El debate de investidura

Casi todo lo que dijo Hernando sobre los estragos de la abstención

Antonio Hernando, el portavoz que defenderá una abstención a Rajoy que tachaba de “ensoñación”

Un cierto aire de déjà vu rodeó la sesión de investidura que comenzó este martes con el discurso del líder del PP, Mariano Rajoy. Es la tercera sesión de este tipo que se celebra este año, y la segunda con el mismo protagonista en menos de dos meses. Pero en ella hay un cambio fundamental en uno de los actores principales, ya que defendiendo las posiciones del Grupo Socialista no se encuentra ya Pedro Sánchez, defenestrado hace unas semanas como secretario general del PSOE, sino su portavoz parlamentario, Antonio Hernando, que después de llevar meses apoyando por activa y por pasiva el "no es no", tendrá que justificar desde su escaño la abstención socialista para dejar gobernar a Rajoy.

El cambio de posición que confirmó el PSOE hace apenas unos días en su Comité Federal ha generado un terremoto interno en el partido que quedará reflejado el sábado, cuando varios diputados –entre 16 y 22, según publica este diario– rompan la disciplina de voto y mantengan su no a Rajoy frente a sus compañeros, que optarán por abstenerse después de varios meses en el que muy pocas voces socialistas han defendido abiertamente esta posición. Uno de los dirigentes que mejor representarán este brusco viraje del PSOE será Hernando, que tendrá que defender una postura que, hasta hace poco, calificaba de "ensoñación" y sobre la que alertaba de que provocaría que el PSOE perdiese "toda" su "credibilidad".

Y es que el portavoz en el Congreso fue la cara más visible, junto al propio Sánchez, del "no es no" que la dirección socialista abanderó desde el mismo día 26 de junio, cuando se conocieron los resultados de las elecciones. Esa noche fue el secretario general el que acaparó todas las miradas, pero apenas un día después, el 27 de junio, Hernando se mostraba taxativo: "No vamos a apoyar a Rajoy para la investidura ni tampoco nos vamos a abstener", sostenía el dirigente, que emplazó al líder del PP a "buscar apoyos entre sus afines ideológicos, entre los que es evidente que no está el PSOE".

Esa fue la línea que mantuvo Hernando durante las siguientes semanas y meses. Apenas unos días después de las elecciones, el 7 de julio, el portavoz insistió en una entrevista en la Cadena Ser que el PSOE votaría "no a la investidura de Rajoy", y dejó claro, además, que los socialistas no tenían pensado abstenerse. "No podemos traicionar la confianza que los votantes han puesto en nosotros. Debemos ser coherentes", zanjó Hernando. "Cuando al PSOE le correspondió formar gobierno, jamás se nos ocurrió pedir la abstención del PP, y en este caso tampoco sería razonable, porque nosotros somos la alternativa", zanjó Hernando.

Cuatro días después, Hernando insistía en la necesidad de que los socialistas fueran coherentes con su posición por una cuestión de "credibilidad", y además se mostraba convencido de que barones como Susana Díaz o Javier Fernández –que posteriormente han votado por la abstención en el seno del PSOE– defendían el rechazo a Rajoy. "Yo, en público y en privado, no le he oído decir otra cosa a los distintos dirigentes del PSOE. Desde la presidenta de la Junta de Andalucía al presidente de Asturias, el de la Comunidad Valenciana o el de Aragón, y los líderes de los territorios en los que no gobernamos: todo el mundo ha dicho lo mismo, porque además es nuestro compromiso electoral", señalaba Hernando.

Pero es que, además, el portavoz auguraba graves problemas para los socialistas si se atrevían a cambiar de idea. "Si el PSOE cambia de opinión después de haberle hecho esa pregunta a todos los dirigentes durante un mes y medio, si cambia de opinión, vamos a perder absolutamente toda nuestra credibilidad. Y uno de los problemas que tiene el PSOE es de credibilidad", sostenía Hernando en julio, cuando también afirmaba que el partido debía de resultar "creíble". "Un partido no puede estar diciendo una cosa y hacer la contraria 15 días después. No podemos derrochar la confianza de los cinco millones de personas que nos han votado", señaló entonces el portavoz que ahora defenderá la abstención.

No a un partido acusado "de destruir pruebas"

Hernando también ha defendido el no a ultranza a Rajoy en la misma sede parlamentaria en la que esta semana apelará a dejar gobernar al líder del PP. Lo hizo, por ejemplo, el 27 de julio, un mes después de las elecciones, cuando recordó que "“el no del PSOE a Rajoy ha sido claro durante todo este tiempo" pero, además, aportó una nueva razón para rechazar a los conservadores: "Que el PP ha sido acusado de obstruir a la justicia, de encubrir y de destruir pruebas", en referencia al auto judicial en el que se acusa al PP por la destrucción de los discos duros del ordenador de su extesorero Luis Bárcenas.

La posibilidad de la abstención, no obstante, seguía rondando por los mentideros socialistas, y Hernando no era ajeno a ello. Por eso, el portavoz en el Congreso abrió la puerta a principios de agosto a tener "más debate" interno sobre la posición del PSOE en relación a la investidura de Rajoy, aunque se mostró convencido de que "ningún dirigente del PSOE" querría "indultar" al líder del PP. "Todos los socialistas van a seguir unidos" en el no, afirmó Hernando, que tachó de "ensoñación" las esperanzas del PP de contar con la abstención del PSOE. "Nadie" va "quebrar" a los socialistas, afirmaba entonces el portavoz, que declaró que no pensaba "fallar en los ciudadanos" que esperaban "que el PSOE ni apoye a Rajoy ni se abstenga ante Rajoy".

El partido, en esta línea, votó no al candidato del PP durante su primer intento de investidura, a finales de agosto. "No nos ha dado ninguna razón para votarle ni mañana ni el viernes", sostuvo entonces Hernando tras escuchar el discurso de Rajoy, que aseguró que el presidente del Gobierno "no tiene credibilidad", no genera ilusión y representa un proyecto "agotado". El portavoz, incluso, llegó a tachar al candidato al que el PSOE dará el Gobierno este fin de semana de "burócrata" con un proyecto que "no es el de la España del siglo XXI", y aseguró durante esos días que no se abstendrían porque eso convertiría a su partido en "cómplice de las políticas" de Rajoy.

"Nos estamos jugando si el partido socialista decide por sí mismo o si son otros los que deciden por nosotros", planteó el mismo Hernando el 12 de septiembre, en un mitin durante la campaña de las elecciones autonómicas en el País Vasco. En ese mismo escenario, el portavoz afirmó que en esa dicotomía se refería a "si son los de los periódicos, los que escriben editoriales y hacen artículos, los que toman las decisiones desde los consejos de dirección de las empresas o del Ibex", quienes elegían dentro del PSOE o si, por el contrario, eran sus militantes. "La autonomía política del PSOE no está en juego porque no estamos dispuestos a ponerla en juego", prometía entonces Hernando.

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De las "dudas" al no, y luego a la abstención

Unos días después, no obstante, Hernando confesaba en Onda Cero que había tenido dudas con respecto a la abstención nada más conocer los resultados electorales. Lo hizo nada más afirmar el expresidente Felipe González que se había sentido "engañado" por Sánchez, ya que éste le había dicho que iba a abstenerse para dejar gobernar a Rajoy. "La noche del 26 y las noches siguientes tuve dudas sobre la conveniencia de abstenernos", señaló Hernando, que no obstante afirmó que durante los días siguientes las conversaciones con dirigentes, simpatizantes y ciudadanos le hicieron virar hacia una posición contraria.

Las declaraciones de González fueron el pistoletazo de salida de la rebelión interna que acabó con Pedro Sánchez y que puso al frente del PSOE a una gestora. En una de sus primeras decisiones, la nueva dirección provisional de los socialistas resolvió mantener a Hernando como portavoz en el Congreso, y el jueves, éste tendrá que ejercer sus funciones como "correa de transmisión" de las posiciones acordadas por el PSOE. Lo hará, según planteó el portavoz de la gestora, Mario Jiménez, porque es una persona "respetuosa con sus responsabilidades", y también "coherente".

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