Elecciones 20-D

Rajoy ha ninguneado al Senado como Cámara de representación autonómica

La desbandada de barones territoriales del PP indigna al Gobierno de Rajoy

Una de las tareas pendientes que dejará Mariano Rajoy a su sucesor en la Presidencia del Gobierno será la reforma del Senado. Y reformarlo para convertirlo en algo más que una Cámara de segunda lectura o cerrarlo son las dos principales opciones que venden quienes concurrirán a las generales del próximo 20 de diciembre. Los conservadores llegaron al Gobierno tras las generales de 2011 con una mayoría absoluta impensable ahora para cualquier partido. Y en los cuatro años que han estado al frente del Ejecutivo no han tomado medidas para reforzar el Senado, pese a que ese iba a ser uno de sus objetivos según manifestaron destacados cargos de su partido, como el propio presidente del Senado, Pío García-Escudero, y de su Gobierno, como Soraya Sáenz de Santamaría, en los primeros años de legislatura. 

Paradójicamente, desde que JxSí y la CUP presentaron la moción que marca la hoja de ruta para la creación de una república catalana independiente el Senado ha cobrado relevancia si se tiene en cuenta que la aplicación del artículo 155 de la Constitución Española, el que contempla la suspensión de la autonomía, dependería de un debate y una decisión del pleno de esta Cámara. A día de hoy, no obstante, el Ejecutivo confía en no tener que ir más allá del recurso ante el Tribunal Constitucional ya planteado.

El Senado, al igual que ocurrió en el Congreso de los Diputados, se disolvió con la convocatoria de elecciones sin acuerdo en la comisión encargada de estudiar su reforma. Esto implica que la próxima legislatura habrá que empezar de cero.

Pero más allá de la responsabilidad que puede atribuirse al Partido Popular en cuanto a fuerza política mayoritaria por no haber impulsado de forma más firme el proceso de reforma, está la importancia que se ha dado desde el Gobierno a la cámara alta como órgano de representación autonómica.

El Senado como escenario de la comparecencia por el 'caso Bárcenas'

"Puede decirse que lo más relevante que ha ocurrido en el Senado en los últimos cuatro años ha sido la comparecencia de Mariano Rajoy el 1 agosto de 2013", comenta con ironía un veterano diputado conservador en alusión al pleno convocado para que el presidente del Gobierno rindiese cuentas del caso Bárcenas después de que se publicase que el jefe del Ejecutivo había intercambiado mensajes con el extesorero del PP cuando ya sabía que la existencia de sus cuentas en Suiza. Con el hemiciclo del Congreso en obras, el del Senado tuvo que adaptarse para acoger a los diputados.

En 2004 se creó la Conferencia de Presidentes, el órgano de máximo nivel político de cooperación entre el Estado y las Comunidades Autónomas. Integrado por el presidente del Gobierno, que ejerce también de presidente de la conferencia, los presidentes de las 17 comunidades autónomas y los de Ceuta y Melilla su objetivo es debatir y adoptar acuerdos sobre los asuntos que afectan al sistema autonómico. Es el Senado el órgano que las acoge. Desde su creación se ha reunido en 2004, 2005, 2007, 2009 y 2012. Es decir, que en esta legislatura sólo ha sido convocada en una ocasión. Fue el 2 de octubre de 2012.

Sólo una convocatoria en cuatro años

Por aquellas fechas, Rajoy estaba a punto de cumplir un año en el Gobierno central. Según la Secretaría de Estado de Administraciones Públicas, que lleva cuenta de todos los encuentros de este tipo que se han celebrado, en la de 2012 se debatió sobre estabilidad fiscal y sobre la situación económica y laboral de España. La cita arrancó con un desayuno informal al que acudieron Juan Carlos I y su hijo, el rey actual Felipe VI.

Dado que poco antes de las generales de 2011 se habían celebrado autonómicas y el PP había obtenido uno de los mejores resultados de su historia, en la foto de familia de la conferencia el presidente del Gobierno aparecía arropado por sus barones territoriales.

En esta legislatura, destacados presidentes autonómicos pertenecientes al partido conservador como Juan Vicente Herrera (Castilla y León) o Alberto Núñez Feijóo (Galicia), han reclamado la convocatoria de este órgano creado en la etapa de José Luis Rodríguez Zapatero.

De espaldas al reglamento

También ha pasado la legislatura sin la convocatoria de un debate sobre el estado de las autonomías. Un foro que, según el reglamento de la propia Cámara baja debería haberse celebrado una vez al año. El artículo 56 bis 8 establece lo siguiente: "El Senado celebrará anualmente una sesión plenaria cuyo orden del día se dedicará íntegramente a analizar el estado de las Autonomías. Este debate podrá dar lugar a la presentación de mociones al amparo de lo dispuesto en el Reglamento". Desde que se concibieron estos debates en 1994, se han celebrado dos más, en 1997 y en 2005.

En uno de los últimos debates de la última legislatura de Zapatero en el Senado, el por entonces portavoz del PP, Pío García Escudero, reprochó al socialista no haber acometido en casi ocho años la reforma de la Cámara de representación territorial, haber celebrado solo un debate sobre el estado de las autonomías y no haber conseguido la «notoriedad» necesaria para la Conferencia de Presidentes. Ahora, cuatro años después, estamos igual.

Cataluña y financiación autonómica, entre los motivos

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Las fuentes consultadas reconocen que el debate sobre la reforma y el papel del Senado es inaplazable. Que a partir del 20 de diciembre ya toca.  Y, a la hora de buscar causas al porqué no se han reunido ni la Conferencia de Presidentes ni el debate sobre el estado de las autonomías apuntan a dos factores principales: el desafío independentista de Cataluña y el rechazo del Gobierno a abordar una reforma del sistema de financiación autonómica.

Las relaciones Estado-Generalitat se han tensado de forma creciente según avanzaba la legislatura. "Habría sido difícil una conferencia de presidentes con Mas y Rajoy –la relación entre ambos está congelada–  y también habría sido difícil que el tema catalán no lo monopolizara todo", plantea un dirigente autonómico.

Sobre la reforma de la financiación autonómica, el Gobierno varió su postura. En un primer momento, se había asegurado que se abordaría en 2014. Más tarde se admitiría que iba a ser imposible en esta legislatura porque no había dinero que repartir. En esta materia, no sólo Cataluña ha sido insistente en la necesidad de abordar esta reforma. También lo han sido comunidades gobernadas por el PP como Madrid o la Comunidad Valenciana. Esto le ha generado a Rajoy no pocas tensiones internas.

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