PRIMERO DE MAYO

Las cinco victorias de 2024 que animan a los sindicatos en un 1 de Mayo centrado en la reducción de la jornada

Carteles en unas protestas de trabajadoras de Inditex para mejorar sus condiciones laborales.

Los sindicatos defienden que el “sindicalismo es un pilar transformador” de las democracias que mejora “la vida de la clase trabajadora”. Pero, ¿sigue teniendo sentido afiliarse a un sindicato en el siglo XXI o son organizaciones ligadas al pasado? En los cuatro primeros meses de 2024, las centrales sindicales se han visto implicadas en una hilera de negociaciones laborales en un arranque de año "muy activo", y algunas han acabado en éxito para los representantes de los trabajadores, más allá de los que se atribuyen al diálogo social como las sucesivas subidas del Salario Mínimo Interprofesional (SMI). Sólo en lo que va de año hay varios ejemplos. 

Tras semanas de intensas negociaciones y protestas, que afectaron al funcionamiento habitual de los aeropuertos a principios de enero, los sindicatos e Iberia sellaron un pacto para crear una nueva empresa de handling –servicios de asistencia en tierra a los aviones– que garantiza el futuro del negocio y de los empleos. En otro sector, el de la banca, CCOO, UGT y FINE han logrado rubricar con las patronales Unacc y Asemecc el XXIII Convenio Colectivo de Cooperativas de Crédito, que incluye subidas salariales de casi el 12,48% del acumulado en tres años. Y las movilizaciones y un complejo periodo negociador de nuevo permitieron que los tres mencionados sindicatos firmaran el Convenio de Ahorro para 2024-2026, con alzas de sueldos de entre el 11% y el 14%, en función del IPC, en otros tres años. Fuentes del sector financiero de UGT aseguran que "ahora toca el Convenio de Banca" e instan a los grandes bancos a "mejorar la propuesta que han puesto encima de la mesa", dados "los beneficios que están obteniendo". "Les hemos dejado tiempo, pero esperamos una oferta decente o la cosa cambiará y habrá más movilizaciones", avisan, y rematan: "No puede ser que tras una jornada de huelga después de 34 años, vengan sin propuestas”.

Y a los tres triunfos mencionados, desde CGT y CCOO aportan otros dos significativos: el "incremento salarial en todos los centros de la compañía” arañado al Grupo Inditex, tras un abanico de protestas de las empleadas de las tiendas, entre otros colectivos; y la renovación “del plan de igualdad de Mercadona”. Respecto a la esfera textil, advierten de que los movimientos en otras empresas como H&M continuarán y recuerdan que se negocia el que podría ser "el primer convenio a nivel nacional para el sector" con la Asociación Retail Textil España (ARTE), integrada por Inditex, Mango, Primark y la propia H&M, entre otras firmas de moda, que podría afectar a 110.000 trabajadores.

Otras conquistas y razones que avalan el sindicalismo

Y hay más triunfos sindicales a enlazar a esos cinco de calado. "El juicio ganado a la patronal de Metalgráfica para que suban el salario a las plantillas”, o la “actualización salarial de un 10,3% a los trabajadores de la química”, señalan desde CCOO, para mostrar luego su confianza en que otros conflictos sin cerrar acaben cayendo del lado de los trabajadores, como “el del sector de Justicia, la Agencia Tributaria, la Casa de la Moneda, una demanda interpuesta a Decathlon por discriminación salarial", o los casos de "Schneider e Iveco de Madrid”.

Desde CGT enumeran algunos otros, como la “importante reducción de las tasas de jubilación adelantada fijadas por la empresa Michelín”; la crecida salarial conseguida en el Centre d'Acollida d'Animals de Companyia de Barcelona; la “remuneración de los cuatro días de permiso por causas de fuerza mayor” en el área de Telemarketing; o el que se haya desconvocado una huelga en la planta de Motherson en Rioseco porque la empresa ha aceptado las peticiones del personal. También esta central sindical apunta a “más luchas que están abiertas y en las que CGT está dando todo por mejorar las condiciones laborales” de "las trabajadoras del Servicio de Ayuda a Domicilio (SAD) en Sevilla o en Catalunya, las profesoras de enseñanza en Madrid", los "bomberos forestales" o "los trabajadores de todos los centros del grupo Accenture" del país.

Incluso “cuando se acaba produciendo un expediente de regulación de empleo (ERE) es importante que estén presente los sindicatos para que se lleve a cabo en las mejores condiciones posibles para los trabajadores”, mantienen las fuentes sindicales sondeadas. En ese sentido, desde UGT hacen notar que este 2024 “han negociado y cerrado el ERE en Welhelp, con acuerdo de que se abonen 33 días por año trabajado; el de Majorel, con 30 días por anualidad, con un máximo de 18 y el 75% de voluntariedad; o el de Emergia Canarias, con 28 días por año y el 90% de voluntarios”, detallan.

Las fuentes consultadas dan otro motivo para enarbolar la bandera sindical: “Sólo en los dos primeros meses del año murieron 103 trabajadores en accidente laboral, en el tajo. Son 11 menos que en el mismo periodo de 2023, pero sigue siendo una cifra insostenible”, proclaman. Lo cierto es que, según datos del Ministerio de Trabajo, los accidentes con baja laboral aumentaron un 5,2% hasta febrero en relación al año anterior y se colocaron en los 97.049 siniestros, de los que 83.637 se produjeron en los centros laborales y 13.412 fueron accidentes in itinere, esto es, en el trayecto de casa al lugar de trabajo o viceversa.

Las históricas ocho horas y otras reivindicaciones

Este Primero de Mayo habrá además un nexo que unirá la historia con la actualidad. A las cuatro de la tarde de hace 105 años, Barcelona se quedó sin luz y permaneció así más de 44 días entre febrero y abril de 1919 por una huelga en la empresa eléctrica La Canadiense, que se extendió a otros sectores y paralizó la ciudad. Aquella movilización, con un papel protagonista del sindicato CNT, derivó en un logro sindical que estará de alguna manera presente este miércoles para ser superado: España se convirtió entonces en el primer país de Europa en regular la jornada laboral de ocho horas. Esa reivindicación, centró, asimismo, la manifestación internacional original del 1 de mayo y la que se celebre este miércoles en España, 134 años después, tendrá una reclamación compartida por CCOO, UGT, CGT o CSIF: la reducción de ese periodo laboral para ganar tiempo de vida sin perder salarios. Un hito que desde el Ministerio de Trabajo y Economía Social que encabeza Yolanda Díaz creen factible "antes del verano".

Más allá del recorte de jornada, en el texto Por el pleno empleo: reducir jornada, mejorar salarios rubricado por CCOO y UGT¸ sindicatos que saldrán a la calle en más de 70 ciudades del país, se refleja la necesidad de “una apuesta decidida por el pleno empleo”, de “proteger el contrato de trabajo a través de una nueva regulación del despido" que respete la Carta Social Europea, o de “la extensión de los contenidos de la llamada Ley Rider al conjunto de la economía de plataforma”. Abogan, de la misma manera, por “impulsar la política industrial y de desarrollo sectorial” y por que España aproveche “el potencial de la energía renovable a precio competitivo”, para generar “empleo de calidad”, ayudada por los fondos europeos. Piden igualmente una “reforma fiscal” y que se aborde la “asignatura pendiente” del derecho a la vivienda, con “una apuesta clara por la promoción de vivienda pública" y por "un parque público de vivienda de alquiler”.

Carlos Gutiérrez, responsable de Estudios y Formación Sindical de CCOO, pone el foco en “la recuperación del poder adquisitivo, es decir, en las mejoras salariales". "Es verdad –admite– que el año pasado se empezó a recobrar de media algo, pero esa senda debe proseguir”. Ligado al pleno empleo, sostiene que “existen varias palancas que hay que tocar para mejorar el desempleo". Las resume en tres: "La política industrial, el conocimiento y la formación de los trabajadores, y los derechos laborales, que tienen que ver con las buenas empresas que nacen y ponen en el centro de su actuación la mejora de la productividad y sitúan ahí su estrategia empresarial y no en la precariedad”.  No se olvida tampoco de “los cuidados”, que "cada vez cobrarán más importancia, porque la sociedad va hacia una mayor longevidad", advierte. Y cierra: "El Estado tiene que ser corresponsable para el despliegue de unos servicios sociales públicos universales y de calidad para abordar este asunto".

De su lado, Miguel Fadrique, secretario general de CGT, destaca “la lucha contra la precariedad laboral, que todavía es muy palpable en el Estado español y contra la brecha salarial de género", para apostar luego por "la aplicación de coeficientes reductores en la edad de jubilación en ciertos sectores con trabajos tóxicos, penosos y con alto índice de mortalidad y de siniestralidad". "Son batallas en las que aún hay que hacer hincapié todos los días, no sólo el 1 de mayo", apostilla. El eslogan para la jornada elegido por este sindicato es Recupera tu vida: por la reducción de la jornada laboral sin pérdida de salario.

La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF), por su parte, que saldrá a la calle bajo el lema Todo x Todas. Porque nos jugamos el futuro. Alcemos la voz, reivindica, al margen de la demanda de 35 horas semanales, “una revisión salarial para los trabajadores del sector público” o “una mejora en la jubilación”.

La política se cuela entre lo laboral

Junto a lo planteado, habrá otra cuestión inevitable este Primero de Mayo: lo laboral tendrá que hacerle hueco a lo político, después de que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, cancelara el pasado miércoles su agenda pública para reflexionar sobre su continuidad en el cargo, al calor de la admisión a trámite por parte de un juzgado de una denuncia contra su esposa, Begoña Gómez, basada en informaciones de varios medios, alguna desmentida. Sánchez ha optado por seguir al frente del Ejecutivo y liderar la pelea por lo que ha rotulado como "regeneración democrática", como UGT y CCOO han decido clamar este 1M por la "decencia democrática”.

De hecho, en el manifiesto conjunto de ambos sindicatos se asevera que “la situación política apunta a una legislatura de difícil gestión con tono encendido en la confrontación política”. “España necesita racionalizar las discrepancias legítimas entre los partidos, para emprender los consensos necesarios ante las reformas, retos y desafíos que tenemos por delante. Para ello, debiera partirse del reconocimiento a la legitimidad de la actual mayoría parlamentaria, rebajando el tono de crispación política que limita gravemente la capacidad de dar respuesta a los verdaderos problemas de la ciudadanía”, concluyen.

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