Buzón de Voz

Si el juez Ruz decidiera...

Lo grave de la decisión tomada este martes por la comisión permanente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) no es lo que es, sino lo que podría ser. Y si finalmente fuera lo que podría ser, es posible que quien haya ideado la cosa esté cavando la tumba electoral del Partido Popular.

A saber...

   - La comisión permanente del CGPJ ha decidido sacar a concurso la plaza que ocupa Pablo Ruz en el juzgado número 5 de la Audiencia Nacional, junto a otras 363 plazas en toda España que mezclan sustituciones, jubilaciones, fallecimientos y otros cuantos conceptos, entre ellos comisiones de servicio (41 de ellos).

   - El acuerdo de la citada comisión se ha tomado por cuatro votos a uno. A favor se han pronunciado el presidente, Carlos Lesmes, otros dos vocales también propuestos por el PP (Francisco Gerardo Martínez Tristán y Juan Manuel Fernández Martínez) y una vocal propuesta por el PSOE (Mar Cabrejas). En contra lo ha hecho Álvaro Cuesta, propuesto también por los socialistas, y que el pasado viernes había votado a favor de sacar a concurso el juzgado número 5 de la Audiencia Nacional.

   - El acuerdo incluye una cláusula importante. Para (supuestamente) "garantizar la mínima perturbación posible de los procedimientos en curso", se establece una prórroga automática de las actuales comisiones de servicio hasta que tome posesión el nuevo titular, cosa que ocurrirá en marzo de 2015.

   - El mismo acuerdo establece un segundo matiz aún más importante. Todo juez que esté instruyendo "causas de especial relevancia o complejidad y que estén pendientes de pronta conclusión" (como evidentemente serían el caso Gürtel y los papeles de Bárcenas o contabilidad B del PP) podrá solicitar una nueva comisión de servicio "en calidad de juez de refuerzo" con el fin de concluir la instrucción en curso.

   - La concesión de esa nueva comisión de servicio (si Ruz la solicita) será decidida por la misma comisión permanente del CGPJ, una vez oída la Sala de Gobierno de la Audiencia Nacional.

Otrosí digo...

   - Que la convocatoria de este "macroconcurso" de plazas (que no de nuevos juzgados como pretendió colar en su día la propaganda gubernamental) no puede ocultar el hecho de que se podría haber mantenido a Ruz (que ya lleva nueve prórrogas) hasta el 24 de junio de 2015, fecha en la que se agotarían los dos años en comisión de servicio legalmente establecidos.

   - Que Ruz está instruyendo las distintas piezas relacionadas con la Gürtel, con Bárcenas, con la financiación irregular del PP, con la presunta mordida de Toledo, etcétera, porque en el otoño de 2013 no quiso tomar posesión del juzgado número 5 su titular Miguel Carmona, que estaba en el CGPJ a propuesta del PSOE y que prefirió aceptar la magnífica oferta que el entonces ministro Gallardón le hizo para ocupar plaza como "magistrado de enlace" en Londres, donde trabaja menos que un monitor de natación en el Sáhara y está mucho mejor pagado que en la Audiencia Nacional.

   - Que sobran las prisas por sacar a concurso el juzgado que lleva Ruz, puesto que Miguel Carmona se jubila en mayo de 2016 y no es previsible que le entren unas ganas tremendas de trabajar a destajo en sumarios "de especial relevancia o complejidad" que podría haber asumido cuando le tocaba por derecho.

   - Que, hasta bien entrado 2014, el Gobierno, el PP y sus altavoces mediáticos calificaban a Pablo Ruz como ilustrísimo magistrado perfectamente serio, riguroso, profesional y neutral, preferido en cualquier caso al frente de la instrucción de la Gürtel por delante de un Garzón, un Pereira, un Gómez Bermúdez, un Carmona... Tanto en la judicatura como en medios teóricamente progresistas Ruz estaba y está considerado como un hombre de ideas conservadoras.

   - Que la percepción sobre Ruz en el Gobierno, en el PP y en sus entornos ha ido cambiando a medida que iba escribiendo autos en los que asentaba, por ejemplo, la financiación irregular del PP o el hecho de que esta formación política "ha resultado beneficiada con fondos indiciariamente procedentes de un delito por lo que debe responder del beneficio obtenido..."

   - Que quienes conocen la práctica judicial entienden que la proclamada autorización del CGPJ para que Ruz termine de instruir la Gürtel puede tropezar con el perfil del magistrado que en marzo aterrice en ese mismo juzgado, puesto que el reparto de las causas entre dos jueces no se hace jugando a los chinos ni tirando una moneda al aire, sino que habitualmente quien ocupa la titularidad (aunque sea como suplente del susodicho Carmona) tiene algo que decir en esa toma de decisiones.

   - Que quienes conocen muy bien los entresijos del Poder Judicial explican la diferencia de voto este martes entre Álvaro Cuesta y Mar Cabrejas en el hecho de que el primero tiene una larga trayectoria política y la segunda pertenece a la carrera judicial, de modo que el primero está de paso y la segunda continuará lógicamente con su carrera, y sin olvidar tampoco que los vocales del Poder Judicial que sólo acuden a los plenos no tienen sueldo sino que cobran dietas de asistencia, mientras que los que componen la comisión permanente tienen un salario mensual de entre 8.000 y 9.000 euros mensuales.

   - Que sin conocer los entresijos del Poder Judicial cabe sostener que no es "bonito" que en este asunto no se haya abstenido otro miembro de la comisión permanente a propuesta del PP, Francisco Gerardo Martínez Tristán, esposo de la consejera de Fomento del gobierno de María Dolores de Cospedal en Castilla La Mancha, cuando Ruz tiene abierta una pieza separada por supuestos pagos destinados a su campaña electoral.

Fallo (o quizás no)...

   -  Que en la hipótesis de que la decisión de la comisión permanente del CGPJ presidido por Carlos Lesmes esconda la intención política de presionar a Ruz para que cierre en falso y aceleradamente la instrucción de la Gürtel o directamente abandone la Audiencia Nacional, pueden ocurrir dos cosas: que Ruz se achante, liquide discretamente la pieza más avanzada de la Gürtel y se vaya a Móstoles o que solicite la prórroga correspondiente para llegar hasta el final de su instrucción. En el primer caso el escándalo político-judicial sería mayúsculo. En el segundo, más tarde o más temprano quedará sentenciado lo que unos cuantos autos de Ruz ya han asentado: que el PP se ha financiado irregularmente durante décadas o que el tesorero encarcelado y sus predecesores repartían sobresueldos en la cúpula como quien reparte chuches. Y el presidente del Gobierno y del partido lo sabía, lo consentía y dejó escritas por SMS sus palabras de ánimo ("Luis sé fuerte", "hacemos lo que podemos") a un señor de quien todos los ciudadanos ya conocían que tenía cuentas millonarias en Suiza. Todo, por tanto, dependerá de lo que el juez Ruz decida.

De confirmarse tan escandalosa hipótesis, sus consecuencias podrían cavar la tumba electoral del PP, y tendríamos que abrir pieza separada para analizar los daños a la ya muy zarandeada independencia judicial.

Más sobre este tema
stats