El PSOE acusa de “prácticas mafiosas” al PP y no descarta ir a los tribunales

El Partit Socialista de les Illes Balears (PSIB-PSOE) se levantaba esta mañana absolutamente "noqueado", en estado de shock, "escandalizado". No daba crédito a la noticia: que el ex secretario general del PP del archipiélago Miquel Ramis, admitía haber contratado en 2010 a detectives privados para investigar "si dos o tres diputados socialistas" habían realizado un viaje privado a Andalucía con fondos públicos. Noticia exclusiva revelada por infoLibre. Tras el estupor inicial, los socialistas –en Madrid y en las islas– pasaron a la ofensiva: acusaron a los conservadores de "prácticas mafiosas" y no descartaron llevarlos a los tribunales. Por lo pronto, exigieron la comparecencia "inmediata y urgente" del presidente del PP balear y del Govern, José Ramón Bauzá. 

"Estamos ante un caso gravísimo. Gravísimo. Estamos planteándonos todavía la estrategia a seguir, porque nos ha dejado alucinados. Pero queremos que Bauzá, líder del PP balear desde 2009, dé explicaciones en la Cámara y si no, haremos alguna iniciativa parlamentaria. Aunque sea un pleno extraordinario. Ante un caso escandaloso como este, no vamos a dejarlo pasar como si nada. En Estados Unidos dimitió un presidente [Richard Nixon] por espiar a sus adversarios. Esto no puede quedarse en la normalidad. Esto es una forma de actuar mafiosa del PP", señaló indignada Francina Armengol, secretaria general del PSIB-PSOE, en declaraciones a este diario. Desde Ferraz, que mantuvo contactos con Armengol desde primera hora de la mañana, también se emitió un comunicado coincidente: Antonio Hernando, responsable de Relaciones Institucionales y Política Autonómica del PSOE, exigió a Bauzá que explique "las gravísimas prácticas mafiosas" de su formación. Que aclare si, como líder del PP desde 2009 "autorizó la contratación del servicio de detectives y en qué consistió". "No es de recibo una actuación que es más propia de la Camorra que de una organización política", y menos aún, añadió, "que uno de sus máximos responsables la defienda con absoluta impudicia". 

Armengol subrayó que su partido "no renuncia a ninguna vía", entre ellas acudir a los tribunales de Justicia para que esclarezcan los hechos. Pero más allá de las responsabilidades penales, ahondó, están las políticas. Ramis, hoy portavoz del PP en las islas y diputado en el Congreso, "no es digno de ocupar un escaño en las Cortes cuando está dando por bueno que es normal espiar a diputados o cargos públicos, y más que vea normal el hacerlo a jueces y fiscales. Va contra el Estado de derecho. Debemos plantearnos si esta es la forma del PP de entender la política. El PP nacional también debe decir si respalda o no esta actuación". Lo mismo consideró Hernando, quien reclamó a Génova, la dirección nacional de los conservadores que preside Mariano Rajoy, que "no mire para otro lado, tome cartas en el asunto" y diga "si considera que un partido político puede dedicar dinero de los contribuyentes a espiar a oponentes políticos y, supuestamente, a jueces y fiscales que investigan a sus dirigentes". 

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Los socialistas baleares creen que el hecho de que Ramis haya intentado hoy recular diciendo que él encargó espiar a "cargos públicos" en lugar de a "dos o tres diputados" del PSIB –que fue lo que él anoche dijo a este periódico– "no resta gravedad a los hechos". En aquel momento, en 2010, el PSIB estaba en el Govern y en las principales instituciones del archipiélago. Además, para Armengol, la argumentación "no es creíble" desde ningún punto de vista, porque si el PP quería saber si se habían pagado con fondos públicos un viaje era tan fácil como reclamar la factura por vía parlamentaria, "haciendo su labor de oposición y sin gastarse dinero en detectives privados". La jefa del PSIB decía no tener "ni idea" del presundo viaje de diputados de su partido a Andalucía, ni de quiénes pudieron ser los espiados, porque en cualquier caso se trataría de un desplazamiento "privado", como admitió Ramis. 

El PSOE "sospecha", por tanto, que el objetivo del espionaje eran el juez José Castro y el fiscal Pedro Horrach, porque el partido pagó a los detectives de la agencia Cabanach tres veces, la primera tres semanas después de que el magistrado impusiera una fianza de tres millones de euros al expresident Jaume Matas. Ramis sostuvo que ni uno ni otro estaban en la diana. "Pero si hubiéramos tenido que hacerlo, pues a lo mejor lo hubiésemos hecho", espetó. "Eso sería gravísimo, sería tanto como intentar coaccionar a jueces y fiscales, un escándalo a nivel global. Eso nos preocupa muchísimo", respondió Armengol. Y Hernando: "Si el PP pagó a detectives para investigar el mal uso de fondos públicos por parte de diputados socialistas, que además quedó en nada, mal. Pero si como parece, les contrató para que buscaran trapos sucios del fiscal y del juez que persiguen los actos delictivos del expresident Matas, la comparecencia de Bauzá no es sólo obligada, sino además urgente". 

Pese a la estupefacción por lo que ya la prensa del archipiélago ha bautizado como Baleargate, Armengol se confesaba en cierto punto menos sorprendida cada vez por el "comportamiento mafioso" del PP. Y recordaba que con Matas en el poder ya se produjo otro escándalo de espionaje, el caso Bitel, en el que hubo ya juicio y condena a un alto cargo del expresident. "Llueve sobre mojado. Aquí tienes la sensación de no estar en un Estado de derecho", declaró la secretaria general del PSIB.