos perdido alguna vez/ el mar en una lágrima. Bienvenidos/ sean todos, pues” (Miguel Floriano Traseira).

Esta antología, diseñada con el cuidado y la elegancia que siempre tienen los libros de Valparaíso Ediciones, supone un volumen de referencia para la poesía, al ofrecernos una abierta y amplia panorámica de autores jóvenes, de textos con sorprendentes afirmaciones, de voces propias que nos hablan del ahora mismo, de lo que les inquieta, de las ciudades, de los escritores que les gustan o de los artistas que les influyen. Una buena parte de ellos comparten además esta tarea poética con la de otros géneros literarios y otras artes, estos elementos aportan riqueza al ser reflejados en sus poemas urbanos.

Encendida la mecha ya sobre las páginas de este poemario, vemos una generación de poetas que llega para quedarse a convivir con nosotros, para darnos lo más nuevo de la poesía actual a través del desvelo y la pasión que les une en la escritura.

*Carmen Canet es profesora de Literatura.Carmen Canet

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