Emigración española

Los emigrantes españoles son peones, auxiliares y camareros

Crisis en Europa.

Lucía El Asri

Comisiones Obreras (CCOO) ha elaborado un estudio sobre el nuevo panorama migratorio en España tras la crisis económica. En él se analizan aspectos como quiénes son los más afectados por el desempleo, la precariedad y la exclusión social o cuáles son sus destinos preferidos. 

Según el estudio “Crisis económica y nuevo panorama migratorio en España”, los más afectados por el desempleo derivado de la crisis económica tienen más de 30 años y se ven obligados a emigrar tras haber sido desplazados del mercado español y haber tenido que renunciar a una emancipación personal y profesional. En muchos casos, se marchan para completar estudios o mejorar conocimientos de idiomas, mientras ejercen trabajos a tiempo parcial. Este grupo, además, no se beneficia de las ayudas destinadas a promover y apoyar la movilidad laboral de los jóvenes, puesto que se salen de éste rango.

Otro de los fenómenos surgidos a raíz de la crisis es el de "emigración de arrastre", que afecta a  menores de 18 años que han abandonado España con sus familias, o se han reunido con ellas más tarde. La mayor parte son hijos de inmigrantes extranjeros que no llegaron aquí por falta de empleo sino como resultado de una estrategia familiar frente a la crisis. De hecho, los imigrantes que se instalaron en España antes de la crisis ahora se ven obligados a regresar a sus países o a buscar un nuevo destino. Este grupo es el más castigado por la situación económica.

Principales destinos

Según las estadísticas, la nueva emigración española prefiere como destino Francia, Reino Unido y Alemania (dentro de la UE), y Estados Unidos, fuera del entorno europeo. 

Destaca, además, que entre 2010 y 2011 emigraron 23.472 personas a Rumanía, como primer destino de la Unión Europea, aunque las previsiones indican que es probable que se trate de un fenómeno de retorno.

América Latina es otro de los lugares receptores de españoles, donde destacan países como Cuba, México, Brasil, Argentina, Uruguay y Venezuela. Según el Padrón de españoles residentes en el extranjero (PERE), los españoles que residían en el exterior entre 2009 y 2013, aumentaron un 31,2%.

Peones, auxiliares y camareros

CCOO cita en su documento el Informe de Actividades de la Red EURES España –elaborado por la Comisión Europea–, correspondiente a los periodos comprendidos entre junio de 2010-mayo de 2011 y junio de 2011-mayo de 2012. El texto concluye que el sector donde se han registrado menos contrataciones es el de los titulados universitarios, muy por detrás de peones, auxiliares, camareros, cocineros, gobernantas, azafatas, teleoperadores, cajeros y enfermeras.

Aunque no existen datos exactos de la formación de quienes optaron a estos puestos de trabajo, es posible que empleos de baja o media cualificación hayan sido ocupados por trabajadores españoles sobrecualificados, según indica este estudio.

De hecho, frente a la imagen de trabajadores altamente cualificados, predominó durante ese periodo en el mercado laboral europeo la petición de trabajadores de baja cualificación. Por ejemplo, en Canadá, a comienzos de 2013, se anunció un programa que pretendía reclutar hasta tres mil trabajadores extranjeros para la construcción. Mientras tanto, Austria también ofrecía puestos ligados a la construcción, y, como contraste, lo hacía también en el ámbito de la ingeniería industrial y del turismo.

Fuga de cerebros

La migración de personas altamente cualificadas afecta especialmente a españoles con edades comprendidas entre los 25 y los 40 años, aunque también a  recién graduados. Los primeros son, en su mayoría, investigadores que abandonaron el país atraídos por contratos o becas predoctorales o postdoctorales, frente a la reducción en inversiones en I+D+I. El astrofísico Luís Colina, en declaraciones para este estudio, declara que “todo el personal joven, becarios, doctores recientes, postdoc…se están yendo sin esperar: nos estamos hundiendo a gran velocidad”.

Muchos de estos investigadores volvieron a España con la esperanza de consolidarse profesionalmente en labores de investigación. Esperanza frustrada que les obliga, de nuevo, a marcharse. Muchos de ellos renunciaron a buenos salarios en universidades y prestigiosos centros de investigación extranjeros con contratos caducos en instituciones españolas. Ahora tienen más edad, y creen que esta es la salida definitiva y su “último tren laboral”. Algo que también ocurre en profesionales del sector de la medicina, la enfermería, economía, arquitectura e ingeniería.

Principales críticas

Los españoles que se van aumentan un 6,6%

El estudio critica que, en muchas ocasiones, se banaliza la emigración vinculándola a un impulso juvenil y aventurero, y no como la última opción ante “la falta de horizonte social”. Y denuncia que el Gobierno trate de impulsar la salida de trabajadores cualificados por la incapacidad de encontrar un hueco para ellos en el mercado español.

Exilio laboral

Muchos de quienes abandonan España dan razones relacionadas con el desempleo juvenil y la falta de futuro y expectativas. La sensación generalizada entre la mayoría de ellos es que no se van, “les echan”, y comienzan a utilizar términos como “exilio económico” y “exilio laboral”, según el estudio.

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