Muy fan de...

Correa

El mismo día en que la Academia sueca concedió el Nobel de literatura a Bob Dylan, te arrancaste a entonar, como cantautor de Gürtel que eres, ante el tribunal de la Audiencia Nacional que os juzga a ti y a tu banda musical. Muy fan.

Todos pendientes de tu actuación, ansiosos por escuchar tu cante jondo y tú tan relajado, tan chulo, soltando por tu boca lo que hacías, lo que hacíais, sin quejío, sin pena ni lamento, que aquello de trapichear, pagar campañas electorales y comisionear con el dinero público, era y es lo más normal, "hay muchos Correas en España", Francisco alegre y olé, Francisco alegre y olá.

Solo te noté ligeramente disgustado al desmentir tu apodo. "No sé quién se lo ha inventado, en mi vida me han llamado Don Vito. ¿Tengo pinta de mafioso? Soy un trabajador, he trabajado toda mi vida. Punto." ¿Por qué le llaman mafioso cuando quieren decir currante espabilao? espabilaoMalvados.

Tiraste de la manta –no tanto como podrías, dicen– dejando ciertas vergüenzas al aire. Una cosa te digo, con "la puntita nada más" de tu declaración, a mí me has escandalizado. Igual soy demasiado recatada, pero yo te habría plantado dos rombos justo encima de la melenaza.

Relataste cómo le dabas a Bárcenas las comisiones que entregaban, ciertos empresarios –los unicornios corruptores, se dice que existen pero no se dejan ver– por llevarse contratos allí donde gobernaba el PP. Para levantar esos sacos de pasta hacen falta buenos bíceps, con razón a Luis le convenía ser fuerte.

Comisiones varias con diversos ministerios, Fomento, Medio Ambiente... Unas carreteras por aquí, unas autopistas por allá, obras del AVE, infraestructuras de medio ambiente. Por un momento pensé que te arrancarías con aquello de: ♪"Tengo gambas, tengo chopitos, tengo jamón, tengo unos huevos..." ♪ perdón, eran "huevas bien aliñás" en qué estaría yo pensando...

"Yo era el que daba el sobre a los políticos" reconociste. Debido a mi naturaleza romántica, quise imaginarte en bicicleta, como Mario Ruoppolo, el cartero de Neruda. Y a tus receptores, asomados al balcón de una casa en la que se cocía la pasta a diario, esperando el valioso contenido.

Pero no eran tan poéticas las escenas. Los dineros de los sobres –que a veces viajaban en sentido contrario, como cuando el alcalde de Majadahonda, Guillermo Ortega, según el "arrepentido" Jacobo Gordon, te dio dinero en negro para un negocio inmobiliario– podían entregarse en un restaurante, dice Jacobo que contó 150.000 euros en el baño. Esto tiene poco de “Cartero de Neruda” y mucho de "Carlito's Way". "¿Tengo pinta de mafioso? Soy un trabajador, he trabajado toda mi vida".

Detallaste la generosidad de vuestra empresa con la familia Sepúlveda-Mato. Que si unos coches, que si unos viajes, que si un payaso, que si un castillo hinchable, lo normal, vamos, tanto que Ana ni se coscó de que esos regalos entraban en su vida por la puerta de casa. Igual le has roto el corazón esta semana, al confirmarle de viva voz que no era el ratoncito Pérez quien les colmaba de "atenciones". Jo.

Confesaste que, en aquellos maravillosos años aznarianos, pasabas en Génova 13 más tiempo que en tu casa. Pero Rajoy, director de la campaña electoral de José María no sabía quién eras. Esto es muy de Gila: "Un señor de marrón que no lo conocíamos, que estaba siempre en el pasillo".

¿Por cierto, Aznar qué opinará de tu declaración? No ha abierto la boca, no ha movido siquiera su labio inferior, que es el único que mueve.

En ese edificio, al que usted se refiere, están tan tranquilos. Dice María Dolores de Cospedal que se juzgan acontecimientos que sucedieron hace muchísimos, años. Claro, corrupción pasada no mueve molino, es como si nos viene ahora el hombre de Atapuerca a sacar trapos sucios de licitaciones de las cavernas... ¡A nosotros, que estamos pensando ya en el iPhone 8! Quita, quita...

Al pensar en tu padre, un zapatero republicano exiliado que te llevó a un acto con La Pasionaria en los años setenta, pienso en lo tierno que sería si esta trama fuera una manera tuya de buscarle las cosquillas a un partido del que, según confesaste en tu declaración, te sentías más alejado ideológicamente que de "los otros".

Pero no va por ahí la cosa. Resultó fácil forrarse con dinero ajeno y no pusiste freno al carrito del helao. "Todo el mundo copia en los exámenes, dijiste, a mí me han pillao".

Me despido de ti con la letra más conocida de Dylan, el genio que un día de octubre compartió protagonismo contigo:

¿Cuántas carreteras debe un hombre caminar,antes de que le llamen hombre?¿Cuántos mares debe una paloma navegar,antes de que se duerma en la arena?¿Cuánto tiempo deben las bolas de cañón volar,antes de estar prohibidas para siempre?

La respuesta, amigo mío, está soplando en el viento

Los guionistas de 'Perdidos' escriben para el PSOE

... por si te apetece cantar tu propia versión:

¿Cuántas comisiones debe un hombre cobrar antes de que le llamen corrupto?¿Cuántos sobrecostes tiene que soportar un proyecto antes de que se mueva la arena?¿Cuántas campañas debe una empresa costear antes de que se acabe con la financiación ilegal para siempre?La respuesta, amigo mío, está soplando en el aire que se respira en la Audiencia nacional.

O se perderá en el viento. Ya veremos...

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