El Gobierno acelera los trámites para suspender a Rubiales: "Esto es el 'MeToo' del fútbol español"

27

"¡No voy a dimitir! ¡No voy a dimitir! ¡No voy a dimitir!". Hasta tres veces gritó Luis Rubiales ante la Asamblea General de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) que se niega a abandonar su cargo como presidente del máximo órgano del fútbol español después de forzar a la futbolista Jenni Hermoso a darle "un piquito", según definió, para celebrar la victoria en el Mundial femenino. Durante su discurso, que arrancaba pocos minutos después de las 12 del mediodía y ante una presencia abrumadoramente masculina, justificó su acción y, además, volcó sobre la deportista parte de la responsabilidad de su agresión machista. 

Tras esta decisión el Gobierno ha tomado cartas en el asunto. El Consejo Superior de Deportes (CSD) ha denunciado ante el Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) por una "infracción muy grave" a Rubiales. Durante una comparecencia en la tarde de este viernes, su presidente Víctor Francos explicó que el objetivo del Ejecutivo es suspender al presidente de la RFEF: "Ha dicho que no dimitía, nosotros le transmitimos, con todo el respeto institucional que nos merece, que el camino de este Gobierno para con la presidencia de la RFEF hoy ha acabado. El Gobierno inicia los trámites para que Rubiales tenga que dar explicaciones ante el TAD, y si lo considera oportuno, suspenderemos de sus funciones".

Francos también ha detallado que la denuncia "fundamentada" y "propia" del CSD llegará "esta tarde al TAD" y "solicito que haya una reunión extraordinaria del tribunal el lunes". "Ante una situación inaceptable, hay que hacer los cambios que consideramos oportunos", defendió el presidente del CSD al tiempo que insistió en un mensaje que llevan transmitiendo desde el Gobierno toda la semana: que ellos no pueden inhabilitarlo, sólo suspenderle.

Sobre las palabras de Rubiales ante la Asamblea, Francos aseguró que no ha estado "a la altura" ni de lo que esperaba ni el Gobierno ni las jugadoras de la selección ni la sociedad: "Ha reavivado la polémica". "Estamos en disposición de que esto sea el #MeToo del fútbol español. Esto no puede volver a pasar", admitió que concluyó pidiendo disculpas a las jugadoras: "No se merecían esta semana".

Un acto "espontáneo, mutuo, eufórico, sobre todo, consentido"

Y es que las palabras de Rubiales frente a la Asamblea no eran las esperadas ni por el Gobierno ni por gran parte de la sociedad española. A última hora de la tarde de este jueves, diversos medios daban por hecho, citando fuentes de su entorno, que este viernes Rubiales dimitiría abrumado por la presión social del feminismo y del parte del fútbol, que reaccionó cuatro días después a lo ocurrido mediante una apertura de expediente disciplinario por parte de la FIFA. Finalmente, fue todo lo contrario. Y eso a pesar de que la Fiscalía de Madrid consideró precisamente al término de su comparecencia que su beso puede constituir un delito de agresión sexual que ya remitió a la Audiencia Nacional —porque lo sucedido tuvo lugar fuera de España— para su investigación.

Para Rubiales lo sucedido con el beso fue un acto "espontáneo, mutuo, eufórico , sobre todo, consentido". "El deseo que podía tener ese beso era exactamente el mismo que podía tener dándole un beso a una de mis hijas. Por lo tanto, no hay deseo y no hay posición de dominio", llegó a afirmar. A continuación, repartió la culpa que cree que no tiene con Hermoso. "En el momento en el que apareció Jenni ella me levantó del suelo, me cogió de las caderas. Casi nos caemos y al levantarnos, nos abrazamos y yo le dije: "Olvídate del penalti, sin ti no habríamos ganado el Mundial". Me dijo que yo era un crack y le dije: '¿Un piquito?'. Ella lo entendió y lo vio como una anécdota", relató.

La poca reacción que se ha conocido de ella, en cambio, indica todo lo contrario. En un primer momento, poco después de lo ocurrido, un vídeo en Instagram la captó asegurando a sus compañeras que el beso no había sido consentido. "¿Qué hago yo? (...) Pero no me gustó ¿eh?". Horas después, la RFEF emitió un comunicado en el que aseguraba que la futbolista afirmaba que el beso había sido "mutuo y totalmente espontáneo", unas palabras que, según desveló Relevo, habían sido escritas por la propia Federación después de que Hermoso no cayese en las presiones de Rubiales para salir en vídeo que grabó este lunes diciendo que "seguramente" se había equivocado.

En esta ocasión, no pidió perdón por su agresión machista, sino por "el contexto" en el que se produjo. En lugar de ello, adoptó la posición que ya tuvo en su primera reacción a lo ocurrido el mismo domingo por la noche: cargar contra quienes han criticado su acción y pedido su dimisión. "¿Creen ustedes que es motivo para sufrir la cacería que estoy sufriendo?", llegó a preguntar a los asistentes a la reunión, ante quienes aseguró, sin ningún rubor, que quien la está orquestando es el "falso feminismo", aprovechado por "Tebas y los de siempre".

Rubiales, situado en el punto de mira de la justicia por una agresión machista, se atrevió incluso a definir "la igualdad". Y para ello utilizó a sus hijas, presentes en la Asamblea. "A mis hijas les digo que hoy tienen que aprender una lección, qué es la igualdad. Hay que diferenciar entre la verdad y la mentira y yo estoy diciendo toda la verdad. Vosotras sí sois feministas y no el falso feminismo que hay por ahí. A ellos no les importan las personas. Están preparando una ejecución para ponerse una medalla y decir que están avanzando", ha dicho.

Y se ha referido, concretamente, a Yolanda Díaz, Irene Montero, Ione Belarra y Pablo Echenique, contra los que ha anunciado acciones legales. "Se han referido a esta acción con la palabra 'vejar', 'agresión sexual', 'sin consentimiento', 'agredir'... ¡Qué pensarán las mujeres que han sido agredidas sexualmente!", ha dicho, victimizándose asegurando que están tratando de asesinarle públicamente en connivencia con la prensa. "Gran parte de la prensa de este país, me ha matado y lo va a seguir haciendo, pero estoy tranquilo porque estoy contando la verdad".

"Perdón sin condiciones" por agarrarse "esa parte del cuerpo"

En cualquier caso, la agresión machista no fue lo primero que abordó. Antes de eso, sí que quiso disculparse por su obsceno gesto en el palco tras ganar el torneo. "Quiero pedir perdón sin condiciones por los hechos que ocurrieron en el palco. En un momento de euforia en el que me agarré mis partes", lamentó, refiriéndose expresamente a la reina Letizia, la infanta Sofía y la Casa Real. "Mi más sinceras disculpas. No me justifico", afirmó.

"En ningún caso consentí el beso": Jenni Hermoso y sus compañeras dicen basta y plantan a la Federación

Ver más

Y antes de finalizar su discurso, aplaudido por parte de los espectadores en pie, volvió a cargar contra la prensa. "Esta campaña no responde ni a la verdad ni a la justicia. Cinco años de cacería. Se me ha acusado de robar, de cobrar comisiones, de utilizar mal el dinero federativo... jamás se va a demostrar porque no he hecho esto", dijo. Y terminó añadiendo que por ahora se irá "a descansar" a Motril con su familia.

Al término de su discurso, el presidente de LaLiga, Javier Tebas, respondió a Rubiales afirmando que la lista de "mujeres y hombres agraviados" por el presidente de la Federación es "demasiado grande" y que esto "debe parar". "El insulto, la chulería, el chantaje, la amenaza, el espionaje y la persecución, utilizando fraudulentamente los organismos federativos, las padecemos y hemos denunciado muchos: El fútbol profesional masculino y femenino, el fútbol sala, los clubes de fútbol amateur, las asociaciones de futbolistas, presidentes de territoriales, presidentas del Consejo Superior de Deportes, directoras de integridad, ministros, árbitros, jugadoras... La lista de mujeres y hombres agraviados por Luis Rubiales estos años es demasiado grande y esto debe parar", ha afirmado Tebas desde su cuenta oficial en la red social X (antigua Twitter).

La reunión, como se esperaba, ha sido el escenario para que Rubiales exponga sus argumentos sin que estos sean rebatidos. Como publicó infoLibre, el presidente de la RFEF ostenta el máximo poder en las Asambleas Generales en las que, como ha ocurrido este viernes, la presencia femenina ha sido anecdótica.

"¡No voy a dimitir! ¡No voy a dimitir! ¡No voy a dimitir!". Hasta tres veces gritó Luis Rubiales ante la Asamblea General de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) que se niega a abandonar su cargo como presidente del máximo órgano del fútbol español después de forzar a la futbolista Jenni Hermoso a darle "un piquito", según definió, para celebrar la victoria en el Mundial femenino. Durante su discurso, que arrancaba pocos minutos después de las 12 del mediodía y ante una presencia abrumadoramente masculina, justificó su acción y, además, volcó sobre la deportista parte de la responsabilidad de su agresión machista. 

Más sobre este tema
>