Elecciones catalanas 27-S

Albiol lleva al PP a su peor resultado en Cataluña desde 1992

Albiol lleva al PP a su peor resultado en Cataluña desde 1999

El 'efecto Albiol' no fue tal. El Partido Popular de Cataluña no ha conseguido que el cambio de candidato que Mariano Rajoy realizó en la formación regional el pasado verano para hacer frente al desgaste de Alicia Sánchez Camacho cuajase. Con el 98,35% de los votos escrutados, la candidatura encabezada por Xavier García Albiol logró 11 escaños (8,48% de los votos). El peor resultado de los conservadores desde 1992, cuando se hicieron con 7 diputados (5,97% de los sufragios). En votos, obtuvo 342.344. Pasa de cuarta a quinta fuerza.

El exregidor de Badalona, que no logró acceder al consistorio el pasado 25-M después de que las fuerzas de la izquierda sumaran mayoría, tampoco ha logrado vencer a las encuestas. La más optimista de todas le otorgaba 14 escaños del Parlament (está compuesto por 135 diputados, 68 suponen mayoría absoluta). Y en la dirección nacional del PP admitían que cruzaban los dedos para que el resultado fuese este. Pese a que suponía perder ocho escaños respecto a los comicios de 2012, cuando Alicia Sánchez Camacho se hizo con 19, el mejor resultado en la historia electoral del PPC.

Por circunscripciones, el PP consiguió el 8,83% de los sufragios en Barcelona (8 diputados) , en Tarragona logró el 8,89% de los votos (1 diputado), el 7,31% en Lleida (1 diputado) y el 5,87% en Girona (1 diputado). Estos fueron los resultados definitivos de 2012: Barcelona (13,27%, 12 diputados), Tarragona (14,96%, 3 diputados), Lleida (11,29%, 2 diputados) y Girona (9,59%, 2 diputados). La mayor caída, pues, se localiza en Barcelona.

Rajoy sabía que apostar por García Albiol era arriesgado. Primero, porque el cambio de candidato se producía a pocos meses de las elecciones y le faltaba recorrido. Segundo, por su discurso abiertamente xenófobo. A ello había que sumar que se ponía al frente de la candidatura de un partido, el suyo, que en los últimos año al frente del Gobierno de España había visto cómo el distanciamiento con Cataluña era cada vez mayor sin reaccionar. Como si se fuese a solucionar por sí solo. En las últimas semanas se pisó el acelerador. Pero quizá fue demasiado tarde.

A tenor de los resultados, de poco ha servido la reforma de la ley del Tribunal Constitucional presentada por el PP hace unas semanas en el Congreso de los Diputados. Una iniciativa con la que Mariano Rajoy pretendía atraer al electorado catalán que se irritó por la actuación de su partido durante la consulta del 9 de noviembre de 2014.

Tampoco parece haber servido que el ministro de Exteriores, José Manuel García Margallo, aceptara un debate televisado frente a Oriol Junqueras, líder de ERC, con el objetivo de alertar de que una eventual independencia de Cataluña supondría la salida automática de la Unión Europea.

En su comparecencia, el candidato admitió que los suyos "no son unos buenos resultados", pero que son más de los "6 ó 7" escaños que las encuestas daban al PP de Cataluña a mitad del mes de julio. Pero puso en valor la "altísima participación". "La mayoría de los catalanes no estamos por la ruptura [...] Desde 1984 es la primera vez que la suma de ERC y CiU no suman mayoría. Hace cinco años que Artur Mas entró en la deriva de irresponsabilidad política y social en Cataluña. Ha convocado tres elecciones, ha dividido y ha roto su coalición", añadió. "¿Ha merecido la pena dividir a la sociedad? Nosotros pensamos que no", se respondió a sí mismo.

Por parte de la dirección nacional del PP, el encargado de comparecer ante la prensa fue el vicesecretario de Comunicación, Pablo Casado. "Evidentemente, mañana todo sigue igual", señaló el dirigente conservador.

Casado: "No tiene por qué afectar a las generales"

Casado defendió que el PP ha hecho la campaña que tenía que hacer. "Otros, sencillamente, han ido con una pregunta a las urnas", dijo en alusión a la formación de Mas. No obstante, admitió que a su partido le habría gustado obtener mejor resultado y que esperaban más. 

Será el lunes cuando Mariano Rajoy analice los resultados de forma más detenida ante el Comité Ejecutivo Nacional de su partido en una reunión que ha convocado a las 17.00 horas. Como anticipo, Casado sostuvo que la dirección nacional del PP está convencida de que lo ocurrido en Cataluña este domingo no tiene por qué afectar a las generales de diciembre. Como ejemplo puso los comicios autonómicos de 1999. "Esperemos que los españoles valoren lo que hemos hecho y lo que queda por hacer", concluyó.

Al conocer los resultados, fuentes del Gobierno insistían en que Mas había fracasado en su estrategia secesionista. No lo había conseguido, señalaban, ni en votos ni en escaños. También ponían el foco en que los ciudadanos catalanes habían demostrado, con su asistencia masiva a la cita ante las urnas, que se resisten a la uniformidad de los independentistas.

Un problema: Ciudadanos

Pese a que en el PP se empeñen en lo de siempre, en decir que los resultados de unas elecciones no son extrapolables a otras, el resultado de Ciudadanos, segunda fuerza, 25 escaños, es preocupante para el partido del Gobierno de cara a las elecciones generales. Está claro que la formación de Albert Rivera ha sabido conectar mejor con los electores que PP y PSC. Y está por ver si llega con el mismo impulso a los comicios de diciembre.

Rajoy no se mueve

Rajoy no se mueve

Dificultad de movilización

Para llegar a esos soñados 14 escaños, los estrategas de campaña de García Albiol consideraban clave la movilización. Y ello pasaba por lograr que todos los catalanes que apuestan por las siglas del PP en unas elecciones generales lo hiciesen en esta ocasión. A lo largo de este domingo, cuando se avanzaban los datos de participación, los conservadores cruzaban los dedos para que el incremento les terminase beneficiando.

Comparando los resultados de las dos últimas generales –2008 y 2011– con los de las catalanas –2010 y 2012–, el PP, de media, obtuvo un 35% menos de votos en las autonómicas. Así, en 2011, los conservadores se hicieron con 715.802 sufragios en las generales frente a los 471.681 de las catalanas de 2012. En 2008, la candidatura que también encabezaba Mariano Rajoy logró 610.473 votos en Cataluña. Dos años más tarde, en las elecciones al Parlamento de Catalunya, obtendría 387.066 sufragios.

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