La nueva legislatura

Podemos forma grupo con las confluencias gallega y catalana pero sin Compromís

El número dos de Podemos, Íñigo Errejón, junto a Alexandra Fernández (En Marea Podemos) y Xavier Domènech (En Comú-Podem) durante la rueda de prensa.

Compromís se distancia de Podemos en el Congreso, al menos de momento. Los cuatro diputados de la coalición valenciana que obtuvieron escaños por la alianza Compromís-Podemos-Ès el moment registraron este martes una petición para constituirse como grupo propio, al margen de otro que formará Podemos junto a En Comú Podem, En Marea y los cinco diputados del partido morado integrados en Compromís-Podemos-Ès el moment.

El plazo para registrar las solicitudes para formar grupo parlamentario terminaba este martes a las 20.00, y Podemos y las confluencias apuraron hasta prácticamente el último minuto para inscribir sus peticiones. En el aire estaba la decisión final de la confluencia valenciana, la más reacia a integrarse en el grupo conjunto que formarán finalmente Podemos y las alianzas gallega y catalana. Compromís-Podemos-Ès el moment se rompió a las 19.57, cuando Joan Baldoví y los otros tres diputados de Compromís registraron in extremis un grupo que, con total seguridad, será rechazado por la Mesa del Congreso, que se reunirá este miércoles.

En Marea y En Comú Podem, por su parte, habían decidido pocos minutos antes renunciar a la reclamación de los grupos propios e integrarse en su lugar en el de Podemos, que registró su petición en torno a las 19.55. El grupo, finalmente, se llamará Podemos-En Comú Podem-En Marea, y contará con Xavi Domènech –líder de la coalición catalana–, Alexandra Fernández –portavoz de la alianza gallega– y Àngela Ballester –número dos de Compromís-Podemos-Ès el moment– como portavoces adjuntos. Según explicó el secretario de Política de Podemos, Íñigo Errejón –que será el portavoz del grupo por parte de la formación morada–, las confluencias integradas en el grupo conjunto tendrán plena autonomía de voto y para gestionar los recursos, así como presencia propia en los debates.

"Cuando alguien firma, hay que ser consecuente"

Apenas unos minutos antes de registrar su petición por separado, Compromís había anunciado en su cuenta de Twitter que la confluencia valenciana completa trataría de llegar hasta el final con la petición de grupo propio. Su mensaje llevaba adjunto un borrador del documento para solicitar el grupo propio ante la Mesa, y en ese escrito figuraban nueve nombres: los de los cuatro diputados de Compromís, los cuatro de Podemos y un noveno: el de la diputada Rosana Pastor, una independiente. Los de Podemos y Pastor, sin embargo, se echaron atrás en el último momento. Preguntado por esta decisión, Baldoví aseguró posteriormente en una rueda de prensa que “hasta hoy” la “única opción que se barajaba” era que la confluencia se mantuviese unida.

Entiendo que cuando alguien firma un protocolo hay que ser consecuente”, protestó Baldoví, que, aunque no quiso transmitir imagen de dureza, señaló que los diputados valencianos de Podemos “tenían que haber firmado” la petición del grupo junto a los de Compromís porque “así se especificaba en el acuerdo”. El diputado señaló que Podemos "entendía que era un tema que ya estaba cerrado", mientras que Compromís "entendía que debía llegar hasta el final” en la reclamación del grupo. Baldoví agregó que así podrán recurrir a la Justicia si el órgano de Gobierno de la Cámara les niega el grupo.

Todo apunta a que, cuando la Mesa del Congreso rechace la petición de los diputados de Compromís de establecerse como grupo separado, los parlamentarios tendrán unos días para decidir si se unen al grupo mixto o se adscriben al de Podemos y las otras dos confluencias. Preguntado por esta cuestión, Baldoví explicó que la decisión se tomará a más tardar este jueves dentro de los órganos de Compromís, y no quiso descartar la posibilidad de que los dos diputados del Bloc Nacionalista Valencià –él mismo y Marta Sorlí, reacios a integrarse en Podemos– se separen de sus otros dos compañeros, pertenecientes a Iniciativa del Poble Valencià –el partido de Mónica Oltra, mucho más proclive al pacto con la formación morada–. No obstante, Baldoví aseguró que se trata de una opción lejana.

“Al final, dentro de Compromís siempre hemos entendido que es mejor ir juntos que separados, así que entendemos que lo que va a salir de esa ejecutiva nos afectará a los cuatro”, explicó el portavoz. Errejón, minutos antes, había dejado abiertas “todas las puertas” a los diputados valencianos para que se integren en su grupo si finalmente no consiguen el suyo propio. “Nos parece muy legítimo que los compañeros de Compromís intenten todo el resto de vías y de recursos para agotar los mecanismos legales. A lo mejor son más optimistas que nosotros”, deslizó el número dos de Podemos.

Duras críticas al PSOE

En cualquier caso, la reivindicación de las confluencias de que tenían derecho legalmente a tener grupo fue una constante en sus intervenciones. “Durante las últimas semanas estuvimos en dialogo constante con el resto de partidos, haciéndoles ver qué suponían estas candidaturas, y lo único que nos encontramos fue un muro”, denunció Alexandra Fernández, que criticó que “los partidos del búnker siguen en la clave de encerrarse en sí mismos”. “En Comú Podem no ha querido ser reconocida por los partidos que aún no saben qué pasó el 20-D, que piensan que pueden imponer sus reglas sin que pase nada a pesar de que seis millones de personas les dejaron de votar”, lamentó por su parte Xavi Domènech, que sostuvo que “el futuro se llama plurinacionalidad”.

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Los portavoces de las confluencias catalana y gallega justificaron su renuncia a buscar el grupo parlamentario propio hasta el último momento en la imposibilidad de conseguirlo con una Mesa mayoritariamente contraria. “Entendíamos que [la negativa de PP, PSOE y Ciudadanos] nos llevaba irremediablemente al grupo mixto, y no queríamos que nos marcaran el camino”, denunció Fernández, mientras que Domènech tachó de “juegos parlamentarios frívolos” la actitud del PSOE, que, a su juicio, estuvo jugando un “doble juego” durante las negociaciones con la intención de “dividir” a las confluencias.

En cualquier caso, Errejón no quiso cerrar las puertas a un futuro pacto de investidura para que el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, sea elegido presidente del Gobierno, aunque crticó duramente el “problema grave de coherencia” que, a su juicio, tienen los socialistas. “Cuando uno dice eso de una formación política no significa que deje de intentar que las cosas sean diferentes, y nuestra mano ha estado tendida siempre para que el PSOE eligiera el cambio, pero en las decisiones que ha tomado hasta ahora ha decidido blindar lo de siempre”, lamentó el nuevo portavoz del grupo parlamentario de Podemos, que señaló que no ha oído “propuestas” en la boca de Sánchez. “Entendemos que lo que ahora mismo hay es mucho ruido y pocas nueces”, sostuvo.

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