Argentina

Milagro Sala, el dolor de cabeza de Macri que le persigue en su visita a España

La portavoz parlamentaria de Podemos, Irene Montero, con una camiseta que pide la liberación de Milagro Sala.

La activista indígena Milagro Sala se ha convertido en uno de los principales dolores de cabeza del actual presidente de Argentina, Mauricio Macri. Su detención hace ahora poco más de un año, a raíz de una protesta contra el gobernador Gerardo Morales, ha sido criticada con dureza por organismos como el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas –a través del Grupo de Trabajo sobre Detención Arbitraria– o la Organización de Estados Americanos (OEA). Todos ellos han pedido en reiteradas ocasiones al actual Ejecutivo argentino la liberación de la que para muchos es la principal "presa política" en el país del tango.

Encerrada en el penal de Alto Comedero desde que fue arrestada hace ahora trece meses, el caso de la flaca –uno de los diferentes motes con los que se conoce a Sala– se puso este miércoles sobre la mesa en el Congreso de los Diputados. Tras ser recibido por los reyes con honores de ordenanza, el presidente argentino se desplazó a la Cámara baja, donde pronunció un breve discurso que recibió la ovación de casi todos los grupos parlamentarios –los diputados de ERC y Unidos Podemos, aunque se levantaron de sus escaños, no aplaudieron–. "Libertad Milagro", se podía leer en la camiseta que la portavoz de Podemos en el hemiciclo, Irene Montero, llevaba bajo la americana.

Aunque no tuvieron la oportunidad de reprocharle a Macri directamente la permanencia en prisión de Sala, Unidos Podemos sí que entregó al presidente argentino una misiva pidiendo la liberación de la activista indígena. "De acuerdo con el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), organización de derechos humanos de Argentina, el conjunto de procesos contra Milagro Sala está vulnerando gravemente el Estado de derecho y las garantías constitucionales en caso de encarcelamiento", señalaban en la carta, en la que también solicitaban a Macri una reunión durante su visita oficial a España. "No hemos obtenido respuesta", apunta en conversación con infoLibre Gloria Elizo, vicepresidenta cuarta del Congreso.

Ya en sesión plenaria, con el presidente argentino camino de su siguiente parada en la agenda oficial, los diputados de Unidos Podemos dedicaron unos segundos de sus intervenciones a recordar a Sala. El exportavoz de la formación morada, Íñigo Errejón, afeó "la política exterior de partido" que está desarrollando el Ejecutivo de Mariano Rajoy y que, según el diputado, "hace depender" los vínculos con la Casa Rosada –sede del Gobierno argentino– "de la afinidad ideológica" del PP "con quien la ocupe en cada caso".  "Es evidente que el señor Macri es de los suyos cuando ha aplicado una política que básicamente asume que cuando hay más pobres, en vez de combatir la pobreza hay que combatir a los pobres. Y por eso Milagro Sala lleva un año encarcelada", señaló. 

¿Quién es Milagro Sala?

Muy estrechamente vinculada al kirchnerismo, Sala es uno de los referentes de la Organización Barrial Túpac Amaru, un colectivo surgido al calor de la Central de los Trabajadores Argentinos (CTA) que lucha por la inclusión de las minorías. Con una fuerte presencia en la norteña provincia de Jujuy –una de las más pobres de Argentina–, y miles de afiliados a lo largo del país, entre los logros de Túpac Amaru destaca la gestión de fondos estatales para la construcción de miles de viviendas en zonas castigadas por la miseria, así como centros educativos, piscinas, polideportivos o centros de salud. Tanto respaldo fue aglutinando la organización que, en el año 2012, decidió dar el salto a la política con la puesta en marcha del Partido por la Soberanía Popular.

Formación con la que, en diciembre de 2013, Sala se convirtió en diputada de la provincia de Jujuy. Sin embargo, la campaña electoral no fue sencilla. Un mes antes de imponerse en las urnas, sufrió un intento de asesinato. El entonces senador Gerardo Morales, con el que la activista siempre ha mantenido una batalla abierta, lo calificó de "enfrentamiento entre mafias". Tanto el fiscal como el marido de Sala defendieron en todo momento que se había tratado de una "emboscada" con intención de "matar". "Milagro enfrentaba al poder provincial porque contaba con el el apoyo explícito del gobierno nacional a través de los fondos del ministerio de Planificación para la realización de las obras", señaló la periodista Tali Goldman, en un extenso perfil publicado en la revista Anfibia.

El enfrentamiento entre ambos viene de lejos. En concreto de 2009, cuando Morales, que por aquel entonces era senador por el partido Unión Cívica Radical, fue víctima de un escrache cuando se disponía a dar una charla en el Consejo de Ciencias Económicas de Jujuy. A pesar de que la flaca no se encontraba en el lugar, Morales siempre la acusó de ser la instigadora del lanzamiento de huevos que se produjo aquel día. A partir de entonces, las acusaciones cruzadas se repitieron. El senador aseguraba que Sala recibía "10 millones de pesos mensuales" de "[ahora expresidente] Néstor Kirchner". Ella, estaba convencida de que Morales terminaría metiéndola presa.

Acampada y arresto

A finales de 2015, sus caminos volvieron a cruzarse de nuevo. Ella, como diputada del Parlamento del Mercosur. Él, como gobernador de la provincia de Jujuy. Y el detonante del nuevo enfrentamiento fue el anuncio de un nuevo plan de empadronamiento de las cooperativas con el objetivo de hacer más transparente la asignación de fondos públicos que recibían las diferentes organizaciones, una medida que afectaba a las tareas realizadas, entre otras, por Túpac Amaru. Con la intención de mostrar su rechazo a este nuevo plan, y conseguir abrir una vía de diálogo con el ejecutivo provincial, la Red de Organizaciones Sociales de Jujuy (ROS), dentro de la que se encuentra el colectivo liderado por Sala, organizó una acampada en la Plaza Belgrano de la capital jujeña.

A comienzos de enero, se confirmó la imputación de Sala por "instigación a cometer delitos y tumultos" a raíz de la protesta de diciembre. Unos días más tarde, se abrió una segunda causa penal contra la dirigente indígena por asociación ilícita, extorsión y amenazas. Milagro fue detenida el 16 de enero por la protesta en la Plaza de Belgrano, un arresto que duró trece días. El 29 de enero, aunque el juez ordenó su excarcelación por la primera de las causas, Sala no pisó la calle porque esa misma tarde se dictó una nueva orden de detención por el segundo caso abierto.

Actualmente Sala acumula 8 denuncias pendientes de avanzar judicialmente, según el diario argentino Clarín. Tres están relacionadas con la corrupción: una investigación contra ella y el colectivo Túpac Amaru por lavado de dinero, otra denuncia por defraudar presuntamente 60 millones de pesos y una megacausa que indaga en un desfalco de 700 millones en relación con la construcción de viviendas sociales. Además, está procesada por el intento de homicidio de un cooperativista, tiene otra causa abierta por lesiones graves, una denuncia por amenazas y está pendiente de otra denuncia por enriquecimiento ilícito. A todas estas se añade, además, una causa paralela en la justicia penal por la acampada.

En diciembre de 2015, Sala ya fue juzgada por la protesta en la Plaza de Belgrano por la vía contravencional y condenada a una multa de 3.700 pesos y la prohibición durante tres años de formar parte de organizaciones civiles. Ese mismo mes, además, la dirigente indígena se sentó en el banquillo por el escrache de 2009 contra Morales. Un hecho por el que fue condenada a tres años de prisión en suspenso –una pena que permite al juez no hacer efectiva la detención siempre que sea un primer fallo no superior a tres años–.

Peticiones de liberación

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Tres días después de la detención de Milagro Sala, Amnistía Internacional puso en marcha una campaña en la que exigía la liberación de la activista indígena. "Estamos frente a un claro intento de criminalizar las prácticas relacionadas con el ejercicio del derecho a la protesta y a la libertad de expresión", aseveró la directora de la ONG en Argentina, Mariela Belski, que añadió que "el uso de leyes penales" no puede ser utilizado "para intimidar y amenazar a las organizaciones sociales y silenciar sus reclamos".

Pero el caso de la flaca también fue puesto sobre la mesa del Comité de Derechos Humanos de las Naciones Unidas y de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la Organización de Estados Americanos. "La detención de la señora Sala fue arbitraria ya que se dio como resultado del ejercicio de sus derechos humanos", se pronunció a finales de octubre el Grupo de Trabajo sobre Detención Arbitraria de la ONU, que criticó la utilización de "acusaciones consecutivas" con el objetivo de mantenerla en prisión. "El grupo de trabajo solicita al Gobierno de la República Argentina liberar de inmediato a Milagro Sala", concluía el informe.

El Ejecutivo de Macri se ha escudado en que la liberación de la activista no está en sus manos, sino que depende de la justicia jujeña. Sin embargo, el presidente argentino ya ha asegurado en alguna ocasión que "se están respetando todos los derechos humanos y leyes vigentes en Argentina". Pero para Elizo, firmante de la carta entregada al mandatario durante su visita al Congreso de los Diputados, el caso Sala supone "una violación flagrante de los derechos fundamentales y políticos" y es un ejemplo de la "represión" sobre las personas que luchan por el pueblo indígena.

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