“¡Fuera las empresas de la sanidad, que sólo vienen a robar!”

Cerca de un millar de personas se manifestaron este domingo en Madrid en la 31ª edición de la Marea Blanca, una marcha que se celebra cada tercer domingo de mes en la capital desde finales del año 2012 para protestar contra la privatización de la sanidad pública. En esta ocasión, los participantes recorrieron la distancia que separa el Colegio de Médicos de Madrid, a la altura de Atocha, del Ministerio de Sanidad para "demostrar la indignación y el hartazgo" ante los "reiterados abusos y el intolerable escenario de corrupción que rodea la gestión sanitaria en la Comunidad de Madrid", la que, en opinión de los organizadores, "sigue siendo un foco de prácticas oscuras".

La marcha arrancó a mediodía tras el despliegue de la clásica sábana blanca con el lema "No a los recortes y privatizaciones. Sí a la sanidad y servicios públicos", que encabeza, desde hace tres años, las protestas organizadas por la Mesa en Defensa de la Sanidad Pública de Madrid (Medsap). Al grito de "¡Sanidad pública!", la protesta comenzó a descender por la Ronda de Atocha hasta alcanzar el Paseo del Prado, desde donde se dirigieron al edificio ministerial.

"El lema que tenemos en esta manifestación es 'Fuera la corrupción'. Basta ya de corrupción en la sanidad", apuntó en declaraciones a los medios María Nieves Lozano, una de las portavoces de la Medsap. La doctora criticó que "no hay unos buenos gerentes que estén controlando lo que ocurre en sus hospitales y en sus servicios". "Estamos hartos de que el dinero de la sanidad se lo están llevando los corruptos", apostilló Lozano, que añadió que "dinero sí hay, pero nos lo están quitando y robando a todos los españoles y, en este caso, a todos los madrileños".

La doctora, además, recordó el caso del Gregorio Marañón, que saltó a la palestra en el mes de marzo cuando un médico del centro denunció que se estaban realizando pruebas clínicas privadas con medios públicos. "¿Cómo es posible que haya una gerencia y unos órganos que no controlen eso?", sentenció.

Por su parte, Marciano Sánchez-Bayle, presidente de la Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública de Madrid, aseguró que la situación "está empeorando de manera continuada". "Desde el año 2001, en Madrid se "ha vivido un proceso continuado de recortes, deterioro, privatización y desmantelamiento del sistema sanitario", dijo. 

Preguntado por la decisión del Gobierno de que los inmigrantes irregulares vuelvan a tener derecho a la atención primaria en el Sistema Nacional de Salud (SNS), aunque sin recuperar la la tarjeta que les fue retirada con la aprobación de la reforma sanitaria en 2012, con Ana Mato al frente de la cartera ministerial, Sánchez-Bayle argumentó que se "ha hecho un anuncio" pero no se "ha tomado ninguna medida". El presidente de la Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública de Madrid apuntó que "la atención sin tarjeta" impedirá que a muchas personas se les puedan "pedir pruebas diagnósticas, mandar al especialista o prescribir fármacos". "Les están ofreciendo una atención sanitaria del siglo XIX", sentenció.

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Acompañando a la sábana principal, se pudieron ver pancartas contra la privatización de la recogida de sangre –"La sangre que tú donas ellos la venden"– o la incursión de empresas en la sanidad pública española –"No al lucro en Sanidad. Ni empresas ni médicos empresarios"–, además de pequeñas lonetas a favor de los trabajadores de Coca-Cola –"No al cierre de Coca-Cola Fuenlabrada"– y en apoyo a los enfermos de hepatitis C, que portaban miembros de la Plataforma de Afectados por la Hepatitis C (PLAFCH) y en la que se podía leer "Que la salud sea un hecho, que vivir es un derecho".

Los manifestantes, que sostenían carteles con lemas como "Sanidad: para todos, gratuita y de calidad", "Con tú salud harán caja o ataúd", "¿Cuántos más deben morir?" o "Tratamientos hepatitis C, ¡ya y para todos!", entre otras, fueron llegando pasadas las 13.30 horas a las puertas del ministerio liderado por Alfonso Alonso. Entre gritos, como "¡Mariano Corleone!", "¡Fuera las empresas de la sanidad, que sólo vienen a robar!", "¡Sin formación no hay desarrollo, sin sanidad todos al hoyo!" o "¡Sanidad universal, ningún paciente es ilegal!", los participantes se fueron agolpando alrededor de la sábana blanca.

La lectura del manifiesto de convocatoria, en el que se afirmó que "los ataques vividos en Madrid son parte de una estrategia ultraliberal mundial dirigida por las grandes corporaciones que, situadas por encima de gobiernos títeres, busca consolidar su dominio con tratados como el TTIP", puso fin a una marcha en la que estuvieron presentes varios dirigentes políticos socialistas, como el candidato del PSOE a la Alcaldía de Madrid, Antonio Miguel Carmona; el concejal socialista en el Ayuntamiento de la capital, Pedro Zerolo; el presidente de la gestora que dirige el PSM, Rafael Simancas; o el exsecretario general de la formación madrileña Tomás Gómez.