El futuro de la izquierda

Lara apela a la organización de IU para combatir a la derecha en contraste con el modelo de Podemos

Solvencia, seriedad, confianza. Izquierda Unida está empeñada en mostrarse como una fuerza no sólo de oposición, sino sobre todo de Gobierno. Ese fue el giro operado en la X Asamblea Federal, la de diciembre de 2012, y desde entonces preside buena parte de los discursos de sus dirigentes y de su coordinador, Cayo Lara. Pero ahora la federación entra en un tiempo decisivo, a pocos meses de las municipales y autonómicas y de las generales, en las que se juega no sólo su crecimiento, sino poder. 

Lara cree que lo mejor que puede ofrecer IU es su trayectoria: su propuesta alternativa, su capacidad de lucha y su estructura. Justo lo que este sábado puso en valor en la reunión de la Presidencia Ejecutiva Federal (PEF), el órgano intermedio de mando del que forman parte una setentena de dirigentes. El Gobierno del PP, dijo, "está destruyendo el Estado social, está destruyendo el país". "Nosotros tenemos que plantar cara ante este estado de cosas. Esta fuerza política está aquí para seguir ofreciendo alternativas, para demostrar que estamos preparados para asumir responsabilidades de Gobierno, porque este Gobierno se ha convertido ya en un problema serio para nuestra democracia". El coordinador recordó a los suyos que hay que asumir el Ejecutivo "con el poder de la gente". El lema que utilizó en su campaña del 25-M. A eso le añadió una apostilla, que viene subrayando siempre que puede: "Con el poder de la gente organizadaorganizada, de la gente que toma conciencia de la necesidad de organizarse para combatir las políticas de este Gobierno y las políticas neoliberales de la troika". 

La precisión de Lara tiene su sentido: IU, como reforzaban posteriormente fuentes oficiales, está convencida de que una de sus fortalezas es disponer de una estructura con militantes muy capilarizada, en todo el país. Podemos, el fenómeno electoral de este curso político, y que parece haber entrado para quedarse, según las últimas encuestas, carece de eso, de una malla potente, de un aparato que llegue hasta el último rincón de España, una dificultad de cara a los comicios municipales y autonómicos de mayo de 2015. Y una debilidad que la formación de Pablo Iglesias intentará corregir a partir de su asamblea de otoño.

Los planes de acción inmediatos

El coordinador llamó a IU a ponerse las pilas tras el verano para concentrarse en ese objetivo, consciente de que en las próximas elecciones se juega acceder a mucho poder, gracias al desplome del bipartidismo. La tarea que queda por delante "no es fácil, pero es posible". Los planes de acción de los próximos meses debene servir "para seguir caminando", para "dar a la gente esperanza, seguridades y dignidad". 

Entre los planes de trabajo más inmediatos, el apoyo a las marchas por la dignidad del otoño –similares a las del 22 de marzo pasado, que inundaron Madrid y en las que IU participó de forma activa– o una nueva estrategia de comunicación para llevar el mensaje de IU "hasta el último rincón". De esta tarea se encargará la joven Clara Alonso, recién nombrada secretaria ejecutiva de Comunicación. Lara recordó que en las europeas del 25 de mayo hubo "20 millones de personas" que no votaron, y a ellas IU ha de dirigirse para trasladarles la idea de que "hay alternativa". 

El proceso constituyente y la tarea de convergencia –el diseño de un “nuevo modelo de país” y la articulación de una potente alianza con fuerzas políticas y sociales– es otro de los grandes objetivos de la federación, que recae en la espalda de su diputado por Málaga, Alberto Garzón.

En el otoño IU tiene programada una conferencia político-programática dedicada en exclusiva a la aprobación de la estrategia y el programa de las municipales y autonómicas. Lara llamó a “toda la dirección y a todas las federaciones” a trabajar para que el proceso de preparación de esa cita sea “lo más participado” posible, que fluya “de abajo arriba”, sea “discutido con las organizaciones sociales” que vienen colaborando con IU, con la pretensión de que el debate “sea rico”.

El PP y su "desierto de derechos sociales"

Las siguientes elecciones serán “decisivas”, reiteró Lara, porque el PP “se quiere mantener en el poder como sea”, y para ello “no le tiembla el pulso para retorcer las leyes electorales”, como ha hecho en Castilla-La Mancha, recortando en solitario el número de escaños de las Cortes autonómicas, como lo pretende hacer en la Comunidad de Madrid –dividiendo la región en varios distritos–, y como ha propuesto Mariano Rajoy –proponiendo que sea alcalde el candidato de la lista más votada–. Un intento este último de “golpe de Estado a la democracia municipal”, ante el que IU dará una “batalla plena”. “El PP quiere acabar con la democracia y los derechos de los trabajadores”, recalcó, quiere “seguir aplicando su mayoría absoluta para convertir este país en un desierto de derechos sociales y favorecer a los han detentado durante siglos el poder económico”.

La reunión de la Presidencia se abrió con la conversación por Skype de Manu Pineda, un militante de IU desplazado como cooperante en Gaza, en el hospital de rehabilitados de Al-Wafa. “La gente quiere se que acabe con la ocupación [de Israel]. Esto es una cárcel, no se puede entrar ni salir de aquí […]. Y nuestros Gobiernos son cómplices”, clamó Pineda. “¡Palestina vencerá, Palestina vencerá!”, gritó el plenario acabada la charla telefónica. El coordinador transmitió la “solidaridad” de la formación con el pueblo palestino y pidió al Ejecutivo que rompa sus relaciones con Israel hasta que cesen los bombardeos y "ataques criminales" que incumplen las resoluciones de la ONU.

Sí masivo al nuevo organigrama

Tras la intervención de Lara, la Presidencia siguió a puerta cerrada la discusión, que discurrió sin sobresaltos tras casi seis horas. Se aprobaron los planes de trabajo por 36 votos a favor (92,31%), ninguno en contra y 3 abstenciones. Y el nuevo organigrama de IU salió adelante por 32 síes (91,43%), un no y 2 abstenciones. Los nombres clave –el ascenso de Garzón y Alonso– ya se adelantaron en el Consejo Político Federal del 28 de junio, así que sólo quedaba el ajuste fino.

Bajo el coordinador federal cuelgan las secretarías ejecutivas –las carteras de mayor rango–, las responsabilidades y las tareas. De las primeras se encargan nueve dirigentes: Miguel Reneses (Organización), Ramón Luque (Política Electoral), Marga Ferré (Elaboración Programática y Áreas), Montse Muñoz (Política Institucional), José Antonio García Rubio (Política Económica y Empleo), Gaspar Llamazares (Políticas Sociales), Alberto Garzón (Proceso Constituyente), Clara Alonso (Comunicación) y José Luis Centella (coordinación de la Presidencia Federal). La novedad es la entrada de Garzón y Alonso y el mayor relieve de Llamazares (coportavoz, con Muñoz, de Izquierda Abierta). 

27 son los responsables de las 28 áreas, el segundo escalón de poder (Lola Sánchez se encarga de Finanzas y de la Secretaría de la Presidencia Federal). Aquí tampoco hay muchos cambios respecto al antiguo esquema. IzAb redistribuye sus carteras por la salida de Javier Alcázar y Concha Moreno. Así, Antonio Cortés, se ocupará, además de Administración y Campañas Electorales, de Industria, Pymes y Economía Social. Tasio Oliver deja su cargo de adjunto a Institucional para encargarse de Movimiento Ciudadano, y Esperanza Martínez, nuevo fichaje, asume Justicia. Enrique Santiago, que en junio dimitió de su puesto como secretario ejecutivo de Convergencia Político-Social, será el responsable de Servicios Jurídicos. Una formalidad, porque ya era de facto el jefe de los abogados de IU. A la dirección se incorpora Lara Hernández, que concurrió en las europeas como número 10 de la lista. Ella llevará la cartera de Convergencia. 

A Eberhard Grosske (de la corriente EnComún) y a Raúl García se les encarga la tarea de elaboración y propuesta sobre participación democrática, coherencia y ética institucional. Y a Elena Cortés y Amanda Meyer, consejera andaluza de Fomento y secretaria general de Vivienda de la Junta, se les asigna la divulgación por el conjunto del Estado de las nuevas formas de gestión de lo público. 

A la espera del responsable de Internacional

Aún queda un fleco por amarrar: la Comisión de Internacional. No tiene aún un responsable al frente porque IU no ha encontrado recambio a Willy Meyer, que dimitió por el escándalo de la sicav de los eurodiputados. La comisión, entretanto, estará compuesta por el europarlamentario Javier Couso, Tasio Oliver, Diosdado Toledano, Enrique Santiago, Fran Pérez y la vicepresidenta del Partido de la Izquierda Europea (PIE), Maite Mola. Willy Meyer y Ricardo Sixto –el segundo dirigente que abandonó su cargo, Comunicación, en junio– serán simples vocales de la ejecutiva. 

La dirección de IU es, por tanto, enorme. Y para facilitar la gestión del día se da forma a un equipo de trabajo permanente que se reunirá los viernes en Olimpo, la sede federal. Es, realmente, el núcleo de poder básico de la federación. A él pertenecen los dirigentes más cercanos a Lara (entre los que se encuentran ya Garzón y Alonso) y los responsables del área que toque abordar en cada momento. 

En el aire sigue la jefatura de la delegación de IU en la Eurocámara. Hoy no se tomó la decisión de quién será el sucesor de Meyer en Bruselas. Lo más probable es que sea la castellonense Marina Albiol, que hizo tándem con el cabeza de lista pese a ocupar el número cuatro de la candidatura, porque así se pactó. La otra alternativa es Paloma López, exdirigente confederal de CCOO. 

La Presidencia también apoyo la propuesta de comisión plural que preparará los trabajos de la conferencia político-programática del otoño. La componen los secretarios ejecutivos de Proceso Constituyente, Institucional, Programa y Comunicación (Garzón, Muñoz, Ferré y Alonso), los responsables de política autonómica y municipal (Jesús Iglesias y Manuel Fuentes), el senador José Manuel Mariscal (número dos de la dirección andaluza), Grosske y García. 

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