LA PORTADA DE MAÑANA
Ver
Especulación en el infierno: los intermediarios inflan los precios en medio del caos y la muerte de Gaza

Televisión pública

Telemadrid agoniza

Sede de Telemadrid.

Telemadrid cierra un mes de julio negro en audiencias con una cifra del 3,8% del total de espectadores, que es prácticamente la mitad de la media del resto de las televisiones autonómicas y está muy por debajo del 5,3 que obtenía antes del despido de más de ochocientos trabajadores.

Habría que acudir a los meses cercanos al ERE, con múltiples huelgas y días enteros sin emisión, para encontrar cifras tan bajas. Entre tanto, los gastos no han descendido de manera apreciable, los informativos han perdido su ya escasa credibilidad y la presidenta de la Comunidad aplaza, al menos hasta fin de año, la renovación del consejo de administración que otorgaría la mayoría a la izquierda política, de acuerdo con los resultados electorales.

Hubo un tiempo, anterior al Tamayazo y la llegada al gobierno de Madrid de Esperanza Aguirre, en que Telemadrid –con mayorías del PSOE o del PP– era un medio de referencia para los madrileños; las audiencias oscilaban entre el 20 y el 17% hasta entonces, pero en aquellos lejanos tiempos del 2003 comenzó en Telemadrid el desembarco de una redacción paralela, que se acentuó con la derrota del PP en las generales de 2004.

Hasta 1.170 personas llegaron a pertenecer a una plantilla que se engrosaba cada día con nuevos fichajes por afinidad ideológica, y que hacían inviable económicamente la empresa. Mientras, aumentaba la producción externa y descendía la audiencia y la credibilidad de los informativos. En enero de 2013, el ya presidente Ignacio González ordenó un ERE –declarado no conforme a derecho por la Justicia– que eliminó a 861 trabajadores. "En esos momentos –afirma Angel Garcia desde el comité de empresa– la audiencia estaba por encima del 5% y desde entonces no ha parado de bajar".

Otro miembro del comité destaca que "las indemnizaciones por despido han supuesto de momento 55 millones de euros, que ha aportado el Gobierno de la Comunidad. Es decir, que hemos pagado los madrileños con nuestros impuestos y sin que este gasto suponga ahorro: la subvención directa del Gobierno a la empresa suponía 70 millones al año en 2012, y ha sido de 68 en 2014, solo dos millones menos, cuando la plantilla ha pasado de 1.170 a 317. Claro que buena parte de ellos son jefes, fuera de convenio, y con sueldos altos". "Hay que tener en cuenta –añade Angel Garcia– que se salvaron del ERE todos los directivos, jefes y mandos intermedios con los sueldos más altos de la empresa. El 80% de los despedidos eran de los niveles 3 (2.120 euros brutos al mes) al 5 (1.899 euros brutos al mes) incluidos en convenio. Sueldos muchísimo más bajos que los que se libraron del ERE. A 31 de diciembre de 2014, hay en el ente público Radio Televisión Madrid 72 personas con contratos directivos o fuera de convenio".

Menos ingresos y más gastos

Al margen de las retribuciones al personal, el fuerte descenso de audiencia ha traído consigo la disminución de ingresos por publicidad, que han sido de menos de 10 millones en 2014, cuando en 2012 fueron de 19 y al principio de la etapa Aguirre llegaron a ser de 75, según fuentes internas de la empresa.

Junto a esa importante merma, se sitúa el permanente incremento en los contratos a empresas externas, como destaca Salvemos Telemadrid: "La cuestión técnica de la producción y realización de la señal es responsabilidad de TBS, filial de Telefónica (en donde es directivo en excendencia el ex director general de Telemadrid y actual presidente de la CRTVE, José Antonio Sánchez) desde apenas cuatro días después de los masivos despidos del ERE. Por su último contrato, renovado en julio pasado, Telemadrid paga a TBS 7.397.658 euros por un año renovable por otros tres más".

A ello hay que añadir que, en este mismo mes de julio, Telemadrid adjudicó otros contratos por valor de 1.200.000 euros a Telefónica, Retevisión, y Osiastis. "En este momento –destacan miembros del colectivo– es penosa la imagen de estudios cerrados y material técnico aparcado en la sede de la Ciudad de la Imagen, mientras se contratan programas realizados desde estudios privados en Plaza de Castilla, y además con pésimos resultados de audiencia".

El PP retiene el mando

“Aguirre teme que cambiar el nombre de Telemadrid por Versión Manipulada”

Tras los resultados de las elecciones de mayo, la izquierda tenía asegurada la mayoría en el consejo de administración de la empresa, al corresponder tres puestos al PSOE y dos a Podemos, frente a los tres del PP y uno que designaría Ciudadanos.

Sin embargo, desde el primer momento la presidenta Cristina Cifuentes afirmó su intención de cambiar la ley para que se nombrara al nuevo consejo "por consenso". Y con el apoyo parlamentario de Ciudadanos ha impuesto hasta hoy su criterio, a pesar de las iniciativas de la izquierda, que califica la decisión como "una maniobra dilatoria del PP para conservar el control de Telemadrid hasta después de las elecciones generales".

Para los trabajadores despedidos se trata de "una imposición del PP para seguir como hasta ahora y controlar la información". La izquierda política y los sindicatos observan con decepción como, entre tanto, la televisión que un día fue referente para los madrileños se convierte en un medio residual con audiencias que podrían llevarla a la desaparición a medio plazo.

Más sobre este tema
stats