MERCADO DE TRABAJO

Lo que Rajoy calla sobre el millón de empleos creados

Lo que Rajoy calló sobre el empleo

Más de un millón de puestos de trabajo presumió haber creado Mariano Rajoy desde enero de 2014 en su entrevista de la noche del jueves en Antena 3. Esa cifra es la que el presidente del Gobierno ha sacado de los datos de afiliación de la Seguridad Social. A un ritmo de crecimiento del PIB del 3%, la economía española ha reducido su tasa de paro en tres puntos y medio desde enero de 2014, pero lo que Rajoy no mencionó es qué tipo de empleo se está creando, después de seis años de crisis y una profunda reforma laboral.

Pese a que la reforma del Estatuto de los Trabajadores estaba llamada, al menos en la intención de sus redactores, a acabar con la dualidad del mercado laboral –la brecha entre una mayoría de contratos temporales con condiciones y sueldos precarios y una minoría de indefinidos y estables–, lo cierto es que los contratos temporales nunca han dejado de suponer menos del 90% de los que se firman cada mes en España. En diciembre de 2011, equivalían al 96,8% de los contratos. En diciembre de 2014 eran el 97,5%. El pasado agosto los indefinidos alcanzaron su mínimo anual: sólo el 6,43% de los que se registraron. Esa desproporción no ha variado apenas en la última legislatura. Ni por los cambios legislativos ni por las subvenciones a los contratos indefinidos –las tarifas planas de cotizaciones– que el Gobierno ha ido aumentando en los últimos años.

Además, el abuso de los contratos temporales se acompaña de una mayor precariedad de los empleos. En primer lugar, los contratos no sólo son eventuales, sino también cada vez más breves. En 2011 los de menos de siete días suponían el 20% de los contratos. Ese año se firmaron 2,9 millones de contratos para trabajos de sólo una semana. En 2014 se registraron cuatro millones. Su proporción creció cuatro puntos porcentuales. Hasta el pasado agosto –el último mes del que el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) ofrece datos– ya se habían firmado 2,9 millones de contratos de menos de siete días, la misma cifra de todo el año 2011. Lo mismo ocurre con los contratos de menos de un mes: en 2011 sumaron el 34,5% de los que se firmaron. En 2014 su porcentaje respecto a la contratación total ascendió en más de tres puntos, hasta el 37,8%. Y ahí seguían el pasado mes de agosto.

En segundo lugar, el trabajo a tiempo parcial ha resultado el auténtico ganador de la crisis y el mayor éxito de la reforma laboral junto con la devaluación de los salarios. En 2011 el 30% de los contratos que se suscribieron eran por horas: 4,34 millones. En 2014 ya eran el 34,6%: se registraron 1,5 millones más. A fecha del pasado agosto, el número de contratos a tiempo parcial casi roza el volumen de todo el año 2011.

La tercera parte de los contratos, temporales y por horas

Estas son cifras de contratos, las de afiliados a la Seguridad Social revelan el número de personas que trabajan con este tipo de jornada –una misma persona puede firmar varios contratos a lo largo del año–. Entre 2011 y 2014, los asalariados por horas aumentaron un 7,8%. El pasado mes de septiembre sumaban 2,78 millones de personas. Por el contrario, la cifra de los asalariados a tiempo completo cayó un 14,2%: perdieron su trabajo de ocho horas diarias 1,3 millones de empleados. Así, no es de extrañar que España sea, sólo después de Grecia, el país desarrollado donde más personas trabajan a tiempo parcial porque no han encontrado un empleo a jornada completaporque no han encontrado un empleo a jornada completa: el 64,7%, según las estadísticas de la OCDE.

Es más, no deja de aumentar el porcentaje de trabajadores en el segmento del empleo más precario: temporal y a tiempo parcial. El pasado mes de agosto ya eran casi 1,4 millones, según los datos de la Seguridad Social. El 33% de los contratos registrados son de este tipo. En diciembre de 2011 representaban el 28,8%. En 2014 se firmó un total de 5,33 millones de contratos temporales por horas, 1,3 millones más que tres años antes. Pero el modelo más exitoso ha sido el indefinido a tiempo parcial, que se ha disparado un 72% desde 2011 hasta 2014.

Los salarios caen hasta un 25%

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Tampoco mencionó Mariano Rajoy qué salarios llevan aparejados los nuevos empleos. Los contratos a tiempo parcial suponen una obvia rebaja de ingresos proporcional a la jornada. También los descuelgues de los convenios colectivos permitidos por la reforma laboral han afectado mayoritariamente a las retribuciones, por otra parte contenidas desde 2012 por los acuerdos firmados por sindicatos y patronal. Además, los despidos, facilitados y abaratados por la reforma, engordaron una oferta de mano de obra abundante que se depreció ante una demanda casi inexistente.

El resultado, los salarios españoles encogieron en porcentajes que varían según quien haga los cálculos. La agencia Thomson Reuters cifró la devaluación salarial hasta en un 25%. Según la Agencia Tributaria, los salarios acumulados de los empleados del sector privado ascendían a 228.086 millones de euros en 2014, un 18,8% menos que en 2008. El sueldo medio en las empresas privadas alcanzaba los 22.392 euros, un 2,9% menos que antes de la crisis. De acuerdo con las estadísticas de Eurostat, la hora trabajada se cobraba en España en 2014 a 15,7 euros, un 27,3% menos que la media europea. Esa distancia ha crecido tres puntos desde 2008.

Finalmente, Rajoy tampoco se acordó de la protección pública a los 5,15 millones de parados. Cada vez son menos los que perciben una ayuda del Estado. El pasado mes de agosto 1,83 millones de desempleados no cobraban prestación alguna. La denominada cobertura de las prestaciones ha caído 11 puntos puntos desde diciembre de 2011. Ese descenso es muy superior a la bajada del paro. Hace cuatro años cobraban la prestación contributiva –la de cuantía más elevada– 1,39 millones de personas; el pasado agosto no llegaban a 915.000. Su número se ha reducido al tiempo que cree el de quienes perciben los subsidios –426 euros al mes–, de forma que éstos superan a los primeros. En consecuencia, el Estado cada vez gasta menos en cada parado. En diciembre de 2011 destinaba 908 euros al mes por desempleado; cuatro años después, sólo 791,4 euros.

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