IGUALDAD
Las trabajadoras se movilizan en Madrid por el recorte a los recursos de igualdad
Crear recursos de atención especializada para las víctimas, pero menguando los espacios pensados específicamente para el fomento de la igualdad. Es la hoja de ruta que seguirá el Ayuntamiento de Madrid, a través de un modelo trazado por el Área de Políticas Sociales, Familia e Igualdad con su Estrategia 2025-2028 y que supone en realidad el "desmantelamiento" de la red de igualdad, denuncian sus trabajadoras. La Plataforma de Defensa de los Espacios de Igualdad y las Trabajadoras de la Red de Violencia de Género se dan la mano este martes para llevar a la calle una protesta conjunta: "¡Los espacios de igualdad no se tocan, se defienden!", clamarán ante el Pleno de Cibeles a las 9 horas.
Convergen en este conflicto dos cuestiones. Por un lado, la protesta histórica de las profesionales de atención a víctimas de violencia de género, quienes llevan tiempo denunciando la agonía de sus recursos, las condiciones laborales precarias y la incapacidad para dar a las mujeres la atención que merecen. Por otro, el nuevo movimiento del consistorio de José Luis Martínez Almeida: ampliar la red, pero no creando nuevos recursos, sino llevando a cabo una suerte de fusión que dejaría a los centros de igualdad en una encrucijada.
Pero "los espacios de igualdad son irremplazables", denuncian sus trabajadoras. Entre otras razones, porque "acompañan a miles de mujeres más allá de la violencia", sirven también para impulsar "redes comunitarias de apoyo y sororidad", promueven "la autonomía, el empleo, los cuidados y la igualdad real" y trabajan con "jóvenes, hombres y asociaciones". Además, subrayan, se han convertido en un "referente de transformación social en los barrios". En el año 2024, señalan las trabajadoras de la red, un total de 15.689 mujeres atravesaron las puertas de sus espacios para ser atendidas. La mayoría fueron atenciones de carácter psicológico (9.096), seguidas de orientaciones jurídicas (7.019) y laborales (5.315).
"Es una estrategia principalmente ideológica que se da, entre otras cosas, por varios movimientos sucedidos en los últimos tiempos", se apresuran en aclarar las profesionales. La primera tiene que ver con "el absoluto colapso de la red municipal contra la violencia de género", desnutrida como consecuencia de unos recursos económicos "absolutamente insuficientes".
Ceder a la ultraderecha
Pero a esta situación se suma, además, un elemento clave: la presión de la ultraderecha. Vox se ha encargado de protagonizar "una campaña de acoso y derribo hacia los espacios de igualdad los últimos dos años", denuncian las trabajadoras, con al menos 17 intervenciones diferentes, tanto en las comisiones como en el pleno, poniendo en el punto de mira a los espacios de igualdad y reclamando directamente su cierre.
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Todo ello conforma el "caldo de cultivo perfecto para atender las demandas de la extrema derecha" en lugar de optar por el "cuidado y mejora" de las redes, protestan las trabajadoras, quienes se revuelven contra la anunciada fusión.
El Ayuntamiento de Madrid defiende la fusión, que resultará en la creación de un nuevo recurso bajo el nombre de centros integrales de atención a la mujer (CIAM), una iniciativa que a su juicio servirá para acercar a las mujeres víctimas "gracias a una red de centros que tendrá presencia" en todos los distritos madrileños. Los centros "funcionarán como recursos especializados en la prevención, detección, atención y reparación de la violencia de género, pero también como espacios en los que se potencie la autonomía de las mujeres a nivel personal, familiar y social mediante actividades grupales", presumen desde el consistorio.
Para las profesionales, el anuncio en esos términos es tramposo. "Muchas mujeres con diversos malestares de género pierden lugares de referencia sin que haya otro que pueda cubrir sus necesidades", pero además los centros de igualdad vienen realizando "actividades comunitarias y dirigidas a toda la población", por lo que toda estrategia centrada en la sensibilización desaparece. La detección temprana está también en jaque, prevén las trabajadoras, pues las mujeres que "no identifican la violencia no podrían visibilizar y continuarían en una situación de riesgo".